Guardavidas piden que Mendoza adhiera a la Ley Nacional

En la provincia no hay regulación sobre esta profesión de alto riesgo. Piden que la Legislatura apruebe un proyecto provincial de adhesión a la norma.

En las urgencias y en aquellos lugares a los que no todos llegan para salvar vidas, ellos están presentes. Gracias a su vocación y compromiso con la tarea de cuidar a grandes y chicos mientras disfrutan del agua, los guardavidas prestan  su servicios en clubes, escuelas de verano, espejos de agua y todo sitio donde la prioridad es disfrutar del placer de  nadar, realizar un deporte acuático o simplemente chapotear.

Sin embargo, aunque esta es una especialidad que requiere de mucha formación y entrenamiento, lo cierto es que en Mendoza la actividad aún carece de una regulación adecuada. Para revertir eso, los integrantes de la Asociación Mendocina de Guardavidas, Rescatistas

Acuáticos y Afines (Amgraa) recolectaron firmas en  Peatonal Sarmiento y San Martín. Su objetivo: pedir el apoyo de los mendocinos en la necesidad de que la provincia adhiera a la Ley Nacional  N°27155, promulgada en julio de 2015 para regular el ejercicio profesional de los guardavidas.

Miguel Villareal es integrante de la entidad y profesor de Educación Física. Junto a sus compañeros estuvo en pleno centro concientizando sobre la situación a quienes iban pasando por la carpa, detalló que en la Legislatura provincial se encuentra un proyecto para adherir a la Ley nacional, pero que nunca prosperó.

Uno de los aspectos que va en detrimento de los profesionales que trabajan salvando vidas consiste en que al no estar legislada, dentro de esta actividad existe la competencia desleal. “Un privado puede contratar a cualquiera para que cubra un determinado lugar y temporada.

Como no hay demasiado control se puede plantear un riesgo para las personas en general y a la vez  va en detrimento de nuestra fuente laboral”, explicó Villareal. De hecho, hasta ahora, el trabajo de los socorristas no está reglamentado ni cuentan con un sueldo básico establecido.

Muy capacitados

En la actualidad, la especialidad se estudia en el Instituto de Educación Física (IEF), a la que recientemente se sumó una sede en Rivadavia. Desde ambas instituciones egresa un mínimo de 30 guardavidas por año que luego se desempeñan en los principales espejos de agua, como el Carrizal, Potrerillos y la “playita” del río Mendoza, en  Luján de Cuyo, entre otros sitios habilitados. Las capacitaciones, además de ser permanentes, incluyen pruebas en zonas de mar.

Entre los conocimientos y destrezas que deben alcanzar para brindar un servicio de calidad figuran, además de las relacionadas a su desempeño como nadadores, la capacidad para desenvolverse con personas con riesgo de muerte. Ellos, de hecho, son quienes efectúan las maniobras básicas de resucitación Cardio Pulmonar (RCP) y practican primeros auxilios.

Su experiencia es revalidada todos los años ante Náutica, el Instituto de Educación Física y la escuela de Guardavidas, donde deben rendir un examen para poder seguir ejerciendo su profesión.

Una norma completa

La Ley nacional a la que ellos solicitan de manera urgente la adhesión provincial plantea numerosos ejes relacionados a la actividad, considerada de alto riesgo. Además de regular la profesión y su ejercicio, plantea la incorporación de premisas básicas que deben aplicarse a todo el ambiente acuático.

Éstas son, por ejemplo, la de considerar y reconocer al guardavidas acuático “como personal capacitado para la protección y resguardo de la vida humana”, como así también disponer de las funciones  y responsabilidad al realizar su trabajo. Pero además, la norma nacional viene a poner de relieve la responsabilidad de los organismos públicos y privados en los que los/as profesionales presten estos servicios de protección.

Lo mismo rige para los propietarios de instalaciones relacionadas al ambiente acuático. Ellos, de hecho, son quienes deben responder por el desempeño de la persona que contratan.

En ese sentido, la ley da detalles sobre las obligaciones de los empleadores en relación con los guardavidas e incluso  postula la creación del Registro Nacional Público de Guardavidas, de manera que los contratantes puedan conocer la habilitación pertinente del personal.

Otro aspecto que detalla la ley vigente es el de establecer las características de equipamiento y la vestimenta que deben tener a disposición los guardavidas de acuerdo a los diferentes ambientes acuáticos donde trabajen. Al igual que las sanciones para quienes no cumplan la reglamentación, este punto debe ser resuelto por cada provincia.

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