La escuela artística de San Carlos disfruta su nueva casa

Con apoyo fundamental de la comunidad, y luego de tres años de esfuerzos, la escuela Niños Cantores del Valle de Uco tiene ahora un edificio digno.

Las "chicas" de Cerámica ya no temen volver a clases y encontrar que sus esculturas sucumbieron ante las filtraciones de los techos. El grupo de Danzas Latinas se desplaza hoy por un amplio salón con espejos y olvidó sus apretadas clases en el patio de 2 por 2.

Los alumnos de violín escuchan sus melodías límpidas y no aquel "revuelto" de guitarras y pianos. Los actores cuentan con un escenario de lujo y los pintores, con equipados ateliers.

Fue la comunidad de San Carlos la que decidió que su querida escuela artística 5-005, Niños Cantores del Valle de Uco, no merecía seguir funcionando en la vieja casita de habitaciones frías, sin acústica y que se llovían. Apenas tomó la decisión, empezó su peregrinar golpeando puertas.

Después de tres años de lucha, padres, alumnos y docentes estrenaron meses atrás el nuevo “hogar”, el que ellos mismos diseñaron y construyeron.

A fuerza de bingos, espectáculos con taquilla, venta de empanadas, donaciones de empresas e instituciones, jornadas de trabajo comunitario y mucha voluntad, pudieron convertir en una escuela modelo lo que supo ser un antiguo boliche de La Consulta. 

“A mis hijos esta escuela les cambió la vida. Es impresionante la creatividad que han desarrollado con Dibujo. Ahora el segundo viene a Títeres y le ayuda a desenvolverse. Es como su segunda casa... y también la mía”, reflexionó Belén Valles mientras hacía una pausa de su clase de Salsa.

"De alguna manera u otra, el arte nos ha mejorado. Eso explica que toda la comunidad se pusiera al hombro el desafío de tener un edificio acorde a la actividad y en condiciones. Somos familias enteras que concebimos a la educación artística como fundante de nuestra personalidad", confió Nancy Chamorro, presidenta de la cooperadora de la 5-005.

Ésta es una de las primeras escuelas vocacionales artísticas que se crearon en Mendoza. Fue inaugurada el 14 de marzo de 1973 para asegurar el acceso al arte y la cultura de los vecinos de San Carlos. Hoy recibe a casi mil alumnos.

Sin edificio propio, en estos 44 años de vida y creatividad la escuela deambuló por distintos espacios y rincones del departamento, desde el cine Real de La Consulta hasta escuelas que les prestaron.

En los últimos años funcionó en una casita que alquilaba la DGE a metros de su actual edificio. Además de frío, el inmueble no tenía aulas suficientes ni posibilidad de adaptar las habitaciones a la actividad artística.

"Antes el taller era la mitad de éste y se llovía", cuenta con una sonrisa Carina Egea, la profe de Cerámica, y sus alumnas comienzan a compartir anécdotas de cómo se las arreglaban para trabajar en aquel diminuto lugar. "Esto nos transporta, nos relaja, es un cable a tierra", sostiene Josefina Arriagada, mientras invita a recorrer las amplias instalaciones.

Hace tres años, docentes, papás y alumnos se pusieron en campaña para tener un nuevo edificio y el desafío les costó “puebladas”, manifestaciones, acampes días enteros en Casa de Gobierno y otras gestiones hasta que -en octubre- salió el expediente de la DGE avalando el alquiler del sitio.

Entonces comenzó otra tarea. Desde los bancos y pizarras o las divisiones de durlock y hasta el escenario de lujo con cabina de sonido que ostenta su auditorio, todo fue conseguido a fuerza de golpear puertas, pedir donaciones y realizar eventos para recaudar fondos. “Cada cosa aquí ha sido donada por alguien de la comunidad”, comentaron desde la cooperadora.

"El valor que la comunidad da a la educación artística, no es algo propio de esta institución. Se repite en todas las escuelas vocacionales de Mendoza. Es hora de que el Estado dé a la formación artística el lugar que merece", destacó Raúl Pardi, director de la escuela.

Una sala de teatro que es un lujo

La escuela Niños Cantores del Valle de Uco es un referente obligado de la comunidad. Cuenta con 600 alumnos de las más diversas edades y condiciones sociales (1.400 si se tiene en cuenta los inscriptos en los talleres) en su sede central.

Años atrás, abrió un aula satélite con 300 estudiantes más, que cursan sus talleres en turno vespertino a la escuela Marín de Maestri, en San Carlos.

A puro pulmón, la escuela armó una sala de teatro de lujo, con capacidad para cien personas. El lugar cuenta con escenario, luces y una cabina de sonido de última generación.

El año pasado, y para juntar fondos, pasaron por esas tablas elencos de trayectoria, ballets de la UNCuyo, bandas importantes y artistas de todo el Valle de Uco.

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