La extraña historia del contador Francisco Rodríguez

El contador Francisco Rodríguez soñaba siempre con lo mismo: él era un bebé y se encontraba durmiendo en una cuna en la habitación de sus padres. De pronto algo lo sobresaltaba, despertaba, sentía ruidos y un objeto oscuro y pesado caía sobre él y lo cubría; todo se volvía calor y oscuridad.

Despertaba transpirando.

El contador Francisco Rodríguez no podía viajar en aviones ni tomar ascensores ni dormir con la luz apagada.

Siendo joven eso lo había molestado, pero ya siendo adulto lo comenzó a molestar aún más, a veces perdía mucho tiempo en su trabajo por no poder viajar en aviones, o malograba la oportunidad de conocer lugares lejanos por su miedo a volar; o si debía subir a un edificio alto siempre lo hacía por la escalera, o molestaba a su esposa al dormir siempre con la luz encendida.

Un día, desesperado, comenzó a buscar ayuda y decidió contar a sus padres su problema (nunca lo había hecho). Estos lo escucharon y no le dijeron nada. Pero luego de tres días su madre lo llamó por teléfono y le dijo que quería hablar con él.

Entonces el contador Francisco Rodríguez se enteró de lo siguiente: él era hijo adoptivo, y originalmente había tenido un hermano mellizo.

Cuando tenía pocos meses de edad, su madre biológica planchaba ropa para otras personas; lo había llevado a él, a entregar una remesa de ropa recién planchada a una vecina, y había dejado a su hermanito durmiendo en la cuna en la habitación. Al volver se dio cuenta que habían entrado ladrones en el dormitorio, y para que el pequeño no llorara le habían tirado una manta de lana encima.

Su hermano mellizo había muerto por asfixia…

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