Los establecimientos escolares públicos y privados de la capital mendocina deberán construir dársenas de estacionamiento de ascenso y descenso rápido de estudiantes frente a sus sedes.
Así lo establece una ordenanza -la N° 3884-, que dispone la misma regla para los institutos de idiomas, universidades, terciarios y toda sede autorizada para funcionar con carácter educativo.
La medida -según el secretario de Seguridad Vial municipal, Raúl Levrino- tiene el propósito de neutralizar parte de los graves problemas de tránsito ciudadano: la doble y triple filas frente a las escuelas cuando los padres llevan a sus hijos a las aulas y el congestionamiento vehicular, causantes de innumerables incidentes.
Baste citar que del 100% de infracciones que labran los inspectores de tránsito, 70% se aplican por doble fila y mal estacionamiento, especialmente en los horarios de las 13 y las 13,30 y en la salida vespertina de escolares.
Según los funcionarios, la medida se toma para atemperar esos problemas viales, en una ciudad que tiene un parque automotor interno de 110.000 vehículos, y a la que ingresan diariamente alrededor de 270.000 rodados.
Explicaron que las escuelas no conocen aún la disposición, pero serán notificadas a partir de ahora, además de la posibilidad de acceder a la norma vía internet.
Por este motivo, varias de las instituciones consultadas prefirieron esperar a tener más detalles para responder, aunque en general mostraron preocupación por los gastos que demandarán las obras.
La norma municipal, sin embargo, dispone que "la construcción y costo" de los trabajos "serán a cargo de los frentistas".
El universo de edificios a los que se pretende llegar es de alrededor de 133 inmuebles, pero en razón de que algunas locaciones funcionan 2 y hasta 3 instituciones, el número final es de aproximadamente 70.
Los espacios que se pide al segmento educativo, es similar al que realizaron hoteles, entidades bancarias y otras entidades con mucha afluencia de público.
Además, de los espacios que tomaron esas instituciones, un modelo o prototipo es el del Palacio Municipal, en 9 de Julio 500. Para cumplimentar el operativo, en un plazo de 365 días, los directivos de las escuelas deberán presentar croquis y proyecto en la Secretaría de Obras Públicas de la comuna para su aprobación.
El secretario Levrino agregó que cuando se disponga de esta infraestructura, igual regirá la solicitud -que tratan de imponer los preventores- de lograr un descenso y ascenso de los chicos lo más rápido posible.
Cómo son
La construcción de las dársenas deberá preservar la línea del arbolado, manteniendo los forestales colindantes con la calle, y tendrán un ancho no menor a 1,10 mts, respetando la vereda de manera de no perjudicar a los peatones. Y contarán con rejillas de limpieza de cunetas, separadas por una distancia no mayor a 4 m.
En el colegio Nadino (calle Joaquín V. González), una vocera de esa institución dijo que "sin ánimo de discutir la disposición, en nuestro edificio no hay espacio para encarar ese pequeño estacionamiento rápido. ¿Cómo haremos?" Stella Lorenzo, representante legal del colegio San Andrés (San Juan 470), dijo estar totalmente de acuerdo con la medida. "Son múltiples los problemas que se suscitan a diario: estacionamiento indebido, bocinazos e inconvenientes con los micros que transportan alumnos".
Entre los usuarios también hay aceptación. Julieta (35, 2 niños en el San Luis Gonzaga, Colón y 9 de Julio) fue categórica: "Es un caos, no hay dónde parar y todos nos ponemos muy nerviosos; me parece que lo que proponen es un paliativo, igual seguirán los disturbios en el tránsito".
Otra mamá, Gabriela (40, 2 hijos en la primaria del Colegio de la Misericordia, José Vicente Vicente Zapata), sostuvo que "llevar a nuestros chicos a los colegios es complicado y hasta peligroso en una vía rápida como Zapata, que acumula un gran volumen de autos que entran diariamente a la ciudad".
Ordenan quitar vallas en veredas de bares y cafés
Numerosos negocios del ramo gastronómico de la ciudad fueron emplazados por el municipio a retirar vallas o corralitos, que sus dueños colocan para dar seguridad a sus clientes.
La medida en principio disgustó a los comerciantes afectados. Jorge Zapata, titular de una tradicional confitería de Rivadavia y San Martín, contó que instaló esas barandas para proteger a los parroquianos de accionar de motochorros, que arrebatan celulares y otras pertenencias a los clientes.
También por prevención de que algún vehículo avance sobre la acera. Ayer nomás, a primera hora, un descuidista tomó una silla, la plegó y partió con celeridad. "Son hechos que sufrimos con mucha frecuencia". De la misma forma se expresó el concesionario del restaurante del ACA, Rodolfo Pláceres.
El propio intendente Rodolfo Suárez explicó: "No hicimos retirar esas instalaciones por capricho, pero queremos que se uniformen en todo el ámbito de la capital, que haya un modelo parejo para todos. En días presentaremos 3 prototipos y también de sombrillas, para que haya uniformidad; inclusive pediremos que haya verde en esos espacios. Es transitorio el retiro de esos elementos".
Aclaró que los negociantes que adopten uno de los modelos, dispondrán de un lapso para ejecutar los trabajos y se beneficiarán con una exoneración de las tasas que se cobran por las mesas en las veredas durante 6 meses y por hacer las inversiones. Reiteró que se busca uniformidad, "como la que observamos en los comercios de Barcelona", ciudad española que varios intendentes visitaron recientemente.