La conjura de los desdobladores

La conjura de los desdobladores
La conjura de los desdobladores

Francisco Pérez empezó la cuenta regresiva. Su tiempo en la Casa de Gobierno ya no se mide en años sino en meses y propios y extraños prometen hacerle difícil cada día. La batalla legislativa con el radicalismo por las leyes fiscales dista de poder considerarse resuelta.

Y aquella idea de anticipar elecciones municipales que impulsaban un par de intendentes peronistas, lejos de extinguirse tras su rechazo rotundo, se ha propagado.

La negativa radical, si se quiere, era esperable, coherente con lo que ha venido ocurriendo pero la rebelión de los intendentes es un golpe más duro de asimilar. Es cierto, no es nuevo el planteo. Pero ahora promete pasar de las palabras a los hechos y en cuestión de días, porque los tiempos apremian.

El sanrafaelino Emir Félix es el que encabeza la avanzada del desdoblamiento electoral y, según cuentan cerca suyo, se ha dado hasta fin de año, o sea diez días, para negociar y tomar una decisión. Pero ya habla de un domingo de abril o principios de mayo para las PASO; la general no pasaría de junio o, a lo sumo, el 5 de julio.

En el Gobierno intuyen hace rato que Félix finalmente se va a cortar solo y por eso la definición no los sorprenderá. Sólo están esperando “que se anime”.  Pero el clima puede ponerse denso mañana, si se hace una cena que busca a reunir a los intendentes peronistas con más peso electoral para analizar juntos el adelantamiento.

Es quizá otro síntoma del “síndrome de la lapicera casi sin tinta” que sufre Pérez, según diagnostica un peronista experto en operaciones, aunque no sea médico.

Si al Gobernador se le hizo cuesta arriba hasta ahora mantener a los jefes comunales encolumnados detrás suyo, de ahora en más, con el final de mandato a la vista y la pelea por la supervivencia personal desatada, le resultará mucho más trabajoso disimular las diferencias, por más que también sea el presidente formal del PJ.

El encuentro de mañana busca reunir a los “seis grandes”,  o sea Rubén Miranda (Las Heras), Luis Lobos (Guaymallén), Alejandro Bermejo (Maipú), Carlos López Puelles (Luján), Jorge Giménez (San Martín) y el propio Félix. No todos han confirmado aún y que asistan no significa que vayan a desdoblar.

Por ahora, son sus propios colegas los que empujan al sanrafaelino a tomar una decisión porque, aunque piensan igual, temen encabezar la movida y quedar expuestos. Él, mientras tanto, pide no ser el único.

Cuentan que su plan ideal sería unificar fechas, al menos, con los otros dos departamentos sureños, General Alvear y Malargüe, también peronistas, para regionalizar la elección. Las definiciones deberán ser rápidas, porque la convocatoria puede hacerse hasta 90 días antes del día elegido para las PASO.

Originalmente, el planteo de Félix y Alejandro Bermejo era que Pérez adelantara las votaciones provinciales y que todos los municipios adhirieran. Buscaban así, en primer lugar, despegarse de la nacional para preservarse.

Puro instinto de supervivencia que le dicen. Aunque hoy Daniel Scioli, el candidato presidencial del oficialismo con más chances, mide bien en el país y Mendoza, temen que sea una “ola opositora” y no una “naranja” la que se imponga acá, y que eso les juegue en contra en sus departamentos si esperan hasta agosto y octubre. La suerte de la gobernación importa menos. Muchos la dan por perdida.

Fue Pérez el que se negó. De perder la provincia antes de la definición presidencial, no tendría cabida en ningún esquema nacional del peronismo y debería conformarse con un futuro legislativo gris. Además de penar hasta el final de su mandato actual para conseguir alguna migaja de la Casa Rosada.

Los intendentes creen también que el adelantamiento servirá para neutralizar el clima favorable a la oposición, y en particular al radicalismo, que se instalará en la provincia tras las elecciones en Capital del 22 de febrero y el 3 de mayo. Allí, todos pronostican la continuidad de la UCR, como desde hace 22 años, y con una amplia ventaja.

Por esto mismo, en el Gobierno no ven con disgusto que San Rafael se despegue. “A Emir le va bien en las gestión y en las encuestas”, describe un paquista y coincide en que ayudará al PJ provincial y también su eventual triunfo será capitalizado por el oficialismo a nivel nacional. Pero esta visión “amigable” se mantiene si sólo es Félix el que adelanta, no varios.

Hay también, en el caso sanrafaelino, una razón de su propio grupo político: un amplio triunfo en su departamento significará un espaldarazo hacia afuera y también hacia adentro del PJ para Omar Félix, el hermano del intendente y actual director de YPF por Mendoza que se ha lanzado como candidato a gobernador.

Uno de los que saben del encuentro de mañana da otro motivo que involucra a la UCR: los intendentes Mario Abed, de Junín; Ricardo Mansur, de Rivadavia, y Gustavo Pinto, de La Paz, también están evaluando desdoblar.

“Si no hacemos algo, vamos a tener que explicar al país que perdimos en cinco departamentos, por más que tienen poco peso electoral. Y si explicamos, estamos cagados”, define sin filtro uno de los hombres fuertes del peronismo mendocino. Ante esto, la mejor salida que encuentran es mostrar también triunfos oficialistas.

Es el peronismo el que difunde esa intención radical y la da como un hecho. Es más, asegura que es un efecto del Congreso de la UCR que decidió abrir la puerta a una alianza local con el Pro de Mauricio Macri, tal como quería el godoicruceño Alfredo Cornejo.

Un dirigente cercano a los tres intendentes del Este admite que han evaluado separarse de los comicios nacional y provincial pero dice que no hay una decisión tomada, por ahora.

Otro referente del radicalismo descarta que se trate de una movida anti Cornejo y suma datos: si adelantaran los tres radicales, lo harían a la misma fecha que San Rafael y los otros departamentos peronistas que se le sumen. El objetivo entonces sería compensar derrotas con triunfos. Una suerte de guerra de guerrillas electoral.

Como telón de fondo, hay otra razón que empuja a los peronistas a adelantar: el financiamiento estatal de las campañas dispuesto por la nueva ley electoral que instauró las PASO provinciales y municipales.

Ese texto fija un reparto por el que les llegaría muy poco a los candidatos a intendentes y los del PJ quieren sumar aportes privados. Saben que tendrán un respaldo económico que los diferenciará de sus competidores y quieren hacerlo valer.

Esa pretensión es la que explica aquel decreto de Pérez que anula el financiamiento estatal y duerme en la Legislatura esperando ratificación de las cámaras.

Ahora, también se ha metido en la pelea con la UCR por el Presupuesto. Los intendentes peronistas quieren que sea parte de la negociación y los radicales se niegan: dicen que el Gobierno debe cumplir la ley que impulsó, y por eso buscarán un fallo judicial que obligue a Pérez a asignar el dinero correspondiente.

Hasta tanto eso ocurra, las campañas podrán financiarse como hasta ahora y eso explica el apuro por desdoblar. La Justicia nunca es tan expeditiva.

El Gobernador, en tanto, juega sus últimas fichas. Sabe que le quedan no más de siete meses de poder real, en los que buscará mostrar hechos y justificar, en parte, haber cuadruplicado el gasto público. Luego, será el tiempo en el que deberá ceder todo el protagonismo al peronista que sea elegido en las PASO como candidato a sucederlo.

Marcelo Zentil - mzentil@losandes.com.ar

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