Gabo Ferro: el libro del hechicero

Solo, jugando con sus cuatro guitarras en el piso, dirige la mirada hacia la joya de su biblioteca, cuatro paredes forradas de tres mil quinientos libros. “Es el manual de tercer grado de mi papá. Se llama 'El lector americano' y él le ha puesto su nombre con letra de nene.

Me emocionó reencontrarlo”, dice Gabo Ferro en la planta alta de la casa familiar de Mataderos donde ha montado su estudio. A cinco años de la muerte de su padre, el hallazgo del texto escolar para aprender a escribir coincidió, curiosamente, con la decisión de armar su primer poemario.

Y con otra cosa: la edición de la antología que reúne las letras de sus canciones bajo el título de “Costurera/carpintero”, con prólogo de una de sus poetas preferidas: Diana Bellessi.

De hecho fue ella, entre otros escritores, quien le insistió para arriesgarse finalmente a la publicación de poesía. “Y el desafío era ése: si yo era capaz de escribir algo que diera poema y no directamente letra de canción”.

Pero como la cabeza de Gabo Ferro necesitaba para eso una ingeniería poética que lo alejara de toda ñoñez, decidió aventurarse en un formato duro, un andamiaje textual y lúdico.

- Recetas...

- Leí miles.

- ¿Pero de qué tipo?

- De todo lo que te podás imaginar: hechicería medieval, magia china, química, cocina, perfumería.

Claro que toda receta tiene una intención. O es para atraer a un amor o para preparar una torta. Sin embargo, en este “Recetarario panorámico...” se deja abierto el resultado al lector.

Por ejemplo ésta: “Poner la fruta frente al espejo/ Azucarar la sombra de la fruta/ El espejo comenzará a encarnarse/ Soplar si arde o suelta las estrellas/ Romper contra los ojos algunas vainas de vainilla y olerlas/ desde el lago/ Mirar arriba desde abajo/ Pronunciar su nombre por lo alto/ Enfriarlo”. O esta otra:  “Asfixiar doce huevos en un hombre agobiado en licor de ciruela/ Olvidarse del hombre/ Cubrir todo el espacio con bálsamo aterrado/ Coserle las dos puntas para los mismos lados, para arriba y/ Abajo/Que drene lo sangrado/ Hacer morcillas dulces/ Refritar todos los escenarios hasta hacerlos amargos/ Puede el hombre olvidado servirse solo o con pasas; pero /siempre pasado.”

En la Introducción, Ferro explica su visión de alquimista: “el universo mismo se presenta como una cocina perpetua atravesada por la naturaleza y la cultura”. Y por eso sus pociones llevan el perfume de la sinestesia. Continúa: “el recetario está más interesado en los detalles del proceso y del paisaje que en el fin de su viaje (.) Llegar es estático. Aquí se disfruta más la capacidad de estirarse que la de poder alcanzar.”

Este Hermes de Mataderos es, además, un Orfeo constante. Así que de su poesía saltamos a su último disco: “El lapsus del jinete ciego”.

- Título para psicoanalizar...

-Es muy simbólico, sí. Y para apoyar esta idea voy a decir que reúne lo que he compuesto desde diciembre hasta ahora.

- Entonces podemos jugar a adivinar quién es el jinete ciego...

Ríe y dobla la apuesta: “Los historiadores no pueden escribir sobre la actualidad como los periodistas. Necesitamos perspectiva. Así que lo que hice fueron canciones que son como fotos sensibles de lo que estaba pasando. El jinete es el símbolo de la cultura (la doma, la dirección) y el caballo es la naturaleza que galopa. Pero aquí el jinete está ciego...”

- ¿Y el caballo se cae al abismo?

Otra vez ríe. “No, no cae. No hay que olvidar que el caballo ve. Y que la naturaleza puede decidir. Hay un mensaje esperanzador”.

- ¿Y tu escritura de la historia?

- Bueno, he vuelto a mi viejo amor: el rosismo.

Recordemos que el primer libro que editó como historiador se llamó: “Barbarie y civilización: sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas.

” Confiesa que hay algo en ese período que le fascina. “Estoy estudiando una cantidad de relatos sobre el degüello y los degollados de aquellos tiempos”.

Cuando se lanzó a escribir historia cultural, ya Gabo poetizaba -como los antiguos rapsodas- con la historia. Es que siempre han convivido en él el músico, el historiador, el juglar, el trashumante.

La última receta lo explica: “Todo lo que está a gusto da buen gusto”. De eso se trata, del sabor amargo y sublime del día a día, del jugo del desamor y la pulpa del deseo. Un cóctel para “mudarse a vivir al pensamiento”.

Aqui, en su presentación de “Recetario Panorámico Elemental Fantástico & Neumático” en la Feria del Libro de Mendoza, habrá también un poco de todos. Un espectáculo performático (poesía y música) donde nos invita a meternos en la cocina del hechicero.

“Recetario panorámico, elemental, fantástico y neumático” (Ciclo 3) remeda las portadas de los tratados medievales. “Aquí cada receta transcurre sin saber adónde conduce. Este recetario está más interesado en los detalles del proceso y del paisaje que en el fin de su viaje. Aquí el gusto y el disfrute se manifiestan en ese transcurrir y no en la ansiedad por arribar”, dice el autor.

“Costurera carpintero” (La Marca) reúne las letras de sus canciones. Sobre estas líricas habla, en el prólogo, Diana Bellessi: “La poesía de Gabo Ferro es la poesía de un mago. Alguien que puede hacer de las palabras siempre algo imprevisto. Hablar del mal y convertirlo en bien, hablar del bien y convertirlo en dolor. Por eso, en sus poemas suceden cosas extraordinarias.”

Ficha

Gabo Ferro presenta 
"Recetario panorámico, elementar, fantástico & neumático". Lectura y música.
Día y hora: jueves 15, a las 19. Lugar: Espacio Le Parc