En diez años, cerró una farmacia por mes

Los negocios del sector buscan distintas maneras de subsistir y que la actividad sea rentable. Venta de artículos de librería, perfumería, regalería y bijouterie, son algunas de las alternativas.

“La situación del sector es cada vez más preocupante. Alrededor de doce farmacias cierran por año en la provincia. En los últimos diez años han tenido que bajar sus persianas cerca de 120 locales del rubro”, afirmó Jorge Jakubson de la de la Cámara de Empresarios Farmacéuticos de Mendoza. La frase del directivo sirve para graficar el panorama económico que vive  en la actualidad a nivel local.

Los farmacéuticos consultados aseguran que -pese a los aumentos de las últimas semanas- la baja rentabilidad de los medicamentos es porque los aumentos “no van de la mano de la inflación”. A eso se suman los convenios con las obras sociales, el incremento de los costos fijos, impositivos y los que tienen que ver con los sueldos de los trabajadores. Son algunos de los factores que han contribuido a que se produzca esta complicada situación.

Ante esto, los negocios buscan distintas maneras de subsistir y que la actividad pueda ser rentable. Venta de artículos de librería, perfumería, regalería y bijouterie son algunas de las alternativas que emplean los comerciantes para poder mantenerse. Uno de estos casos es el de la farmacia Cobos ubicada en el corazón de Dorrego. La misma, hace 50 años atiende a sus clientes.

Estrategias para sobrevivir
"Nosotros encontramos en la venta de artículos de librería una opción para poder mantenernos. La gente viene y puede adquirir algún producto como puede ser un block de hojas o un cuaderno, juegos didácticos y además comprar algo de perfumería como así también si necesita remedios u otros insumos. Son formas de pelear a la mala situación económica que se vive. Hay que tener en cuenta que una gran cantidad de farmacias de la zona tuvieron que cerrar por la crisis. Creemos que la cosa va a mejorar", detalla Aron Borsani, propietario del local.

Recorriendo distintos comercios de este sector, se ve que también otros optan por ofrecer golosinas o vender tarjetas de teléfono. “Estamos a un paso de terminar fundidos y hace un tiempo que a la gente que entra al comercio le ofrecemos venta de tarjetas de celulares y recarga de los mismos.

Además tenemos golosinas que no nos dejan mucha ganancia pero nos sirven para ganar algo más”, subrayó un empleado de un local de calle San Martín Sur.

Por su parte, Rubén López, propietario de La Botica de Guaymallén, nos cuenta que la opción de tener en el local elementos de regalería da un plus al cliente que se acerca a su local a diario.

“Lo fuerte que tenemos los farmacéuticos es la venta de remedios. Sin embargo es fundamental ofrecer a la gente otras opciones: que se pueda llevar unos lentes, un collar o unos aros para hacer un regalo a alguien, nunca está de más”, aseveró la fuente consultada.

Asimismo, Stella García, de la Farmacia La Gloria, ubicada en el barrio homónimo de Godoy Cruz, explicó que “las farmacias no pueden hacer frente a sus obligaciones”.

“Tenemos una seguridad social que no es puntual en sus pagos. Lamentablemente contamos con mucha demora en los pagos de las obras sociales. Éste es un condimento más que perjudica en los comercios del rubro. Estamos financiando la seguridad social entre 60 y 90 días, con nuestro propio capital de trabajo. Indudablemente, que la variación de la inflación influye directamente sobre nuestra actividad. Es decir, todo lo que es costo fijo, incrementos salariales”, advierte.

Otra de las estrategias que utilizan los farmacéuticos para García, es la venta de medicamentos genéricos como así también ofrecer en los locales productos naturistas que hoy en día tienen mucho auge entre los clientes.

Para Jakubson, el problema de la farmacia es  “económico”. “Las que más sufren son las chicas que están ubicadas en los barrios o el campo, porque no tienen rentabilidad. Nosotros es poco lo que podemos hacer. Podemos gestionar una baja de descuentos que tenemos con la obra social de empleados públicos. Realmente, ha sido un año negativo para las farmacias porque el aumento del medicamento no ha acompañado a la inflación, por lo tanto ha caído la rentabilidad”, comenta.

Desde el Colegio Farmacéutico, creen que desde hace un tiempo que la inflación “ha superado prácticamente dos veces el aumento de los medicamentos” a lo que hay que sumar el problema de los descuentos que hacen las obras sociales, lo cual hace que el margen de rentabilidad sea muy bajo.

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