Gente de la Red vs Gente del Muro

Pareciera haber surgido en los Estados Unidos una nueva polaridad de la que forman parte indistintamente simpatizantes de los dos grandes partidos: Demócrata y Republicano.

Por Thomas  L. Friedman - Servicio de noticias  The New York Times © 2016

Sí, estamos teniendo una elección nacional justo ahora. Sí, hay dos partidos contendiendo. Pero no, no son los dos partidos que usted cree. No es “demócratas” vs “republicanos”. Esta elección es realmente entre la “Gente del Muro” y la “Gente de la Red”.

El principal enfoque de la Gente del Muro es encontrar un presidente que apague el ventilador -los violentos vientos del cambio que están azotando ahora a cada familia- en su lugar de trabajo, donde máquinas amenazan empleos administrativos y fabriles; en sus barrios, donde están llegando muchos más inmigrantes de diferentes religiones, razas y culturas; y globalmente, donde personas enojadas y súper empoderadas ahora están matando a inocentes con perturbadora regularidad. Ellos quieren un muro para detenerlo todo.

El deseo de la Gente del Muro de parar el cambio pudiera ser poco realista, pero, siendo justos, no solo se trata de raza y clase. Es también sobre un anhelo de comunidad -sobre “casa” en el sentido más profundo- una sensación de que las cosas que nos anclan en el mundo y suministran significado están siendo barridas, y por lo tanto ellos están en busca de alguien que detenga esa erosión.

Hay dos candidatos atendiendo a la Gente del Muro; Donald Trump, quien hace alarde de que él es “El Hombre” que puede detener los vientos con un muro, y Bernie Sanders, quien promete detener los vientos poniéndole fin a nuestros grandes tratos de comercio global y derribando a “El Hombre”... los millonarios, milmillonarios y grandes bancos. No veo cómo pudiera el país solventar los planes de cualquiera de ellos, pero tienen un sencillo atractivo de tipo visceral, y hay una superposición entre ellos.

La Gente de la Red entiende instintivamente que tanto demócratas como republicanos en buena medida arman sus plataformas en respuesta a la Revolución Industrial, el New Deal y la Guerra Fría pero actualmente un partido del siglo XXI necesita construir su plataforma en respuesta a las aceleraciones en tecnología, globalización y cambio climático, que son las fuerzas transformando el lugar de trabajo, la geopolítica y al mismo planeta.

Como tal, el instinto de la Gente de la Red consiste en acoger el cambio en el paso del cambio y concentrarse en darle poder a más gente, para que sea capaz de competir y colaborar en un mundo sin muros. En particular, la Gente de la Red entiende que en tiempos de cambio acelerado, los sistemas abiertos siempre son más flexibles, resistentes y adaptables y propulsivos; ofrecen la oportunidad de sentir y responder primero al cambio.

Así que la Gente de la Red favorece más expansión comercial, siguiendo los contornos de la Sociedad Transpacífica, y más inmigración controlada que atrae las mentes más energéticas y brillantes, así como más vehículos para el aprendizaje de por vida.

La Gente de la Red también entiende que si bien queremos impedir otro brote de imprudencia en Wall Street, no queremos impedir que se corran riesgos, lo cual es el motor del crecimiento y del sentido emprendedor.

Debido a que el Partido Republicano (GOP) estuvo fuera de la Casa Blanca durante los últimos ocho años, la base y dirigencia del partido son los menos comprensivos del mundo en el que estamos viviendo. Es por eso que el GOP se fracturó primero y la razón por la cual algunos republicanos de la Gente de la Red, particularmente del mundo de negocios, están ya sea dejando de participar de esta elección o votando por Hillary Clinton.

Habiendo sido secretaria de Estado, Clinton ha estado tocando al mundo. Ella sabe que Estados Unidos tiene que erigir su futuro sobre una plataforma de Gente de la Red, lo cual fue articulado por primera vez por su marido, Bill, y, hasta ahora, es articulado de mejor forma por él. Sin embargo, Clinton no ha demostrado el coraje de las convicciones de su marido.

Así que, en vez de atacar a Gente del Muro en su partido -y decirle a Sanders: “El socialismo fue la respuesta equivocada para la era industrial, así que seguramente no es la respuesta correcta para la era informática”- ella está cambiando el rumbo hacia Gente del Muro.

Se está oponiendo a cosas que ella ayudó a negociar, como el acuerdo de comercio del Pacífico, y ofreciendo más beneficios del gobierno pero absteniéndose de decirle a la gente la verdad más dura: que para estar en la clase media, ya no basta con meramente trabajar arduamente y seguir las reglas. Para tener un empleo de toda la vida hace falta que usted aprenda durante toda la vida, elevando constantemente su nivel.

Sin embargo, hay que reconocerle que ella eligió a un gran compañero de fórmula, el senador Tim Kaine, Persona de la Red que tiene alma.

Albergo la esperanza de que, por el bien del país, gente republicana de la Red, con el tiempo, se una al Partido Demócrata y lo incline hacia un partido de la Red compasivo de centro-izquierda para el siglo XXI.

Eso sería un partido susceptible a las necesidades de personas trabajadoras, apreciativo del poder de anclaje de comunidades saludables, pero comprometido con el capitalismo, libres mercados y comercio abierto como los vitales motores del crecimiento para una sociedad moderna y para suministrarle a cada estadounidense las herramientas de aprendizaje para volver realidad su potencial.

No veo oportunidad alguna de que el GOP se convierta nuevamente en un partido de centro-derecha en un futuro cercano. El Tea Party, Trump y el noticiario de Fox han hecho que su base esté demasiado enojada y desconectada de la realidad.

Así que todo depende de la coalición que Clinton forme. Si Estados Unidos va a prosperar en el siglo XXI, necesitamos con desesperación una coalición que pueda gobernar de manera inteligente en esta era de cambio acelerado. Clinton tiene una oportunidad de romper no solo con límites laborales para las mujeres sino también los rígidos muros que han dividido a nuestros dos partidos políticos. Si ella puede lograr eso, hará que ser la primera presidenta de EEUU sea lo segundo más importante que ella hace.

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