Icono antiterrorista: volvió a Alemania el “avión del terror”

El gobierno germano repatrió la nave Landshut, que estaba abandonada en Brasil. El 13 de octubre de 1977, el vuelo 181 de Lufthansa fue secuestrado por un comando del Frente de Liberación de Palestina.

El Landshut, el avión secuestrado en 1977 en nombre de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), abandonado en Brasil desde hacía una década, llegó a Alemania ayer para convertirse en una pieza de museo y en un símbolo de la resistencia frente al “terrorismo”.

“El otoño alemán”, un sangriento período de atentados de la extrema izquierda en Alemania, culminó cuando el vuelo 181 de Lufthansa fue secuestrado el 13 de octubre de 1977 por un comando del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), que pedía la liberación de miembros de la Fracción del Ejército Rojo, la “banda” de Andreas Baader.

Para celebrar los 40 años de los hechos, Alemania decidió traer el Landshut a su territorio desde Brasil, donde el avión se estaba oxidando sobre la pista del aeropuerto de Fortaleza, en el noreste del país.

Demasiado deteriorado como para volar por sí mismo, el Boeing 737-200 fue transportado por aire por dos mastodontes de diseño soviético, un Antonov-124 y un Iliushin-76, hasta la ciudad de Friedrichshafen, en el suroeste de Alemania, donde será exhibido a partir de 2019, tras ser restaurado.

Con este fin fue desmontado este mes de setiembre en Brasil.

Centenares de personas asistieron a la descarga de la nave en Friedrichshafen, Alemania, a orillas del lago Constanza, entre ellas uno de los policías alemanes que liberó a los rehenes.

“Es estupendo que el Landshut esté aquí, hubiera sido extraño dejar que cayera en el olvido” explicó el agente, Aribert Martin, a la emisora regional SWR.

Símbolo olvidado

“Es el símbolo viviente de una sociedad libre que rechaza ceder al miedo y al terror”, explicaba, refiriéndose al avión, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, cuyo gabinete compró la aeronave por 20.000 euros.

Tras ser vendido por Lufthansa, el avión pasó por varias manos antes de terminar en Brasil, propiedad de una compañía que ni siquiera conocía su pasado.

El vuelo 181 y sus cinco miembros de la tripulación debían llevar a 86 pasajeros de Palma de Mallorca, en España, a Fráncfort. Pero cuatro militantes del FPLP lo secuestraron para obtener la liberación de 11 miembros de la RAF.

El avión efectuó un viaje errático de cinco días que lo llevó a Roma, Lárnaca (Chipre), Baréin, Dubái, Adén y Mogadiscio, por la necesidad de los secuestradores de ganar tiempo para las negociaciones y por las nenecesidades de recargar combustible.

El 16 de octubre, en Adén (Yemen), corrió sangre por primera vez. El capitán Juergen Schumann es forzado a arrodillarse ante la mirada de los pasajeros y es ejecutado a sangre fría.

Sangriento 18 de octubre

El gobierno alemán exhibió su firmeza y no cedió a las reivindicaciones de los secuestradores, que sin embargo amenazaron con matar también a Hanns-Martin Schleyer, entonces presidente de la asociación de industriales alemanes, raptado cinco semanas antes por la RAF.

El 18 de octubre de 1977 el periplo llegó a su fin en Mogadiscio. Una maniobra de distracción logró que dos de los secuestradores entraran en la cabina, lo que facilitó el asalto del avión por parte de la unidad de élite alemana GSG-9. Los rehenes fueron liberados sanos y salvos.

Tres de los secuestradores fueron abatidos. Horas más tarde, Andreas Baader, líder del RAF, fue hallado muerto en su celda con un tiro en la cabeza, y también aparecieron muertos sus compañeros Jan Carl Raspe y Gudrun Ensslin. Una cuarta integrante de la banda, Irgard Möller, sobrevivió a las cuchilladas que ella mismo se inflingió.

La investigación oficial concluyó que eran suicidios, pero aún subsisten las teorías de todo tipo.

Por su parte, el cuerpo de Schleyer fue hallado en Mulhouse (este de Francia) al día siguiente del fracaso del secuestro del avión.

Trasfondo político

El secuestro del avión y la liberación posterior de los rehenes en la denominada “operación Feuerzauber” (operación “fuego mágico”), gracias al asalto del grupo antiterrorista de élite alemán GS-G9, creado por Hans- Dietrich Gensche a raíz de la matanza en las Olimpiadas de Múnich en 1972, y considerado como el mejor del mundo, forman parte del denominado “Otoño Alemán”

Fueron dos meses, setiembre y octubre de 1977, en los que la República Federal Alemana se vio salpicada por una serie de ataques terroristas a cargo del grupo terrorista Ejército Rojo (RAF, por sus siglas en alemán.

Este atentado se dio en estrecha conexión con el secuestro de Hanns Martin Schleyer, en ese entonces presidente de la Confederación Alemana de Patronales, por parte de la RAF un mes atrás.

Dado que el canciller federal Helmut Schmidt se negaba a ceder a la exigencia de los secuestradores de intercambiar a camaradas presos por Schleyer, la RAF decide emprender un nuevo atentado, esta vez de mayores consecuencias, para presionar más al gobierno federal. Es así como, en cooperación con el FPLP, planean el secuestro del avión. Dos años antes ya se había producido una colaboración germano-árabe similar para perpetrar el atentado terrorista contra la sede de la OPEP en Viena en 1975.

La exitosa liberación de los rehenes y la muerte de los secuestradores en Mogadiscio provocó el suicidio desesperado de los terroristas de la cúpula de la RAF presos, Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan-Carl Raspe, en la que se conoce como la “Noche de Stammheim”. A consecuencia de esto, la RAF asesina inmediatamente a Hanns Martin Schleyer en venganza, aunque sin beneficio alguno y con la pérdida de algunos de sus miembros más importantes. Fuente: Wikipedia

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