La hora de la definición para el zigzagueante Gioja

El sanjuanino amaga con dividir a PJ del FpV en Diputados, para iniciar la “des-kirchnerización”. Por ahora, no le dan los números.

Mario Fiore - Corresponsalía Buenos Aires

El peronismo intenta por estas horas saltear etapas. Atolondrado por la rápida descomposición del kirchnerismo, cavila cómo regenerarse por arte de magia sin provocar una implosión que le sea funcional sólo al oficialismo nacional. La decisión de fondo está tomada: dejar atrás el ciclo histórico que lideraron Néstor y Cristina Kirchner, lo que implica licuarle el poder que conserva -menguantemente- la ex presidenta.

Lo que no está tan definida es la hoja de ruta del post-kirchnerismo. Están los que proponen un peronismo macrista con la excusa de la gobernabilidad. Y están los que quieren ser una alternativa crítica al oficialismo. Por eso nadie sabe a ciencia cierta qué pasará el jueves en la sede del PJ nacional. ¿Hasta dónde llegará la tentación de dar vuelta la hoja que anida en lo que podría definirse el peronismo territorial, aquel que responde a los 14 gobernadores de la principal fuerza política del país?

En el ojo de la tormenta está José Luis Gioja, el presidente del PJ. Fue él quien lanzó al ruedo la posibilidad de que el jueves el Consejo Nacional del partido -que se reúne para terminar de desafiliar a José López- le pida a los diputados y senadores que no usen más el nombre Frente para la Victoria (FpV) en el Congreso, que recuperen la exclusividad de la sigla PJ.

Sin embargo, la reunión aún no fue convocada oficialmente. Sus aliados en esta movida desconfían. Gioja viene haciendo malabares en Diputados. Amaga con votar leyes junto al oficialismo, como lo dice y lo sostiene Miguel Pichetto en el Senado, pero termina respetando la voluntad del kirchnerismo duro. Por eso la movida del próximo jueves es observada con mucha cautela por toda la dirigencia del peronismo.

El sanjuanino es apurado por Pichetto y algunos gobernadores que sostienen la necesidad de “cortar por lo sano”. Pero Gioja, además de presidente del PJ, es diputado y está en minoría en el bloque del FpV-PJ que ahora pretende rebautizar. Sus voceros señalan que de los 70 diputados que quedaron en la bancada K, “al menos 43” armarán un nuevo bloque peronista. Pero las cuentas no le dan al “Flaco”. Hasta ayer, al menos 37 diputados se reivindicaban cristinistas. Se trata de 25 legisladores de La Cámpora y de 12 kirchneristas de “paladar negro” como Diana Conti, Juliana Di Tullio, Héctor Recalde o Julio De Vido.

Pichetto, al contrario de Gioja, ya logró dejar al cristinismo en la condición de una minoría intensa de no más de 8 senadores. Por eso la jugada del presidente del PJ, que los kirchneristas duros viven como un apartheid, podría demorarse. Sólo si Gioja logra el aval de otros ex kirchneristas, como los 16 que rodean a Diego Bossio, más otros peronistas tradicionales de San Luis, Buenos Aires o Córdoba, su jugada podría darle al nuevo bloque del “PJ institucional” la condición de primera minoría en Diputados.

Estas negociaciones con los hermanos Rodríguez Saá, José Manuel de la Sota y Darío Giustozzi están muy verdes. De lo contrario, de no superar la barrera de los 43 diputados en su bancada pejotista, Gioja sólo le dará al Pro más ventajas para negociar con un justicialismo desgajado.

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