Fruticultura: mala temporada para la pera mendocina

Al magro pronóstico de cosecha de la pera local se ha sumado una baja expectativa comercial, que ha terminado por destruir el negocio de la fruta de pepita en la provincia. Según datos del IDR, Mendoza tiene unas 3.195 hectáreas cultivadas con pera, de las cuales se esperaban que tuvieran una producción promedio de unas 41.946 toneladas, 52% menos que la temporada anterior.

Además, al problema del volumen se le sumó el poco interés de Brasil por comprar productos mendocinos.

Desde la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas (Aspeff) aseguraron que la temporada ha sido tan mala que solo han logrado enviar a Brasil unos 20 camiones, o sea 20 mil a 22 mil kilos de fruta. “Ha sido un año muy malo para la pera. Si desde el gobierno provincial o nacional no se acompaña al sector de alguna forma, esta es una industria que está en vías de extinción”.

Así mismo, el gerente de Aspeff indicó que “un año normal para esta altura ya teníamos enviados a Brasil 100 camiones. El nuevo sistema de mitigación de riesgo ha hecho que muchas empresas no quieran mandar a ese destino. Además Brasil está con ofertas más bajas de peras de Europa y también chilenas”.

Por su parte, Omar Carrasco de la Unión Frutihorticola de Mendoza. “Todo lo que ha sido pepita y carozo ha tenido un mal año y está complicado. Y las perspectivas no son alentadoras.

Datos de ProMendoza grafican la caída de este producto en menos de 5 años.

Así las cosas mientras que en 2012 se exportaban unos 15,3 millones de kilos de pera a 8 destinos. En 2016 los envíos se redujeron a 3,8 millones de kilos, lo que significa una caída del 75% en volumen.

Situación similar en el sur del país

La producción argentina de peras y manzanas se redujo un 42% en los últimos 5 años y esto provocó reducciones igualmente significativas en el consumo doméstico de esas frutas y en las exportaciones, de acuerdo a las cifras de la Federación de Productores del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, que prevé una prolongación de esta crisis durante la temporada 2017, que acaba de iniciarse.

El trabajo precisó que la oferta de peras y manzanas se redujo desde 1,74 millones de toneladas en la cosecha 2011 a 1,01 millones en la última campaña y esta caída de la producción, del 42%, tuvo impacto directo en todos los negocios vinculados a esa producción.

Así fue que las exportaciones de esas frutas cayeron de 676.000 toneladas a 429.000 toneladas en el lustro considerado, mientras que las remesas al mercado doméstico se redujeron de 365.000 a 310.000 toneladas, y los envíos de fruta de descarte a la industria de jugos se achicaron de 704.000 toneladas a sólo 272.000 toneladas, es decir a menos de la mitad.

La Federación de Productores del Alto Valle, que acaba de elegir como presidente a Sebastián Hernández, advirtió que esta contracción se originó por la confluencia de varios factores, entre los que citó los bajos precios, los costos altos en dólares, la menor calidad de la fruta, el atraso cambiario y la alta presión fiscal, además de las recientes dificultades para exportar a Brasil, que fueron subsanadas recién en la campaña 2016.

"Por ahora, ni la eliminación del 5% en retenciones ni los reembolsos por puertos patagónicos del 7% ayudaron a mejorar la rentabilidad de la actividad. El aumento de los costos en dólares desde 2009 ha sido muy fuerte, y se suma a la caída de los precios, poniendo al sector en jaque", indicó el informe, que advirtió que la región necesita "acciones combinadas entre el sector público, las instituciones intermedias y los mismos productores para salir de la crisis actual".

Respecto de la cosecha que se inició en las últimas semanas, la Federación evaluó que las perspectivas son "bastantes malas para las peras y moderadas para la manzana".

Por un lado hay problemas generalizados de calidad por las heladas y las tormentas de granizos que afectaron esta zona productiva de algo más de 40.000 hectáreas irrigadas.

"Se prevé que sólo entre 30 y 35% de lo producido llegará en óptimas condiciones comerciales al galpón de empaque", se advirtió.

En el caso de la pera, además, “la recolección la encuentra con precios por debajo de los costos de producción y a la industria con altos niveles de stock de la temporada pasada”.

Para la manzana, las perspectivas son algo más alentadoras, "simplemente porque se espera que los precios se mantengan en los mismos niveles del año pasado, con una producción levemente por encima", se explicó.

Marcelo Loyarte, de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), que agrupa a los empaques y exportadores del Alto Valle, aseguró que “en el caso de manzanas, la expectativa es volver a recuperar terreno en el mercado de Brasil”.

Pero coincidió con los productores en que “nuestros costos en dólares son altos, y si bien el año pasado hubo un ajuste del tipo de cambio, el ajuste terminó con una alta tasa de inflación, por lo que volvimos a estar en un terreno de falta de competitividad”.