El fiscal Héctor Rosas imputó por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público a Claudia Terranova, quien fue directora del hospital de La Paz hasta fines de mayo, cuando el gobierno le pidió la renuncia, luego de que en la madrugada del lunes 19 de ese mes falleciera Nicolás Pedernera (61), un vecino paceño que no recibió auxilio en su casa porque la ambulancia que debía socorrerlo no tenía gasoil.
En ese momento, la novedad de una ambulancia que no salió de la guardia por falta de combustible, fue calificada por el Ministerio de Salud como "inadmisible" y por eso mismo pidió la renuncia a la directora y también al administrador, Omar Rosales.
La injustificada muerte de Pedernera desencadenó una serie de protestas de vecinos, que fue encabezada por familiares del fallecido y que salieron a cortar la ruta 7 para denunciar las graves falencias del hospital Illia que, en los últimos años, no sólo han sido estructurales o de recursos sino también de personal.
Por ese hecho se abrió un sumario administrativo a cargo del Ministerio de Salud pero, más grave aún, se inició una investigación penal del caso que costó la vida a Nicolás Pedernera. Ahora, los responsables del hospital en ese momento quedaron imputados por el fiscal Rosas, que pidió también el secuestro de los libros del hospital, para entender el movimiento y destino de los recursos asignados y que, además, citará a declarar a diversos testigos, con la idea de determinar si existieron o no otros responsables por la insólita situación de un hospital sin combustible para sus vehículos.
"Tanto Terranova como Rosales se abstuvieron de declarar ante el fiscal y ahora Rosas busca ir a fondo para establecer el por qué de las carencias del hospital de La Paz", explicaron desde la oficina del funcionario judicial: "Está claro que los principales responsables son la directora y el administrador, porque deberían haber contado con un plan alternativo y nunca quedarse sin combustible, incluso si no les fían en la estación de servicios, pero tal vez el asunto no termina allí y la cadena de responsables siga hacia abajo".
El hospital Illia recibe un promedio de 23.000 consultas anuales y desde hace años, el servicio atraviesa graves carencias. La habitual falta de ambulancias no es un problema nuevo, como tampoco la de especialidades básicas que no se brindan; además, el edificio tiene techos que se llueven, pisos que se hunden, un sistema eléctrico con 25 años de uso cargado de parches, baños que suelen estar clausurados y que ni siquiera fueron pensados para ingresar en ellos con una silla de ruedas. El Illia tiene 30 camas de internación y los inconvenientes son tantos, que hacen necesaria una solución de fondo, como lo es la construcción de un nuevo hospital.
Tras la salida de Claudia Terranova, el cargo de director quedó en manos de Edgardo Giménez, que llegó con la tarea de resolver la urgente falta de personal, entre ellos la necesidad de un nuevo pediatra, de un médico clínico para los consultorios, de otro más para la revista de salas y refuerzos para la guardia.
"El problema es que los médicos no tienen incentivo para venir a La Paz, porque un médico gana en su consultorio cuatro veces más que lo que cobra acá", contó Giménez a Los Andes hace poco tiempo y lo cierto es que el personal que atiende el Illia hace lo que puede, pero no es suficiente.
Nuevo edificio y mayor presupuesto
El hospital de La Paz, Presidente Arturo Illia, tiene un presupuesto anual de 30 millones de pesos y 27 de ellos se destinan al personal; con el resto, se lleva adelante al edificio y sus recursos, como el mantenimiento de las cuatro ambulancias, que hacen un promedio de 15.000 kilómetros mensuales y de las cuales sólo funcionan dos. "Una ambulancia para esta zona tiene una vida útil de cinco años y acá algunas ya pasaron los 15", cierra el actual director, Giménez.
La solución de fondo es la construcción de un hospital nuevo, una promesa que lleva años y que no sólo ha hecho el gobierno actual.
Al respecto, el Ministerio de Salud está en plena negociación para adquirir un terreno donde levantar un nuevo edificio. En 2012, el gobernador Francisco Pérez anunció, en una visita a La Paz, un presupuesto de 17 millones de pesos para levantar el nuevo hospital, monto que hasta ahora no se utilizó y que dos años después seguramente ha quedado chico.