Historial desalentador para apelar ante la FIFA

La sanción de 4 fechas que FIFA impuso a Messi por insultar a un árbitro asistente en el partido vs. Chile no es la primera que se dicta de oficio. La severidad con la que se castigó al capitán argentino es parte de la base de la apelación de AFA.

La intención es que se reduzca a dos juegos la pena, para que La Pulga juegue la última doble fecha de Eliminatorias. Ahora bien, ¿cómo les fue a quienes apelaron  un fallo FIFA? La respuesta arroja resultados dispares y el pronóstico para Messi y Argentina no es alentador.

En los últimos años fueron varios los sudamericanos que sufrieron el rigor de FIFA. En el Mundial de Brasil, en un partido entre Uruguay e Italia, Luis Suárez mordió a Giorgio Chiellini, pero su inesperada reacción no fue vista por el árbitro del partido, por lo que no fue expulsado. Dos días después, se conoció la suspensión de 9 partidos y cuatro meses, a través de la Comisión Disciplinaria de la FIFA.

La Asociación Uruguaya logró bajar de nueve a ocho esa prohibición, aunque nada pudo hacer los cuatro meses alejado de cualquier actividad futbolística, que sufrió principalmente Barcelona.

Un año después, en 2015, el que se sometió a la vara de la justicia de la FIFA fue Neymar. Corría la Copa América de Chile y Brasil debía medirse con Colombia por la fase de grupos. Con el partido concluido con triunfo para los de José Pekerman 1-0, el brasileño le dio un cabezazo a Murillo y vio la roja directa.

Entonces, la Conmebol le dio cuatro fechas y, como el equipo de Dunga fue eliminado, la sanción se estiró hasta los dos primeros partidos de estas Eliminatorias. Aunque la Confederación Brasileña apeló porque se trataba de otro torneo, FIFA mantuvo el castigo.

Por los cuartos de final de esa misma competencia se produjo un hecho que causó indignación: Edinson Cavani sufrió la provocación de Gonzalo Jara, quien le metió un dedo en la cola al delantero del PSG. El uruguayo reaccionó y vio la roja. El Tribunal de Disciplina de la Conmebol actuó de oficio y sancionó al chileno con tres fechas. Lejos de protestar, la ANFP chilena acató la sanción.

El 17 de noviembre de 2015, ante Uruguay por Eliminatorias, la FIFA volvió a apuntarle a Chile. Eduardo Vargas fue capturado por la transmisión oficial elevando el dedo medio de su mano izquierda a los hinchas locales y recibió dos fechas, en tanto que Jorge Valdivia vio la roja directa por insultar al árbitro y por eso le dieron cuatro partidos.

El año pasado, y en el caso más parecido al de Messi, otro chileno fue sancionado. Por las Eliminatorias, vs. Paraguay, Gary Medel insultó al árbitro argentino Néstor Pitana, quien -además de expulsarlo- lo reportó en su informe, donde indicó que le dijo “Argentinos hijos de mil putas”. Por eso, de oficio, el defensor fue sancionado con cuatro fechas.

“No puedo estar más que conforme con el procedimiento, porque se mide con la misma vara, que es a lo que aspiramos todos. Lo de Messi me recuerda al caso de Valdivia ante Uruguay y Gary en Paraguay”, dijo Hugo Muñoz, presidente de la ANFP.

Más atrás en el tiempo, se recuerdan: concluido el Brasil-Paraguay (2001), José Luis Chilavert escupió a Roberto Carlos y fue sancionado de oficio con 4 partidos. Meses después, el Comité de Apelaciones observó un video y revisó otra documentación presentada y le redujo la sanción a tres fechas.

Antes, en un partido frente a Brasil por las Eliminatorias de ‘90, el arquero chileno Roberto Rojas fingió una herida por una bengala y el partido se suspendió.

Pero cuando FIFA descubrió que en realidad el jugador se había cortado con una hoja de afeitar, resolvió que el seleccionado brasileño se clasificara a Italia, que Chile no pudiera jugar las Eliminatorias rumbo al Mundial ‘94 y que Rojas fuera sancionado de por vida.

Apoyo del Barcelona

“El club considera injusta y totalmente desproporcionada la sanción de cuatro partidos finalmente impuesta al jugador argentino”, afirmó el Barça en un comunicado. “Por último, el FC Barcelona quiere reiterar su apoyo a Lio Messi, deportista ejemplar por su conducta dentro y fuera de los terrenos de juego”.