Andrés Salvador Di Cesare (23), hijo de un empresario dedicado al transporte, fue detenido ayer por el asesinato de Julieta González (21), víctima de uno de los tres femicidios que conmocionaron la provincia recientemente y el único que no tenía sospechosos detenidos.
La joven maipucina había desaparecido el día de la primavera y su cuerpo fue encontrado días después en una ripiera de Cacheuta, cerca de la cárcel de Almafuerte.
Si bien, en principio se había señalado a una persona de unos 40 años como el posible autor del crimen, lo cierto es que los avances en la investigación determinaron que en el crimen estaría involucrado un joven maipucino con quien habría tenido una relación sentimental.
Se trata de Andrés Di Cesare, quien fue detenido ayer al mediodía en Alsina y Maza de Maipú (cuando salía de la empresa familiar) por efectivos de la división Homicidios.
De inmediato fue llevado en una móvil policial hasta el despacho de la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos.
Cámaras de seguridad e intervenciones de teléfonos habrían dado pistas a los investigadores sobre la presunta participación del detenido en la muerte de la joven.
Trascendió que el registro de unas cámaras de la zona de la destilería serían un prueba que ubicaría a Di Cesare en la zona donde primero se encontraron pertenencias de Julieta y, luego, su cadáver.
Según informaron en el Ministerio Público Fiscal, hoy Claudia Ríos podría imputar al sospechoso y los delitos posibles van desde el homicidio simple al femicidio.
Por lo pronto, el joven está detenido y comunicado en una comisaría de Capital. Durante esta jornada se presentará ante la Justicia con su defensor, aunque no está confirmado si tras la imputación declarará o se abstendrá de hacerlo.
Ayer por la tarde, la fiscal ordenó varias medidas, entre ellas un allanamiento a una casa de Maipú, que tendría relación con el sospechoso.
El caso
La desaparición de Julieta fue denunciada por su madre el 21 de setiembre pasado, el mismo día que desapareció Janet Zapata(29). Ambos femicidios conmocionaron a la sociedad, junto con el de Ayelén Arroyo, presuntamente asesinada por su padre.
La joven había sido dejada en el lugar, atada de pies y manos, muy cerca de la zona donde, días antes se había encontrado una campera y un bolso que le pertenecían.
Según los investigadores, Julieta estuvo cautiva en alguna parte hasta que la mataron a golpes; el mortal le fue propinado en la cabeza con un objeto no identificado.
La madre de la joven -una policía que trabaja en la comisaria Décima, llamó durante la tarde y noche del 21 al celular de su hija y nadie la atendió. En cambio el 22 le respondieron, aunque escuchó una voz femenina que decía "cortá". Desde entonces nada se sabe del celular.
