El sector de los vinos espumosos muestra números positivos de ventas en el mercado interno, sin embargo, en el mercado externo no corre la misma suerte. Por eso, algunos de los principales elaboradores argentinos salieron a pedir más apoyo de Wines of Argentina (WofA) en acciones de promoción en los principales mercados internacionales.
En 2014, según datos de Caucasia Wine Thinking, en valor las exportaciones de espumantes lograron un aumento de 10,2%, alcanzando ventas por 21 millones de dólares FOB, mientras que en volumen aumentaron 5,8%. En tanto, en el acumulado enero-setiembre 2015, la situación del producto desmejoró sensiblemente y cayó en valor 14% y en volumen 4,4%.
“Le pedimos a WofA que en su plan le haga un espacio a la burbuja, cuya participación es escasa. Mientras, el Viejo Continente está muy abastecido por países como Italia, Francia, España y Alemania, que en materia de promoción nos llevan cien años de ventaja. Por ejemplo, el grupo Freixenet exporta tanto como nuestro país”, describió Ignacio Squassini, de Bodegas Robino.
Con más de 462 mil hectolitros elaborados y 40.630 hectolitros exportados, el de los espumosos fue el único tipo de producto que registró un crecimiento en el último año. En el frente interno, el sector se muestra fuerte, aunque luego de un crecimiento sostenido mantiene un nivel estable de ventas: de hecho, apunta a repetir como mínimo la performance de 2014, que superó los 416 mil hectolitros.
Detrás del planteo está el núcleo duro de los más de 100 elaboradores y exportadores de espumantes, que buscan afianzar una actividad que no obstante se apoya mayoritariamente en el mercado interno. En ese aspecto, ponen de relieve el dejar de pagar el impuesto interno del 12% a cambio de volcar el equivalente (U$S 375 millones para 2015) a inversiones en infraestructura.
Y se enfoca en acciones específicas para posicionar a los espumantes argentinos dentro de América Latina y puntualmente en el Mercosur en el formato de proximidad, “para construir la marca, como se hizo con el vino”.
La comisión de espumantes de Bodegas de Argentina ya empezó a elaborar propuestas para distintos planes de promoción, con Perú, Paraguay y México, plazas prometedoras donde el producto está posicionándose, como punta de lanza.
Sin promoción en el exterior
Aunque sin acciones específicas salvo la categorización en eventos como el Argentina Wine Awards, desde WofA recogieron el guante.
Según Mario Giordano, gerente de la entidad, “no hay distinciones a la hora de la promoción, todo apunta al vino argentino. La única consigna importante es el Malbec World Day, pero el espumante tiene potencial y estamos dispuestos a escuchar propuestas que sumen a la marca Argentina”.
Por su parte, Squassini consideró que “es un trabajo lento, pero que de a poco va a dar resultados. La industria se encuentra estable, con grandes oportunidades tanto en mercados como en categorías. El crecimiento se explica en que todos los elaboradores sumaron diferentes tipos, y lo que era suntuoso y elitista hoy se consume en todos los segmentos. Romper la estacionalidad fue clave, la demanda es todo el año y en diferentes ocasiones como la noche”.
Más allá de apostar a la demanda de Brasil, los principales elaboradores asumen que el desfase cambiario juega en contra.Y por lo tanto condiciona la planificación presupuestaria.
Para el ciclo 2015-2016, WofA tiene asignados $ 50 millones, de los cuales 30% son aportes de Coviar aún sin efectivizar y el resto fondos propios.
“Se ejecuta en función de cada evento programado, pero hay que ajustar tornillos para que las propuestas sean más efectivas. Por lo pronto, hasta fin de año hay acciones en Estados Unidos, Inglaterra y mercados asiáticos”, adelantó Giordano.
A la carga por la ley del 12%
Un informe elaborado para Bodegas de Argentina por Laura Alturria, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, pone en contexto el comportamiento del mercado nacional y de Argentina en el concierto mundial de exportadores de vinos espumosos. Comercialmente, el sector atraviesa el último trimestre del año, el más fuerte en ventas internas, que sin embargo sufrió un par de altibajos en 2014.
Para los industriales, un motor ha sido el decreto que desde 2005 exime del impuesto interno de 12% a cambio de invertir el equivalente más un bonus de 1,25%, que se ha renovado anualmente. El balance arroja un crecimiento de algunas categorías (el dulce se triplicó en los últimos 10 años), y de empresas elaboradoras (de 57 a 117 en ese lapso).
Cabe recordar que en enero último, el Gobierno nacional prorrogó la medida por otros doce meses, lo que significa el compromiso de inyectar capitales y cubrir faltantes por incumplimiento.
Según Ángel Vespa, gerente de RRII de Chandon,“esas cifras coinciden con la firma del acuerdo de exención de la tasa, son el principal efecto. Como estamos convencidos de su importancia, vamos a insistir con la ley”.
El decreto estuvo a punto de convertirse en ley, logró media sanción del Congreso, pero para los referentes del sector, naufragó por orden del Ejecutivo y la falta de apoyo de algunos legisladores nacionales.
Chile: mosto y vino para exportar con arancel 0
Mosto, vino a granel y pulpa de fruta son algunos de los productos agroindustriales que Chile estaría dispuesto a adquirir en Argentina. Es que con 25 mercados donde sus productos exportables gozan de arancel 0, la propuesta tienta a empresas mendocinas para asociarse a exportadores trasandinos. El objetivo: asegurarse materia prima y fraccionarla más allá de la cordillera, y así incrementar una facturación que supera los U$S 74,2 mil millones.
Así se lo plantearon funcionarios trasandinos a una cincuentena de empresarios. Representantes de Sofofa (Sociedad de Fomento Fabril), en sintonía con la Direcom (Dirección de Comercio Exterior) del gobierno chileno, y Corfo (Corporación de Fomento, ente financiero), enumeraron qué vende Chile y dónde. Pero sobre todo qué busca y cómo pretende hacerlo.
“Chile exporta productos, commodities y productos alimenticios fundamentalmente, y está copado. Buscamos crear alianzas estratégicas con empresas argentinas con el fin de que salgan juntas a terceros mercados a través de dos modalidades”, señaló Hugo Beirlein, gerente general de Sofofa.
Estados Unidos, Japón, China y Corea son el cuarteto al que apunta el país trasandino como prioritarios, según el ejecutivo. Y para afianzar su posición allí es que ahora sondea más productos e insumos “made in Mendoza” a través de la figura del encadenamiento productivo, todo en base a un estudio de lo que exporta la provincia a esos mercados, comparándolo con el nivel de ventas al exterior de Chile.
A partir de un análisis de la oferta exportable mendocina, la delegación trasandina planteó dos opciones: la asociatividad y también ventajas para radicar capitales más allá de la cordillera.
“Existen procesos que en base a la materia prima mendocina habría que terminar en Chile, para que en el marco del acuerdo el producto argentino sea considerado ‘chileno’, y así aproveche las ventajas del mismo. Por ejemplo, con el jugo de uva”, añadió Beirlein.
Vino a China, mosto a Corea
El país vecino ya importa insumos de Mendoza desde fines de los '90, por eso ahora la vuelta de tuerca es el encadenamiento productivo: pepitas de uva desde Mendoza, en un caso a través de una alianza con una firma de la provincia instalada allá, que una vez procesadas salen al Pacífico como aceite chileno rumbo a Estados Unidos y Europa.
Aunque hasta ahora había quedado al margen porque la reglamentación vigente obliga a priorizar el origen, con China se abre una posibilidad para el vino enviándolo a granel como un mix con caldos chilenos.
Algo similar se plantea para el mosto en Corea del Sur. En ese país del sudasiático pesa un arancel de 45% para el producto argentino. Por eso la estrategia chilena es reforzar la diferencia competitiva que goza gracias a un ALC (Acuerdo de Libre Comercio), bajo la exigencia de identificar origen primario.
Según Beirlein, “el encadenamiento apunta al esquema ganar-ganar entre socios con agregado de valor. Por ejemplo, enviando uvas para procesarlas y que desde Chile se despache como jugo de uva, un negocio para Argentina porque el producto final se identifica como uva argentina elaborada en Chile por la firma x, que aporta la maquinaria”.
Por ahora, los industriales no ven con malos ojos la propuesta. Para el gerente de la Cámara de Elaboradores y Exportadores de Mosto, Sergio Colombo, “son las buenas consecuencias de los acuerdos entre bloques, como el caso del de América con el Pacífico. Es un ejemplo que deberían tomar nuestros parlamentarios del Mercosur para trabajar”. Y añadió que “en Corea hay un mercado incipiente, más allá de que el principal mercado sea América del Norte. Y así como estamos, cualquier iniciativa es buena”.
Del lado de los elaboradores de grandes volúmenes de vino hay un poco más de prudencia. “La única experiencia que tuvimos con granel fue la venta a Rusia hace un tiempo. Actualmente estamos enviando volúmenes al mercado asiático, aunque no son grandes operaciones todavía. Por eso habría que analizarlo”, señaló por su parte Daniel Catalá, de RPB, en medio de negociaciones con importadores brasileños.
Para el Gobierno chileno no hay tiempo que perder, por lo que ya planifica una próxima ronda de negocios en Los Andes para principios del año que viene. Al respecto, Fernando Urdaniz, de ProMendoza, advierte que "comparativamente, aprovechar las ventajas que tienen los acuerdos de libre comercio firmados por Chile implica, en ciertos rubros, una inversión para instalarse allá. Si no, las posibilidades se reducen a comercializar solamente insumos".