Espacios de placer y trabajo

Recorremos cuatro espacios con estilos diferentes. Todos con el fin de crear ambientes placenteros para el trabajo.

Dis. Florencia Suárez Apatye

En estos delicados y cuidados ambientes se puede trabajar, aunque no lo parezca. Con detalles como una silla cómoda y un muy buen escritorio, el espacio laboral puede cambiar a un lugar para disfrutar al mismo tiempo del ocio.

1. SALA DE LECTURA. Por arquitectos María Ponce Quintero, Marcela Rodríguez, Lorena Spínola

Un espacio pensado para un amante de la lectura, la música y el cine. Establece una relación entre los libros, el papel y la madera, inspirado en los bosques y en sus características comunes con el espacio: su fuerte verticalidad.

Por eso la biblioteca, protagonista absoluta del mismo, enfatiza esa direccionalidad, así como las franjas verticales en los muros. Nuestra intención es la de proteger los libros, recordando el origen del papel y la urgente necesidad de cuidar nuestros bosques mediante el reciclaje. Como contrapunto, se diseño un volumen horizontal que contiene equipamientos de última tecnología que conviven en perfecta armonía con los clásicos libros.

2. EL CIRCULO SECRETO. Por Grace Devecyan

Un espacio fresco, alegre, luminoso, íntimo y multifunción. Casi convertido en un loft. Se puede comer, dormir, descansar, trabaja. Versatilidad, mezcla, respeto. Es un espacio en el que todas las funciones propuestas están amalgamadas, donde termina una, empieza la otra.

El espacio está compuesto por una distribución centralizada, simétrica en equipamiento. Rompe esa geometría una escultura liviana. Colores claros. Predominan en el espacio el blanco y el oro.

El punto focal del espacio está dado por una obra de alto impacto. Las lámparas son uno de los objetos más interesantes, sobre todo por su material y el tipo de iluminación que proyecta.

3. LA BIBLIOTECA. Por Sergio Muchnik y Cynthia De Winne

Un espacio que a partir de pocos metros, busca adaptarse a quien lo use. Mediante recursos como la modularidad, la monocromía y la composición, se puede explotar toda la capacidad que tiene un pequeño ambiente.

El escritorio resuelto de forma innovadora. Sobre la mesa de trabajo una estructura que se utiliza como espacio de guardado mediante estantes. Al fondo del espacio, una gran biblioteca con luces LED que van cambiando su tonalidad.

La monocromía del espacio, el manejo de la luz generan un espacio de trabajo pero con algunos tintes para relajarse.

Un gran sillón blanco con almohadones en negro sobre el cual se ubica una gran biblioteca iluminada en cada estante.

Las fotografías en blanco y negro combinan fantásticamente con el ámbito.

4. UN ESPACIO ÍNTIMO. Por arquitecta Laura Sinisi

Existe una dualidad en el espacio, la flexibilidad y la rigidez, lo relajado y lo ordenado, ambas conviviendo en la búsqueda del equilibrio. Se puede percibir el espacio de muchas formas, aunque el espacio propone principalmente estar relajado.

Todo está a la vista. Un gran perchero organiza el espacio. El sistema permite recibir barrales de madera, estantes, lámparas, cuadros, etc., facilitando la reubicación de todos sus elementos en cualquier momento y generando un espacio dinámico. El objetivo es liberar el muro y el cielorraso, que todo esté en relación con la estructura.

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