A dos días del comienzo de la veda electoral y a cuatro de un balotaje que decidirá al próximo presidente argentino, el candidato del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, llevó a cabo una visita relámpago a Mendoza. Reiteró sus compromisos de ampliar los fondos de coparticipación federal para la provincia, de solucionar el problema de la baja del precio del vino, eliminando excedentes, y de seguir fomentando a Mendoza como destino turístico.
Permaneció sólo una hora en la provincia, una de las de mayores dificultades electorales para el oficialismo. Llegó procedente de Córdoba, -también ‘remisa’- y remató la jornada por la noche en la más afín, San Juan.
“Vengo observando el despertar de una conciencia colectiva que desborda nuestro espacio político y que se va poniendo de pie para defender lo que con mucho esfuerzo hemos conquistado porque no quiere volver a la economía de la especulación”, subrayó en un discurso que no alcanzó a los diez minutos.
Lo pronunció sobre una tarima de no más de veinte centímetros ubicado en plena megaobra del Plan Procrear de Tiburcio Benegas y Moldes de Ciudad, rodeado de un millar y medio de militantes y entre camiones volquete, grúas de altura, andamios, varillas metálicas y cemento.
El acto fue organizado por sindicatos, especialmente la Uocra, la UOM, UPCN (con presencia en las reparticiones nacionales de Mendoza), Televisión y Farmacia entre otros. Contó con el respaldo de la Anses.
Scioli tomó contacto directo con los manifestantes y su recorrida de ida y vuelta desde su vehículo hasta y desde la tarima en la que pronunció su breve discurso fue una larga y dificultosa caminata de más de media hora, apretujado entre los asistentes.
El acto concentró principalmente a obreros de la construcción con sus cascos en la cabeza, que participaron no sólo a nivel de piso sino también subidos a los distintos pisos de los edificios en construcción. Por razones de seguridad, hubo que trasladar unos metros la plataforma central. La marcha peronista y los bombos y redoblantes se reiteraron durante las tres horas (dos de espera) que duró la concentración.
Scioli dedicó unos pocos minutos -tan sólo los que duró su viaje en un minibús desde el aeropuerto hasta el Procrear de Capital- a mantener una conversación informal con los dirigentes locales del FpV que lo fueron a recibir al aeropuerto.
Entre ellos el vicegobernador, Carlos Ciurca; el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Tanús y los seis intendentes victoriosos del PJ: Jorge Omar Giménez de San Martín; Emir Félix de San Rafael; Alejandro Bermejo, de Maipú; Martín Aveiro de Tunuyán; Roberto Righi de Lavalle y Sergio Salgado de Santa Rosa.
En tanto en el acto estuvieron los diputados nacionales, Guillermo Carmona y Anabel Fernández Sagasti.
No participó el gobernador de la provincia, Francisco Pérez, ayer realizando gestiones en el Banco Nación en Buenos Aires (ver aparte). Tampoco se observó a miembros del gabinete provincial, en momentos en los que la Provincia sufre una fuerte crisis de recursos que ha derivado en un peligroso aletargamiento en sus obligaciones.
Scioli llegó a Mendoza acompañado por su compañero de fórmula, Carlos Zannini; el titular de Anses, Diego Bossio y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
En su fugaz paso por Mendoza, el candidato del FpV no mantuvo encuentros políticos con dirigentes provinciales.
Scioli pasó por la provincia luego de cuatro meses de su última visita, en julio pasado. En setiembre estaba programada su presencia pero finalmente canceló la visita. Y -una vez más- prefirió por entonces que en su lugar estuviera más seguido su enviada -y esposa- Karina Rabolini.