Verónica Sosa (31) está moviendo "cielo y tierra" para que su hija vuelva lo más rápido posible a Mendoza. Es que la nena, de 6 años, contrajo el síndrome urémico hemolítico (SUH) en un pueblito de Bolivia hace casi dos semanas y, aunque ya está fuera de peligro en un hospital de niños de Santa Cruz de la Sierra, necesita volver para que la vean los médicos mendocinos.
La niña, Nuri Samperi, viajó junto a su familia a mediados de julio para asistir a un evento con sus abuelos, que viven en Camiri, un pequeño poblado del vecino país. Allí comenzó a presentar síntomas que a la postre derivaron en el diagnóstico del SUH.
“Empezó a tener los ojos de color amarillo, estaba muy pálida, no quería comer y hacía el pis muy oscuro. En un momento ni siquiera toleraba las bebidas con minerales. Por eso en un principio pensé que era hepatitis, pero no defecaba color blanco. Más tarde, cuando la vio un médico, solo le dio paracetamol y otro le recetó más remedios”, contó la desesperada mamá, quien se encuentra sola cuidando a su hija en el hospital infantil Pastor Mario Ortiz Suárez, que tiene funciones similares al Notti mendocino.
Tras los estudios correspondientes que le hicieron en el mencionado hospital, se detectó que Nuri no tenía glóbulos rojos y primero se pensó en una anemia severa, pero luego se detectó que en realidad la nena había contraído el SUH.
“Hasta ese momento llegué a gastar 10 mil pesos que me facilitaron mis familiares. Mientras llamaba al Consulado (argentino), pero tenía pocas respuestas. De hecho, costó que me dieran una mano”, aseguró Verónica, que es oficial de Policía, momentos después de salir de la sala de cuidados urológicos donde se encuentra su hija tras pasar varios días en terapia intensiva.
Volver en avión
Recién cuando el caso llegó a los medios, según la madre de Nuri, el Consulado tomó cartas en el asunto. “Pero me señalaron que era una mala actitud de mi parte haber acudido a los medios. Hay que entender que estoy sola (su esposo se quedó en Camiri), y no sabía qué hacer”, aseguró.
Posteriormente apareció una persona, Roberto Pérez (personal del Consulado), que le aseguró estar al tanto de todo lo que estaba ocurriendo. También se presentó una mujer, cuyo nombre Verónica no recuerda, que le pidió que fuera más “diplomática” con los medios de comunicación.
“Estoy esperando que se estabilice y que el médico lo autorice para poder llevarla a Mendoza y que la atiendan en el Notti de manera gratuita, ya que yo no tengo más recursos para seguir manteniendo a mi hija acá y además está en una habitación con 40 chicos”, afirmó la mujer, agregando que por ahora el Consulado sólo le ha ofrecido un traslado terrestre: “Pero en su condición no creo que deba trasladarse en colectivo, son muchísimas horas. Como 9 hasta la frontera”, describió.
Por su parte, OSEP -la obra social de Verónica- le habría prometido un reintegro de parte de lo que ella ha gastado en la internación de la niña, pero para ello se requiere la historia clínica de Nuri, la cual le han negado desde el hospital boliviano.
Desde la obra social aseguraron que sin la historia clínica no se puede evaluar un reintegro, aunque se mantienen expectantes del regreso de madre e hija a suelo argentino, en Salta, para poder asistirlas y lograr el traslado definitivo.
“No tengo los recursos para pagarle el pasaje en avión y volver en unas horas. Y además necesito el certificado de lo que he gastado acá para que me hagan un descuento. Por suerte ahora le han sacado el suero y están viendo cómo evoluciona”, resumió Verónica.