En la Primera Cámara del Crimen ayer comenzó a ayer juzgado a un taxista de 28 años acusado de haber violado el año pasado a dos jóvenes, una de ellas menor de edad, cuando las chicas se subieron al auto que conducía.
Las pruebas en su contra son contundentes, por lo que arriesga una severa condena.
Leonardo Andrada está imputado por abuso sexual agravado con acceso carnal por dos hechos ocurridos en setiembre del año pasado en el departamento de Las Heras, con menos de 48 horas de diferencia. Las víctimas fueron dos pasajeras de 15 y 18 años que, cada una a su turno, sufrieron vejámenes y amenazas en el interior del taxi (un Renault Logan) aditamento 137 que conducía el mencionado taxista.
El debate, al que no puede acceder la prensa por tratarse de un delito de instancia privada y por involucrar a menores, comenzó ayer por la mañana.
Según trascendió, durante la jornada declaró Andrada y también la menor de edad abusada, aunque ella lo hizo en cámara Gesell debido a su edad. Justamente, el caso de la adolescente ahora de 16 años es el que se juzga en esta oportunidad.
Este hecho ocurrió el domingo 14 de setiembre de 2014 por la madrugada. La chica esperaba transporte cerca de la línea 60 de Las Heras y se subió al taxi que pasaba ocasionalmente por ese lugar.
Engaño
La menor pidió ir al barrio Lihué de Guaymallén y a poco de comenzar el recorrido notó que el camino tomado no era el correcto. Poco después, en Aristóbulo del Valle y Segura, zona de El Borbollón, el taxista detuvo el auto y se pasó a la parte trasera del mismo.
Allí amenazó con pegarle un tiro, aunque nunca se supo si en verdad tenía un arma de fuego, y luego la abusó. Después la llevó hasta un descampado de El Borbollón, donde la abandonó previo robarle la cartera en la que llevaba algo de dinero, no una cifra significativa.
Dos días antes, una joven de 18 años había sufrido una situación similar.
A las 2.30 de la mañana, la adolescente de 18 años tomó el taxi en San Martín y Barraquero de Ciudad con intenciones de volver a su casa de Las Heras.
Cuando subió, el chofer le pidió que se sentara a su lado. En medio del recorrido, el conductor tomó por el Acceso Norte y bloqueó las cuatro puertas del auto. Luego se introdujo en la villa Junín y se detuvo en un descampado donde la abusó. Luego la llevó hasta Álvarez Condarco e Independencia de Las Heras.
Ambas denuncias recayeron en la fiscalía de Las Heras-Lavalle durante el turno de Darío Nora. A Andrada lo compromete la presencia de su ADN hallado en las ropas de las víctimas y el registro del GPS de su vehículo, que lo posiciona en el lugar y hora donde se produjeron los abusos sexuales.
Hoy continuará la segunda jornada con la presencia de nuevos testigos.