Ladrillos de hormigón celular curado en autoclave

El sistema de construcción con ladrillos de hormigón celular es mixto (vía seca y húmeda), permitiendo una amplia versatilidad de diseño.

El hormigón celular curado en autoclave (HCCA) es una mezcla de aglomerantes, áridos finamente molidos y agua, más el agregado de un agente expansor que genera por reacción química burbujas de aire, dosificados automáticamente en un proceso industrial y sometidos a un curado a alta presión en autoclaves de vapor de agua.

Los aglomerantes son principalmente cemento y una proporción de cal. El árido es arena cuárcica finamente molida. El curado en autoclave otorga las condiciones de temperatura y humedad necesarias para que reaccionen químicamente los compuestos mencionados y se formen los cristales de tobermorita (silicato monocálcico hidratado) que conforman la matriz resistente.

Ventajas del sistema

Aislación térmica. El HCCA posee una gran aislación térmica, debido a las microburbujas de aire incorporadas en su masa que actúan como si fueran pequeñas "cámaras de aire". Es por ello que tiene un coeficiente de conducción térmica muy bajo respecto a otros materiales de construcción. Una pared de 15 cm de ladrillos de HCCA (K= 0,60 kcal/m² h °C) tiene una aislación térmica aún superior a un muro doble de mampostería tradicional de 30 cm de espesor con cámara de aire (K= 0,86 kcal/m² h °C).

Baja absorción de agua. Los ladrillos de HCCA poseen una gran resistencia a la absorción de agua líquida. Ello se debe a que las múltiples de celdas de aire que componen su estructura celular presentan una contextura cerrada sin intercomunicaciones, por lo cual el fenómeno de succión capilar es prácticamente nulo. Sin embargo, las paredes de HCCA son permeables a la difusión de vapor.

Aislación acústica. Al ser un material poroso y permeable al aire, amortigua las ondas sonoras por el paso sucesivo a través de sus células y capas de aire contenidas en ella, reduciendo en gran medida el pasaje del sonido.

Liviandad. Los productos de HCCA son piezas fabricadas en planta industrial listas para ser utilizadas. Su bajo peso lo hace un material ideal para obras rápidas, con un óptimo comportamiento estructural y con gran simplificación de procesos constructivos. Su menor peso reduce costos de transporte, manipuleo en obra y disminuye la sobrecarga sobre estructuras independientes y fundaciones.

Precisión industrial. Los productos de HCCA son fabricados con procesos industriales que garantizan dimensiones muy casi exactas (tolerancia dimensional ± 1,5 mm) permitiendo aplicar en la elevación de muros una fina capa de mortero para la adhesión de los Ladrillos (1 a 3 mm de espesor) logrando un íntimo contacto entre sí.

Material ecológico. Los Ladrillos de HCCA no contienen sustancias tóxicas ni representan ningún peligro para la salud de las personas o del medio ambiente. La composición inorgánica del material no atrae ni favorece la formación de plagas, ni produce algún tipo de polución.

Otras propiedades

Contracción por secado. El valor de contracción por secado de los ladrillos de HCCA está por debajo de los valores máximos admisibles según la Norma IRAM 1701. Ensayos realizados en el INTI, arrojaron valores de contracción por secado inferiores a 0,20 mm/m. Este valor es controlado periódicamente, lo cual garantiza la calidad de los productos.

Punto de fusión. La temperatura de fusión de los Ladrillos de HCCA es de aproximadamente 1600 °C.

Capacidad portante. El curado en autoclave del HCCA garantiza las condiciones de humedad y temperatura necesarias para la formación de los cristales de tobermorita, los cuales conforman una matriz resistente y durable que es la que otorga la resistencia al material. Como consecuencia de ello, los ladrillos de HCCA retak® tienen una adecuada resistencia para construir tanto paredes portantes como paredes de simple cerramiento, considerándose portantes los ladrillos a partir de 15 cm de espesor.

Tensión de rotura a compresión: 30 kgf/cm²

Tensión de diseño: 6 kgf/cm²

Utilizado como ladrillo portante, pueden construirse como caso general dos plantas: planta baja y planta alta, y eventualmente una tercera planta según como sea el diseño de las plantas y la altura de la construcción. Esto siempre de acuerdo a las verificaciones realizadas por el profesional a cargo de la obra. En construcciones de mayor altura normalmente ya es necesaria una estructura independiente. El espesor mínimo de ladrillo para ser utilizado como ladrillo portante es 15 cm.

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