En el INTA estudian la resistencia a las heladas de variedades de duraznero

Datos preliminares estiman que materiales que florecen simultáneamente pueden tener distintos comportamientos.

En el INTA estudian la resistencia a las heladas de variedades de duraznero
En el INTA estudian la resistencia a las heladas de variedades de duraznero

Los daños por bajas temperaturas durante la floración son uno de los principales problemas en la producción frutal de la región.

En la provincia de Mendoza, la superficie cultivada con frutales afectada por heladas varía entre años, llegando a casos extremos de 23.000 hectáreas, como en la temporada 2009 - 2010.

La temporada actual (2013-2014) también está presentando daños de gran magnitud ocasionados por el congelamiento de las flores durante sucesivas heladas en el mes de setiembre.

Este tipo de efectos graves en las plantas son poco frecuentes, sus efectos en la merma de producción pueden desestabilizar las cadenas productivas, con impactos negativos a nivel socioeconómico.

Por ello, en la Estación Experimental Agropecuaria Junín (EEA Junín) se iniciaron en 2012 trabajos tendientes a generar información sobre las características de materiales vegetales de duraznero para consumo en fresco, en cuanto a su comportamiento frente a bajas temperaturas durante la floración.


Carga genética y bajas temperaturas
La capacidad de sobrellevar el estrés por bajas temperaturas depende principalmente de tres factores, determinados en gran medida por el genotipo:

- Fecha de plena floración: aquellos materiales de floración tardía pueden escapar a la congelación, debido a la capacidad de las yemas florales en reposo de mantener el agua en su interior en estado líquido, a temperaturas bajo cero. A medida que avanza el desarrollo de las yemas, disminuye su capacidad de sobre enfriamiento y, por lo tanto, su probabilidad de supervivencia.

- Temperatura mínima de daño: para un estado de desarrollo en particular, las yemas de las distintas cultivares pueden variar en su capacidad de sobre enfriamiento.

Densidad de floración: ante daños parciales ocasionados por temperaturas bajo cero, las cultivares más floríferas pueden lograr mayores rendimientos frutales a cosecha que aquellas menos densas.

Por lo tanto, al momento de elegir la especie y cultivar, pensando en su adaptación a las bajas temperaturas primaverales, cabe considerar que la fecha de floración, por sí sola, no es la única característica a tener en cuenta.

Materiales que florecen simultáneamente pueden tener distinto comportamiento en respuesta al daño producido por temperaturas bajo cero, ya sea por el grado de tolerancia de las flores a temperaturas bajas extremas o por la cantidad de flores que prosiguen su desarrollo, según la densidad de floración.


Simulación de heladas
Para evaluar la temperatura mínima de daño en flores de distintas cultivares de duraznero, en la EEA Junín se plantearon ensayos experimentales en condiciones controladas, donde se simulan descensos térmicos similares a los que ocurren a campo. La magnitud del daño en las flores de cada cultivar se evalúa mediante observación bajo lupa.

Los resultados preliminares obtenidos a partir de las simulaciones de helada en laboratorio indican que, promediando las cultivares de duraznero evaluadas, la temperatura letal media aumentó 1 ºC (disminuyó la tolerancia) cuando las yemas pasaron del estado de flor abierta al de fruto cuajado.

En un mismo estado de desarrollo, las yemas florales de las distintas cultivares presentaron diferencias en cuanto a la temperatura letal media. Por ejemplo, en flor abierta, la cultivar “Elegant Lady” fue más tolerante que “Spring Lady”, dañándose el 50% de las flores a -3,6 ºC y -3,0 ºC, respectivamente.

A su vez, el estado nutricional de la planta puede influir en la capacidad de sobre enfriamiento. Esto se debe principalmente a que el almidón, acumulado durante la temporada de crecimiento, se va degradando a medida que transcurre el invierno a azúcares solubles, los cuales descienden el punto de congelación del agua en los tejidos vegetales.

Por lo tanto, el adecuado manejo del monte frutal durante la temporada previa de crecimiento permitiría preparar a las plantas para un mejor comportamiento ante bajas temperaturas invierno-primaverales.

Dentro de los oasis productivos, existen diferencias entre zonas de cultivo en cuanto a las fechas medias de ocurrencia de heladas tardías como también en las temperaturas mínimas registradas durante estos eventos.

Por ejemplo, en el distrito de Los Campamentos en el departamento de Rivadavia (Mendoza), el riesgo medio de temperaturas bajo cero durante la floración de los durazneros es mayor que en los otros distritos considerados, teniendo en cuenta el período 2007-2012.

Los resultados obtenidos hasta el momento corresponden a la etapa inicial de un trabajo que busca definir regiones para la producción de duraznero destinado a consumo en fresco, apuntando a disminuir el riesgo de daño por temperaturas bajas extremas en primavera.

Tal regionalización se delimita a partir del contraste entre índices agroclimáticos por zona y los niveles de resistencia al frío de diferentes cultivares de duraznero.

Cabe resaltar que esta elección de los materiales vegetales adecuados para cada sitio de cultivo, en función de la aptitud de resistencia al frío de sus órganos reproductivos, disminuirá la necesidad de utilizar métodos de control activo contra heladas, los cuales son en su mayoría ambientalmente perjudiciales y económicamente costosos.

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