Grupos CREA: incorporar tecnología, el desafío para 2017

Desde los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola se asiste a 70 productores vitícolas y bodegueros en la provincia. Cosecha mecánica y Lobesia botrana, en la agenda de este año.

Tractores que pueden  manejase solos con pilotos automáticos, cosechadoras que recogen en un día el trabajo de 10 días de labor de una cuadrilla de hombres, fumigadoras que hacen su trabajo automáticamente en sitios específicos de los campos donde encuentran malezas.

La descripción no es de ninguna película de ciencia ficción sino que es la tecnología que ya funciona en otras partes del país y quiere también llegar con fuerza a Mendoza.

Para los grupo CREA que en la provincia, están conformados por diez o doce empresarios del sector agropecuario que se reúnen para compartir experiencias y colaborar mutuamente en la toma de decisiones, conseguir tecnología es uno de los desafíos que tienen que enfrentar la industria.

Sin duda y como expresa Alejandro Elsztain, el líder de Cresud, “los nuevos productores serán cada vez más tecnológicos”.

Sin embargo, en el campo mendocino enfrentan un 2017 con desafíos evidentes donde el objetivo es siempre elevar la productividad en todas y cada una de las etapas productivas e industriales.

Un empresario histórico de los CREA en Mendoza es Juan Viciana, quien explicó brevemente qué significa ser parte de esta organización de corte totalmente privado.

“Si bien mayoritariamente los CREA en la provincia agrupan a los empresarios vitivinícolas, hay otros sectores como la olivicultura.

Tampoco agrupa a empresarios grandes, aquí es posible encontrar todo tipo de tamaño comercial. Hay una gran diversidad de actores donde todos buscamos ser eficientes con productos altamente competitivos”, explicó Viciana.

Una vez al mes los empresarios se reúnen y visitan junto  al coordinador de CREA a alguna firma del grupo. En una jornada intensa se analiza a la empresa para luego al finalizar la jornada se sugieren aspectos a mejorar en la gestión, organización, comercialización o bien en el área técnica.

La agenda de 2017

Fernando Ruiz Toranzo, quien es el representante regional de CREA,  asiste junto a su equipo a 70 hombres del mundo del vino, entre productores y bodegueros de Mendoza y conoce de primera mano los desafíos del sector.

“Veníamos de años donde lo que se buscaba era sobrevivir a las condiciones adversas del clima económico comercial como también de los embates de la naturaleza”, reflexiona Toranzo. Este año la presencia mayoritaria de Lobesia botrana marca el desafío fitosanitario del presente año.

“Es una plaga donde la comunidad científica, pública y privada, organismo como el IN TA y Senasa debemos articularnos para al menos tenerla en un umbral que no dañe la uva”, explicó Toranzo.

Este desafío de mantener a raya una plaga tan dañina debe profundizarse según el especialista de CREA, entre todos los organismos públicos y privados de la provincia durante este año. “De nada sirve que un productor utilice toda la tecnología para aplacar la lobesia y a unos metros vecinos hay viñedos con plaga, no vale un esfuerzo en solitario, sino que debemos construir  una barrera de protección entre todos”, aclaro Toranzo.

Otro de los ejes que trabajados junto a los productores y bodegueros es la cosecha mecanizada.

“Nadie discute su eficiencia. En un día se hace todo el trabajo de 10 jornadas y además permite no ser dependiente de la mano de obra humana, que muchas veces  no se consigue o le falta capacitación”, explicó Toranzo.

Sin embargo antes de llegar a una mecanización del agro total, al menos en vid, hay desafíos que sortear como ciertos limitantes.

El desafío común

Tomando en cuenta variables comerciales, organizaciones y técnicas, una vez al mes una empresa del grupo es visitada para ser rigurosamente estudiada por sus pares y expertos.

El valor agregado es que en una jornada muy intensa el empresario anfitrión expone sus problemas para luego recibir recomendaciones y sugerencias de  sus pares. “Si sumamos en promedio que cada empresario puede tener 20 años de experiencia, resulta que en un día, la firma anfitriona tiene el feedback de 200 años de experiencia que surge de la sumatoria de años de sus propios colegas del rubro”. detalló Viciana.

Ante la pregunta sobre cuál es el principal problema que se repite en las empresas locales, Viciana fue categórico y dijo que es la escasa posibilidad de ofrecer desarrollo personal a sus colaboradores.

“Si una empresa no ofrece posibilidades de crecimiento desde el repartidor hasta el más poderoso de sus inversores, siempre va a obtener personas desmotivadas y por lo tanto la productividad que obtienen es baja en cada una de las instancias del negocio. Es sentido común pero lamentablemente no se aplica en la práctica”, sintetizó.

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