Las escuchas telefónicas realizadas en el prostíbulo Pyme Vip podrían ser uno de los puntos fuertes del juicio que se les sigue a 11 individuos por trata de personas con fines de explotación sexual, ya que revelaron el funcionamiento del establecimiento, el rol de sus empleados, al tiempo que una planilla secuestrada informa que en un mes (febrero de 2013) recaudó 1 millón de pesos.
En la segunda jornada del debate que se realizó ayer en la sala de debates de los Tribunales Federales, Feliciano Soto, un efectivo que trabaja en el Centro de Información de Gendarmería, se encargó de llevar adelante la investigación de este presunto caso de trata en relación a las escuchas telefónicas realizadas en el teléfono fijo del lugar y en el celular del jefe, Sebastián Solé (35), y de otros integrantes de la presunta organización delictiva.
"Todos cumplían un rol y el responsable era Solé. Paola (González) y Nora eran la encargadas. Había una mujer que actualizaba la página web, un fotógrafo al que llamaban para hacer las fotos, un médico, Pastorino.
Además, se establece que la organización tenia protección de parte de la Municipalidad de Capital y de tres policías federales", indicó el uniformado, ofreciendo un sintético pantallazo sobre las actividades del prostíbulo Pyme Vip.
Luego explicó que las chicas realizaban "pases", que serían relaciones sexuales, y que “llamaban clientes, conserjes de hoteles como el Hyatt, Internacional y Arena y que se quedaban con un porcentaje". "Pedían, 2, 3, 4 chicas que cobraban 500 pesos la hora y 800 si iban afuera", afirmó.
Soto se refirió puntualmente al caso de una de las denunciantes, conocida en el expediente como "Pamela", quien es una de las personas detectadas en las escuchas. "La trata muy mal, de puta. Le dice que salir con clientes (por fuera del negocio) es un robo. Solé le dice a Paola que le dé a Pamela $ 500 y después $ 2.000 pero ella le reclamaba un monto superior".
También se refirió al trato que tenían en el prostíbulo con las trabajadoras sexuales: "Los clientes veían la página web y las pedían por sus nombres. Las describían como objetos. Solé decía cosas como "ésta está tuneada".
En relación al movimiento de dinero, el gendarme sostuvo que hay una planilla con nombres, clase de servicio, precio de tragos. "En febrero (de 2013) facturaron 1 millón de pesos y la chica que más cobró fue 45 mil pesos; trabajaron 62 mujeres", indicó.
Además, Solé realizaba publicidad para captar mujeres, que era con mensajes poco claros: "Si sos linda y querés ganar dinero... pero nunca hablaba de que era prostitución".
Por otra parte, afirmó que el gerente hotelero Marcelo Rosenthal fue el nexo entre tres policías federales y Solé. "El día del allanamiento, Solé dice que no son federales porque si no le hubieran avisado" y al inspector municipal capitalino Raúl Coquejo le dijo: "Yo hablé con el rey, no con (el juez) Bento; un escalón más abajo".
Según este testigo, el dinero que se le confiscó a Solé en su casa del barrio privado Las Candelas, de Chacras de Coria, fue de 3 millones de pesos.
Ayer también se pudo escuchar algunos audios obtenidos por Gendarmería, que fueron interpretados por Soto. Para el uniformado, Solé deja en claro que decidía el movimiento de las trabajadoras; las controlaba pero que no las maltrataba, salvo a Pamela.
El Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo jueves.
"Yo no hago abortos", dijo el médico Pastorino
Según el gendarme Feliciano Soto, durante la investigación que llevaron adelante durante dos meses se encontró el número del médico ginecólogo Osvaldo Pastorino dentro de Pyme Vip y que "se habrían producido tres abortos", según se desprende de las escuchas telefónicas.
"Magui quiere abortar y le pide a Solé las pastillas del día después y él le dice que vaya a Pastorino porque "tiene mucha cancha", explicó Soto, agregando que en relación a Clara, "le cuenta a Paola (que después de una intervención se descompensó), que habló con Pastorino y le cortó el teléfono.
La versión que dio el médico ginecólogo que atiende en un centro de salud de Las Heras fue distinta. "Yo no hago abortos. Desconozco la acusación. Me negué a declarar (antes) porque no conocía a las denunciantes", se defendió el médico.
Luego afirmó que había atendido a Clara y Magui pero que no sabía que eran prostitutas y que trabajaban en Pyme Vip hasta que fue detenido.
"No tengo muy en claro qué pasó con el embarazo de Magui. Una madrugada me llamó y me dijo que no estaba bien. La mandé al hospital. Pensé que se enojó porque me cortó", declaró Pastorino.
Pero también afirmó que la mujer le había dicho que su esposo le dio un rodillazo en el vientre y esta habría sido la causa del aborto. Y en relación a Magui, sostuvo que su abogado le indicó que esta mujer había negado ser prostituta y haber estado embarazada.