Fue sensación en la última edición de la Copa América de fútbol femenino desarrollada en Ecuador, como lo fue en 2010 cuando fue apodada “la Messi” femenina por la prensa local. Ella deslumbró con su gambeta, sobre todo en el clásico sudamericano del último certamen frente a Brasil.
La mendocina de 24 años, Estefanía Banini, se hizo una escapadita a nuestra provincia, por temas personales, y Más Deportes aprovechó para dialogar sobre su actualidad futbolística.
Una verdadera abanderada del fútbol femenino. Inteligente y precisa a la hora de contestar. Ella gambetea con sus palabras como lo hace en la cancha.
Pasó por un torneo competitivo en el cual, una vez más, la puso a prueba. ¿Qué salió de todo esto? el reconocimiento de una chica que ama el fútbol y quiere que en nuestro país se le dé la importancia que se merece la rama femenina.
“En Argentina, lamentablemente, no nos regalan nada” dijo en la entrevista. Pero “los sueños están para perseguirlos y hacerlos realidad”.
-¿Qué te dejó esta Copa América?
- La viví distinta porque fue un grupo unido, con un cuerpo técnico especial. Eso hizo que se reflejara dentro de la cancha.
- ¿Qué balance hacés de la actuación argentina?
- Tuvimos poco tiempo para prepararnos. Las prioridades eran: primero la parte física, porque jugamos en altura (2.800 metros sobre el nivel del mar). Un esquema de juego fue difícil obtenerlo en tan poco tiempo.
Fue un período pequeño en el que teníamos que conocernos entre nosotras, adquirir rendimiento físico y táctico. Totalmente diferente a las condiciones de los varones donde allí todos son profesionales, mucha competencia y con otro rendimiento y procesos.
Empezamos con asociaciones e individualidades, sin esquema, comenzando un torneo con una derrota (frente a Chile). En un torneo corto en el que jugás partidos día por medio, físicamente nos desgastó. Ecuador se nos fue de las manos.
Tuvimos muchas posibilidades de gol, no concretamos y en el segundo tiempo nos faltó piernas. Ellas llegaron tres veces y nos dieron vuelta el partido.
-¿Qué diferencia hacés de este proceso con los técnicos Luis y Ezequiel Nicosia, al que compartiste con Borello?
-Una diferencia fue que Borello tuvo un proceso más largo para preparar al seleccionado. Creo que lo que jugó en contra, en esa era, fue que no se dio tanto la unidad de grupo, pero porque los objetivos no estaban muy claros.
Con los Nicosia nos dimos cuenta de que eran técnicos que depositaron toda su confianza en nosotras y la tomamos. Nos motivaron de tal forma que con todos los equipos “se podía”; incluso ante una potencia como es Brasil.
Y lo bueno de esta experiencia fue que se trató de una prueba para lo que viene: la invitación en diciembre, un Cuatro Naciones en Brasil y los Panamericanos de 2015.
Nos motivaron, nos cambió un poco esa idea de siempre, que el técnico de un seleccionado femenino tiene que ser una mujer para ser entendidas. Se manejaron muy bien. Sabían todo lo que pasaba en los vestuarios sin estar ahí. Una mujer se mete en el vestuario y hay momentos en que el plantel necesita estar a solas y no tiene que estar el técnico.
El ser hombre pone esa barrera que está bueno que esté pero también tengo que reconocer que con una mujer es distinto.
-¿Y en cuanto a la contención?
-Las mujeres somos muy sentimentales, lloramos y nos reímos muy fácil. Pero en particular viví algo muy especial con ellos. Podría sacar provecho en otras situaciones.
Fueron muy paternales. Ellos estuvieron pendientes de lo que sentía cada jugadora. Hasta el día de hoy ellos se preocupan por una. Me gustó mucho que primero fueron personas y después técnicos. Eso para llegarnos a nosotras fue importantísimo. Fueron muy especiales.
-En la ecuación de lo físico, un jugador ¿tiene mejor rendimiento con lo táctico o con lo técnico? ¿Es mejor lo táctico por sobre las individualidades?
-El ideal es el equilibrio entre las tres. El que puede lograr eso es el que va a ganar. En el fútbol femenino no podés perder nada de eso. He visto equipos que físicamente están muy bien, y no tanto en las habilidades, y te ganan un partido. Creo que actualmente lo técnico se está perdiendo.
Equipos bien ordenados y físicamente, te ganan torneos. Las japonesas no tienen mucha técnica, y me refiero a habilidad. Son tan precisas en sus pases que son de las mejores del mundo. A la gambeta la están desplazando pero los jugadores que hacen la diferencia es porque tienen esas individualidades. Pero actualmente es raro verlo.
Afinidad futbolística
“Dentro de la cancha con Yael Oviedo me sentí bien, Florencia Bonsegundo, Mariana Larroquet. Me sentí bastante cómoda con ellas porque eran las que iban por las bandas y en caso de que yo jugara como enganche, subían. Con ellas podía asociarme. Y fuera de la cancha, con to das. Fue un grupo muy unido”.
-El cuerpo técnico ¿qué les dijo sobre el proceso?
-Me quedo con lo último que nos dijeron. Nos agradecieron por lo que habíamos hecho, que disfrutaron dirigirnos y que ojalá sigamos cosechando triunfos. Considero que en estos siete meses ganar los Odesur y clasificarnos a los Panamericanos se consiguió mucho para tan poco tiempo.
-¿Qué caracteriza a esta Selección?
-El corazón y la pasión que nos une: el fútbol. Que para ser femenino se necesita mucho de ambos. Reaccionamos ante situaciones difíciles.
-En los vestuarios ¿hubo explosión de emociones?
-En todo momento. Cada triunfo lo festejábamos como si hubiéramos ganado la final, y cada derrota como si la hubiéramos perdido. Somos muy emotivas. Cada gol que no nos salía nos afectaba. Sentíamos todo al máximo, tanto las alegrías como las tristezas.
-Si fueras técnica, ¿qué habría que cambiar para mejorar la preparación de Argentina?
- El cambio no parte de los técnicos. Debe venir desde la AFA; mayor apoyo y más tiempo de preparación para un seleccionado en el que sus jugadoras son prácticamente la mayoría amateur. Tiene que ver una buena comunicación de los clubes con la Selección, coordinar los entrenamientos y qué les hace falta a las jugadoras. Los técnicos no pueden hacer algo si no los dejan.
Futuro de Estefanía Banini
- Llegar a Chile para entrenarme de cara a la Copa Libertadores. Ojalá que podamos regresar a la selección para jugar el Cuatro Naciones. Entrenándome a full, para continuar creciendo. Ojalá me salga algo para irme a otro lado.
-Cuando venís ¿te conectás con tus raíces futbolísticas?
-Cuando vengo suelo ir más al club Cementista, que lo tengo a una cuadra. Trato de saludar aunque sea dos segundos. Y con Las Pumas me queda un poco más lejos y no voy, pero eso no significa que me haya olvidado. Se de dónde salgo. Todo lo que sé salió de esas dos instituciones y estoy muy agradecida.
-¿Qué sentís cuando escuchás o leés "Messi" Banini?
-(Risas) Orgullo que me comparen con el mejor jugador del mundo de la actualidad. Pero por otro lado está bueno que la gente sepa sobre el fútbol femenino y no compare. Martha hizo su nombre por lo que hace en la cancha, nadie la comparó con Pelé. Me gustaría que el fútbol femenino sea reconocido por sí mismo, porque hay una Banini, Quiñones, Larroquet o la que sea. Que se reconozca el producto humano futbolístico femenino en la Argentina.
Saliendo un poco de lo que fue su última competencia, la Copa América, Banini dio su lectura como jugadora e hincha de dos partidos masculinos muy significativos para ella.
-¿Cómo viste el partido Argentina- Brasil?
-Pienso que están en un cambio de técnico y eso pudo variar en la manera de jugar. Habían varios jugadores nuevos que debían adaptarse al equipo y los que estaban, al técnico. Es un proceso que se vio. En los primeros 15' Argentina desplegó buen fútbol pero no lograron hacer la diferencia, con las situaciones de gol producidas en un principio. Después Brasil les pasó la cuenta.
-¿Criticaste o insultaste?
-Nooo. Como jugadora digo que todos nos equivocamos en la cancha. Te equivocás mínimo cuatro veces por partido. Es imposible que te salga todo en un partido. Creo que si ponemos en la balanza lo que Messi hizo por la Selección, por errar un penal en un partido amistoso, no se le puede reclamar nada.
-¿Y el de Newell's vs River? A éste sí lo viste como hincha?
- Sí. Con este partido me salió la hincha. Vi poco fútbol. En realidad me estaba acostumbrando a ver un River que jugaba a dos toques y rápido. Y llegaba bien a la otra área. El domingo lo vi que despejaba todo y que luchaba más de lo que jugaba. Pero destaco que sacaron un partido adelante que no estaba muy fácil de resolver.
En sus momentos de contacto con su Mendoza, tras regresar del torneo en Ecuador, Estefanía confió cómo fue la respuesta de la gente después de ver los videos de jugadas y entrevistas por su desempeño en los partidos de la Copa. Ella, sin caer en la magnitud de lo que había repercutido, se sorprendió.
“La gente del barrio me felicitó. Me mandaban videos, fotos del diario. La gente conocida estaba pendiente y orgullosa. Me sorprendí al recibir felicitaciones de gente que había dejado de tener contacto hacía mucho tiempo. Fue muy positivo. Contenta porque me reencuentro con gente y fundamentalmente porque de alguna manera sirve para medir cuánto de reconocimiento va teniendo el fútbol femenino”, comentó.
- Y por último, ¿qué mensaje dejás a las nenas que comienzan a jugar el fútbol con una ilusión y comprueban con vos que los sueños se pueden cumplir?
-Que siempre se puede. Todo depende de uno. En Argentina, lamentablemente, no nos regalan nada. Es difícil, pero cuando se pone así hay que enfrentar los problemas y salir adelante en todo sentido, no sólo en cuanto a lo deportivo.
Ficha técnica
Nombre: Estefanía Romina Banini
Edad: 24 años
Puesto: Volante de creación
Actual club: Colo Colo de Chile
Trayectoria: comenzó a los 5 años en el club Cementista, con equipo de varones. Luego, en femenino, con Las Pumas, ganando torneos locales y Nacionales. Pasó en 2011 al Colo Colo, club en el cual obtuvo un título de Copa Libertadores, un subcampeonato y un tercer puesto. El año pasado fue elegida la mejor jugadora de fútbol femenino por la prensa chilena.
Estudios: cursa la carrera de Educación Física en "Las Américas" de Chile.
Hobbie: salir a correr
Hincha: de River y Cementista.