Advertencia por la falta de especialistas médicos

Representantes de las facultades públicas de Medicina de todo el país se reunieron en la UNCuyo para coordinar estrategias. También destacan que hay una distribución desigual de profesionales.

A través de mesas redondas, conferencias y charlas, representantes de instituciones universitarias de gestión pública del país que dictan la carrera de Medicina, intercambiaron ideas sobre el compromiso social de los graduados. Se trata de las Jornadas Nacionales del Foro Argentino de Facultades y Escuelas Públicas de Medicina (Fafemp) que comenzaron ayer y finalizan hoy en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo. 

Uno de los temas sobresalientes durante el primer encuentro fue la necesidad de que las instituciones educativas incentiven ciertas especialidades que hoy faltan en todo el país como pediatras, médicos de familia, terapistas y neonatólogos.

"Es una realidad muy concreta que hacen falta médicos y algunas especialidades médicas en muchos lugares de nuestro país, aún en las provincias más pobladas o con mayor nivel de desarrollo en cuanto a formación porque tienen universidades", explicó Larisa Carrera, decana de la Facultad de Ciencias Médicas del Litoral y presidente del Fafemp

Por su parte, Pedro Esteves decano de la Facultad de Medicina de la UNCuyo, expuso: "Hay un déficit de formación de especialistas, pero hay algunas donde el problema es gravitante como en pediatría, medicina de familia, neonatología y terapia", apuntó.

Otro inconveniente que se observa es la distribución desigual de los profesionales. "Como en otros países del mundo se concentran en las grandes ciudades y faltan en la periferia", señaló Carrera. A lo que Esteves agregó que en el caso de nuestra provincia es más crítico en zonas rurales de Malargüe, Lavalle, así como en otros departamentos.

Entre las causas de esta realidad los decanos de ambas facultades hablaron de un problema complejo. "Tiene que ver con un aspecto cultural, de oportunidades, de vocación, compromiso social y de familia, entre otros", enumeró Carrera.



Para aclarar el panorama ella explicó que anteriormente en las facultades de medicina había un paradigma centrado en los hospitales. "Una formación más hospitalocéntrica y con poca actividad a nivel primario. Donde había más desarrollo de la tecnología y patología menos frecuente, estaba la formación más centrada en estas experiencias", recordó y aseguró que ese paradigma está cambiando por uno más abierto a las necesidades de la comunidad.

"Apuntado a trabajar en el primer nivel de atención y la patología prevalente. Al rol del médico como transformador, como agente social, para el cambio y para atender las necesidades de salud que tiene la comunidad", detalló.

Posibles estrategias

"La realidad nos está mostrando una necesidad, necesitamos formar determinados recursos humanos porque hay necesidades que no están cubierta", reconoció la titular de Fafemp. 

Frente a esta situación nacional desde las facultades debaten diferentes estrategias: "Sobre todo combinar con otros espacios para mostrar otras realidades. Si uno no conoce algo no lo puede querer, la idea es empezar a pensar con innovación e imaginación qué dispositivos podemos generar para que la formación del médico tenga el perfil que hoy está siendo demandado", precisó.

Además propone centrarse en identificar a las personas que están dispuestas a hacer estos recorridos en zonas alejadas para facilitarles su desarrollo profesional: "Pensar en estas personas para que tengan acceso a la educación, formación continua, tener contacto con la universidad, que puedan ser docentes recibiendo alumnos en sus lugares de trabajo, entre otros", enumeró.

Experiencias personales

Para Esteves hoy en día las facultades tienen un gran desafío: "Tenemos que generar cariño por la atención primaria de la salud, por la
medicina de familia, por cumplir el rol protagónico del médico formado en amplitud", subrayó. En este sentido comentó que durante una de las charlas de las Jornadas expusieron egresados que tienen vocación para trabajar en atención primaria en zonas alejadas y la están cumpliendo "pero con muchas más dificultades de las que se quedó en la ciudad", tal como resaltó.



Invitados a participar de estas Jornadas, graduados de Medicina de la UNCuyo que ejercen en distintos ámbitos, dieron su punto de vista.

Francisco Pinol Castilla, es médico de familia y trabaja en Agua Escondida en Malargüe. "Lo que yo veo es que el perfil del médico de hoy no es el que fue en algún otro momento, ahora es más exitista, muchos quieren ser médicos para lograr intereses particulares en lugar de pensar en las necesidades de la comunidad", expuso. De todas formas el joven que trabaja a 600 kilómetros de la Capital reconoció que trabajar en la periferia no es una tarea sencilla. "No está bien pago y hay un montón de limitaciones, dificultad para derivar, pocas posibilidades de realizar laboratorio, aparte del desarrollo personal y familiar", enumeró. 

Emiliano Valverde es pediatra y realiza atención primaria en Costa de Araujo. "Para lograr que más profesionales trabajen en zonas alejadas la universidad puede curriculizar experiencias para que el estudiante sí o sí las tenga que vivir por más que termine haciendo otra cosa", propuso. Para él hoy en día hay pocos caminos para conocer el desarrollo de la medicina en la periferia y son todos extra curriculares. "En mi caso tuve la experiencia por extensión universitaria y transformó mi visión del médico, lo que me llevó a querer volver cuando terminé la especialidad", recordó. Igualmente aseguró que esa decisión le fue difícil ya que estuvo 10 meses sin cobrar y lo que percibe actualmente es menor a lo que gana un médico que trabaja en las cercanías de la ciudad.

Grupo solidario que trabaja los sábados

Pensando en las grandes necesidades de los niños de la provincia, el visitador médico Daniel Quiroga comenzó con un compañeros hace 10 años el grupo solidario "Los Cabecitas". Conformado por sus colegas, médicos, docentes, entre otros, la agrupación lleva alimentos y ropa a comedores e instituciones.

"Comenzamos el grupo con un compañero, cuando nos recibimos dijimos 'si el día de mañana trabajando de lo que estudiamos vamos a hacer algo para agradecer'", recordó. Así fue como los dos fueron invitando a conocidos hasta llegar a ser unas 40 personas. "Hacemos un fondo común para comprar alimentos, juntamos ropa y como sumamos a médicos no solo hacemos el trabajo solidario, sino la parte de salud", contó.

Ellos se reúnen los sábados para llevar lo adquirido y compartir la experiencia con los chicos. Hoy estarán en Algarrobo en Tunuyán, pero también han visitado Uspallata en Las Heras, Lavalle, entre otros departamentos. Para los interesados en sumarse y colaborar próximamente habilitarán un Facebook del grupo "Los cabecitas".

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