La ex representante legal del instituto religioso Antonio Próvolo, Graciela Pascual (61) continuará detenida. Así lo dictaminó la Justicia de Garantías este mediodía, al confirmar la prisión preventiva y rechazar el pedido de liberación que había hecho su abogada defensora.
Actualmente se investigan una serie de abusos sexuales y episodios de corrupción denunciados por chicos sordos que estudiaban y dormían en ese establecimiento, y por los que hay 15 imputados, entre ellos esta mujer.
De esta manera, Pascual seguirá en la cárcel para mujeres de Agua de las Avispas (Cacheuta), y habrá que aguardar a una futura audiencia para que la jueza Alejandra Alonso determine si hace lugar al otro pedido que había hecho la defensora y que está referido a la posibilidad de que cumpla el régimen de prisión domiciliaria.
La ex empleada está tras las rejas desde el 24 de agosto pasado, día en que fue detenida tras un allanamiento en su domicilio. Está imputada por participación primaria (omisión), ya que el fiscal considera que habían indicios suficientes para que estuviera al tanto de la posible comisión de abusos, y aún así no haber hecho las denuncias correspondientes.
Los pedidos de la defensa fueron formulados la semana pasada y estaban basados en el hecho de que a la monja japonesa Kumiko Kosaka -imputada y detenida como autora de algunos episodios- sí le autorizaron el régimen de domiciliaria (aunque aún no ha sido trasladada).
"La jueza dictó la prisión preventiva, lo que significa que Pascual va a seguir detenida hasta llegar al juicio por este caso. Y por lo pronto va a seguir en Agua de las Avispas, ya que la posibilidad de la prisión domiciliaria se va a resolver en otra audiencia. Porque para esto es necesario que se presenten las pericias psicológicas y otras pruebas a la imputada", destacó el abogado querellante Oscar Barrera.
Además, el letrado celebró el paradigma lógico con que resolvió la magistrada. “Es diferente a lo que ocurrió con (la monja) Kosaka, ya que allí la domiciliaria fue autorizada por un tribunal y sin tener en consideración las pericias oficiales del propio Cuerpo Médico Forense”, resumió Barrera.
“Estamos satisfechos”, sintetizó a su turno otro de los abogados querellantes, Sergio Salinas (de la ONG Xumek).
Desahogo
La audiencia fue presenciada (por decisión propia) por algunos de los chicos que denuncian a Pascual -entre otros-, mientras que en el hall principal del segundo piso de Tribunales Provinciales aguardaban otros denunciantes y sus familiares, todos con carteles reclamando justicia.
Precisamente en este sitio se vivieron momentos de mucha angustia cuando Pascual salía de la audiencia con escolta policial y la madre de uno de los chicos le reprochó su accionar “Graciela, no te olvidés de nosotros y nuestros chicos. No fuiste una buena amiga, no te olvidés de todo lo que hiciste. Confié en vos, te confié mis hijos durante 16 años”, la increpó la mujer. Luego tuvo una descompensación emocional y debió ser asistida por los psicólogos que estaban presentes en la audiencia para dar contención a las víctimas.
La ex representante legal está señalada por los ex alumnos del instituto como “la jefa” y “la mano derecha” del cura Nicola Corradi, otro de los imputados por los abusos (en este caso, como autor).
Además de los mencionados Pascual, Corradi y Kosaka, están también imputados y detenidos en la causa como autores el sacerdote Horacio Corbacho y 3 ex administrativos (Jorge Bordón, Armando Gómez y José Luis Ojeda). Por participación secundaria, en tanto, están imputados la otra monja Asunción Martínez (madre superiora de su par japonesa), el jardinero Apolinario Choque, 4 ex directoras, la ex cocinera y una ex psicóloga del Próvolo.