Río de Janeiro fue el epicentro de dos hechos que derivaron en incidentes antes de los partidos entre Argentina - Bosnia y Chile - España, ambos disputados en el Maracaná.
En el primero de los casos, una veintena de hinchas albicelestes aprovechó un tumulto entre la seguridad privada y simpatizantes que pugnaban por un ticket, y así lograron treparse a una pared que les dio vía libre hacia una de las escaleras internas del estadio.
En el otro suceso, 85 aficionados trasandinos irrumpieron por el acceso del sector de Periodistas, el cual contaba con una escasa vigilancia. Luego, coparon el Centro de Prensa y derrumbaron las protecciones en medio de un caos.
En el hotel Sofitel, ubicado en la zona de Copacabana, hubo que cambiar la agenda de las reuniones previstas por FIFA y se realizó una para tratar específicamente el tema de la Seguridad.
En el encuentro, entre otras autoridades, participaron el ministro de Seguridad brasileño, José Cardozo, y el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, además de especialistas de las fuerzas armadas y del ministerio de Deportes.
Como hubo coincidencia en que hasta el momento se califica como "positivo" todo aquello relacionado con los operativos, se dispuso intensificar el número de "stewards", que son agentes de seguridad privada de la FIFA. Además, monitorear con detectores de metales y rayos X en cualquier lugar cercano a los estadios en vez de hacerlo solamente en el acceso al predio.
Más allá de este partido en el Mineirao, la verdadera preocupación de FIFA está puesta en el próximo de la Selección, a disputarse en Porto Alegre contra Nigeria.
Según los sondeos previos con especialistas de la Seguridad en nuestro país, se aguarda un número cercano a los 100.000 argentinos para el miércoles venidero. Si se tiene en cuenta que el estadio tiene capacidad para 43.000 espectadores y que el Fan Fest, como mucho, puede albergar a 16.000, el problema es qué hacer con la gran cantidad de aficionados que no tendrán ingreso a ninguno de los dos lugares.
Una situación que también deben tener en cuenta los simpatizantes que viajen desde Mendoza, cuya cantidad será significativa.
