La diferencia entre un juguete artesanal y uno industrializado -dice Georgina Garis- es nada menos, que el amor y la originalidad con que los primeros se crean.
“Todos los productos están hechos en un ambiente de paz, son pintados y armados a mano con mucha dedicación”, comenta. En su puesto, la variedad de diseños y colores no es lo único que llama la atención: con sólo tener entre las manos cualquiera de sus creaciones, la calidad es el componente indiscutible.
Al igual que ella, los artesanos mendocinos y de otras provincias dedicados al área lúdica e infantil lucieron sus productos en el marco de la Feria del Juguete Artesanal, que tuvo lugar en el espacio Cultural Julio Le Parc de Guaymallén. Desde que comenzó la propuesta el jueves y hasta ayer inclusive, los stands brillaron con creatividad y mucho color.
Esta vez, compartieron los propios emprendedores, la convocatoria de público fue menor que en otras ediciones y por lo tanto, también las ventas. Entre las causas en declive de la concurrencia, los participantes mencionaron que influyó el corte de la calle Godoy Cruz y Mitre y eso dificultó el fácil acceso de posibles concurrentes.
Sin embargo, para ellos la oportunidad de mostrar sus productos siempre es bien recibida. “Es lindo poder intercambiar experiencias con artesanos de otras provincias, comentó Erica Leal que participó con su marca “Guadalupe”, dedicada a la fabricación de accesorios para niñas.
Georgina llegó con sus productos desde Merlo (San Luis). En su puesto, el color no sólo reluce en juguetes didácticos adaptados a las distintas edades, sino en rompecabezas, guitarras, bombos y piezas lúdicas hechas 100% a mano y en madera.
La misma pasión por entretener a los más pequeños es compartida por Verónica Gómez, quien a través de su emprendimiento de juguetes fabricados en tela “Ludotico” aporta una opción entretenida y totalmente adaptada para divertir a los más chiquitos.
Belén y Javier, los creadores de “Ediciones Membrillo”, también decidieron ofrecer sus productos en la feria. Los libros hechos de forma artesanal, con leyendas locales ilustradas forman parte de una producción original y pensada para el público infantil. “Nos ha ido bien, es la primera vez que participamos. La gente se interesa bastante por lo diferente”, comentó Belén.
Mientras observaba las diferentes propuestas, Marisa Bazán (45), junto a sus hijos Clara (11) y Francisco (9), se mostró sorprendida por la variedad de productos y diseños. “Si uno busca calidad, originalidad y precios, este es el lugar ideal. Aquí he encontrado cosas muy bellas para regalar a mis hijos y sobrinos”, comentó la mujer.
Que los chicos dejen volar la imaginación creando su propio personaje, es la idea que una vez pensó Patricia Fernández y que desde hace un año y medio concretó con su marca “Pez Globo”.Confecciona disfraces y máscaras de tela hechas con divertidos diseños.
El condimento extra es que cada producto cuenta con una etiqueta que si se entierra da vida a una planta y bajo el concepto de reutilización, cada disfraz cuente con su propia bolsita fabricada en tela. “Estamos muy contentas porque la gente se ha llevado artículos para todos los niños de su casa”, expresó Patricia.
