Esta semana el cirujano Carlos Gustavo Arzuza (48) comenzará a transitar un largo camino judicial que podría llevarlo a pasar una larga temporada entre rejas.
El viernes próximo comenzará a ser juzgado por la muerte del empresario Roberto del Barco (45), quien falleció en 2013, cuando Arzuza y su colega Carlos Gassibe le estaban a punto de practicar una liposucción abdominal.
Ese mismo día - habrá que ver cómo se reordena la agenda judicial- también deberá participar de la audiencia donde se debatirá su prisión preventiva por otra causa que tuvo gran repercusión mediática en diciembre pasado: la muerte de Isabel Beatriz Gattari (48), quien falleció después de que el médico le realizara dos cirugías estéticas seguidas en una clínica ilegal ubicada en Alem al 300 de Ciudad.
Arzuza y Gassibe deberán presentarse esta semana en la sala de debates de la Primera Cámara del Crimen para ser juzgados por la muerte de Del Barco. Ambos enfrentan una causa por homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena que va de los 8 a 25 años de prisión.
Una operación fallida
En 2013 el empresario de transporte Del Barco conoció al médico Arzuza en el Colegio Español, donde cursaban sus respectivas hijas.
El empresario tenía sobrepeso y el médico le aconsejó que se realizara una liposucción abdominal que se pautó para el 15 de julio de 2013 en la clínica Excéllar -en Pedro Molina casi Perú de Ciudad- que no estaba habilitada para realizar ese tipo de practica.
Luego de realizarse algunos estudios prequirúrgicos, Del Barco llegó con su mujer a los consultorios para una cirugía estética que nunca se llegó a realizar.
El hombre falleció pocos minutos después que los médicos le inoculacen una dosis de bupivacaína, un anestésico que el paciente no pudo resistir.
La familia denunció el caso a la Justicia y la fiscal Laura Rouselle detuvo a los dos profesionales el 10 de octubre. La imputación fue por homicidio simple con dolo eventual y, días después, la Justicia les otorgó la libertad luego de que pagaran una fianza de 100 mil pesos cada uno.
Los jueces que presidirán el juicio son Víctor Comeglio, Lilia Vila y Mateo Bermejo. Acusará Laura Rousselle, quien actualmente se desempeña como fiscal de la Primera Cámara del Crimen. Arzuza es defendido por el abogado Martín Ríos.
Preventiva por otra paciente fallecida
El médico Gustavo Arzuza es investigado por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos en 8 causas.
Se trata de 4 muertes dudosas, 2 casos de lesiones, una lesión grave (acá aparece en el expediente junto a una médica de apellido Enríquez) y un fraude al Estado (presentación hecha por la obra social OSEP).
El caso más resonante es la muerte de Isabel Beatriz Gattari (48), fallecida el 7 de diciembre pasado, en su casa, ubicada en un barrio privado de Guaymallén, cuatro días después de que fuera operada por Arzuza.
Por esta muerte el médico está imputado por homicidio simple, en tanto que su pareja y "asistente", la rumana Laura Dutta (39), fue imputada por homicidio simple y ejercicio ilegal de la medicina.
Dutta tiene antecedentes en su país: estuvo presa 5 años por tráfico de heroína en Rumania. Había sido condenada a 10, pero quedó en libertad condicional y se escapó.
El pedido de prisión preventiva realizado por la fiscal Ríos se vio postergado el año pasado porque el médico estuvo internado en el hospital Central.
Es que, el 8 de diciembre, cuando fue detenido en en la clínica que regenteaba en Alem 388 de Capital, padecía una grave infección que él mismo se generó tras realizarse una cirugía peneana.
Así las cosas, la preventiva deberá resolverse el viernes próximo. Es posible que en ese momento, Martín Ríos, defensor de médico, solicite la libertad de su cliente o bien la prisión domiciliaria. En cambio el pedido de la fiscal es para que continúe en la cárcel de Boulogne Sur Mer.
El socio, implicado en otro caso
No es la primera vez que el médico Carlos Gassibe es investigado por una muerte.
En 2009 el nombre de este cirujano plástico salió en los medios debido a la muerte de Sandra Horta.
La paciente, una mujer de 43 años, nacida en Chile vino a provincia para realizarse dos operaciones: implante de prótesis mamarias y de glúteos.
Las intervenciones quirúrgicas no se llegaron a realizar: la mujer falleció luego de que se le suministraran los anestésicos.
El caso fue investigado y terminó archivándose ya que se determinó que no hubo mala praxis, sino que murió en los márgenes de riesgo de cualquier cirugía de ese tipo.
