A pesar de que la brecha entre el dólar oficial y el blue se ha acortado en los últimos meses, para muchos aún continúa siendo “negocio” comprar los billetes con autorización del Gobierno para rematarlos de inmediato en el mercado paralelo. Algunos ahorristas, para hacerse de unos pesos más, están pidiendo a la AFIP que les devuelva lo que les retiene en concepto de adelanto al Impuesto a las Ganancias en el momento de la compra, e incluso, algunas grandes empresas ya reintegran a sus empleados de manera anticipada los montos como una especie de beneficio salarial extra.
Desde el 27 de enero de 2014, cuando el Gobierno nacional autorizó la compra de moneda extranjera para tenencia, cada vez más trabajadores registrados apelan al mecanismo para hacer una pequeña diferencia de dinero.
Los datos que arroja el monitoreo financiero que elabora diariamente la AFIP no dejan lugar a dudas de que el fenómeno, lejos de estancarse, crece mes a mes.
En los pocos días restantes de enero de 2014, posterior a esta incipiente flexibilización del cepo cambiario, se efectivizaron casi 179 mil operaciones por casi 95 millones de dólares, mientras que en igual mes pero de 2015 se registraron poco más de 700 mil operaciones por poco más de 456 millones de dólares. Durante todo 2014 se vendieron casi 3.000 millones de dólares y en los dos primeros meses de 2015 ya van 918 millones. “El mercado del dólar ahorro se mantiene como la principal fuente que alimenta el circuito informal, aun con la caída en la brecha entre las cotizaciones. Más allá de que el comprador sea un ahorrista autorizado o un tercero que los adquiere por intermedio de una 'cueva', la existencia de una brecha marca que la plaza sigue absorbiendo dólares en el mercado paralelo”, analiza Leandro Fisanotti, economista y magister en Finanzas de la Fundación Libertad.
Cómo funciona
En la práctica, están autorizados a comprar moneda extranjera para tenencia aquellos en relación de dependencia o inscriptos ante la AFIP como autónomos o monotributistas, que acrediten ingresos por al menos $ 9.432 mensuales, es decir por el equivalente a dos salarios mínimo vital y móvil (SMVM).
Con la clave fiscal y el CUIT en la mano, se debe ingresar a la web del organismo para obtener un código de autorización y así poder comprar los dólares en un banco o en una casa de cambios. La operación incluye una percepción del 20% en concepto de adelanto al Impuesto a las Ganancias y sólo se puede destinar a la compra hasta el 20% de los ingresos. En consecuencia, quien tenga los ingresos mínimos necesarios para conseguir el permiso de la AFIP, podrá comprar dólares por $ 1.886,40.
El viernes, el dólar oficial cotizaba a $ 8,72. Si se le suma el 20% de la retención, el llamado “dólar ahorro” estaba en $ 10,46, de manera tal que para este ejemplo, se podían adquirir U$S 180. Como el blue cerró a $13,25, si se remataron los verdes billetes en el mercado negro, se obtuvo $ 2.385 y, por ende, una ganancia de $ 498,60.
Sin embargo, a finales de setiembre, cuando el blue tocó su techo más alto llegando a $ 15,95, con el oficial anclado en $ 8,42, el dólar ahorro en $ 10,10 y la posibilidad de invertir, para los ingresos mínimos era de $ 1.760 (que representaba el 20% de dos SMVM, que en ese momento era de $ 4.400). Quienes especularon con esta práctica pudieron comprar US$ 174, venderlos por $ 2.775,30 y hacer una diferencia de $ 1.015,30.
Es decir que, a grandes rasgos, en cinco meses, las "ganancias" se redujeron prácticamente a la mitad.
Entonces, ¿sigue siendo "negocio" recurrir a esta maniobra para generar un ingreso extra?
Menos poder adquisitivo
A simple vista, esos casi 500 pesos pueden resultar poco dinero, pero si se miran bien alcanzan para pagar algunas cuentas como la luz y el agua, el teléfono, internet o el servicio de televisión pago. Otros destinan esos pesos “de más” a reforzar el pedido del supermercado, pagar la cuota del club o del colegio de sus hijos, según comentó a Los Andes un ‘arbolito’ acostumbrado a recibir los dólares bendecidos por la AFIP.
Para Fisanotti, para entender el fenómeno, hay que tener en cuenta el deterioro del poder adquisitivo de los salarios durante 2014.
"La carrera entre sueldos y precios mantiene en vilo a los trabajadores argentinos. Por tercer año consecutivo, la inflación ganó sobre los golpeados asalariados. Los empleados en relación de dependencia son los que parecen llevarse la peor parte del proceso de elevada inflación, con una década sobre los dos dígitos anuales", indica un informe elaborado por este economista y su colega Adriano Mandolesi y publicado la semana pasada por el Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de Rosario.
En el reporte se advierte que “2014 marcó el tercer año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo del salario. Durante el año pasado, el poder de compra de los empleados se contrajo en promedio un 4,8%. No obstante, el deterioro se desaceleró respecto de 2013, cuando la variación negativa había alcanzado el 6,6%”.
Fisanotti está convencido de que “muchos asalariados pasaron a considerar el 'plus' del dólar ahorro como una parte de los ingresos mensuales y no miran demasiado el porcentaje de brecha entre el oficial y el blue. Al mismo tiempo, son menos los que pueden efectivamente atesorar los dólares, por lo que existe una mayor oferta en el mercado informal que presiona a la baja la cotización y recorta la brecha”.
De la reacción a la acción
En tanto, para Marcelo Licanic, economista especializado en tipo de cambio y docente de Finanzas Internacionales en la Universidad del Aconcagua, "ahora más que nunca, la gente le encontró la vuelta. Se pasa de las expectativas adaptativas a las racionales. En vez de reaccionar, la gente ha empezado a anticiparse". Por eso, comprar para vender es una maniobra que, lejos de perderse, se perfecciona.
En este sentido, advirtió que cada vez más compradores realizan ante la AFIP el trámite para que se les devuelva lo retenido en concepto de Impuesto a las Ganancias, ya sea por haber comprado los dólares para tenencia o por haber realizado compras en el exterior con tarjeta de crédito o débito, en cuyos casos la percepción es del 35%.
Si bien se trata de una gestión que también puede realizarse de manera on line en la web del organismo fiscalizador, muchos se pierden en sus vericuetos por no estar familiarizados con el procedimiento. Entonces, recurren a la contratación de contadores, “y aun pagando a un profesional se hace una diferencia de dinero. Comprar para vender en el mercado negro seguirá siendo negocio a pesar de que disminuya la brecha entre el oficial y blue siempre y cuando se perfeccione. Es decir, que se haga todos los meses, que se espere el tiempo que sea necesario para la devolución y que se haga el trámite, incluso contratando a un contador”, dijo el experto.
Devolución privada
Ambos economistas confirmaron a este diario que algunas empresas como Telefónica o Prudential están devolviendo a sus empleados la retención por Ganancias de manera adelantada, asumiendo el costo financiero de esperar a la AFIP. Si bien no pudieron detallar cómo funciona exactamente el procedimiento, revelaron que éstas y otras grandes compañías toman el crédito de sus empleados como una especie de saldo a favor para próximas liquidaciones y entregan lo retenido, generando un beneficio que baja la presión sobre los reclamos salariales.
