En 5 años, Argentina se perdió comercializar 435 millones de litros de vino

Tipo de cambio, costos logísticos e inflación, fueron algunas de las variables que afectaron los envíos de fraccionado al mercado externo.

Por diversas variables macro económicas, entre 2011 y 2015 Argentina perdió la oportunidad de comercializar 435 millones de litros de vino adicionales en el mundo. Esta conclusión está dada principalmente por el hecho de que el país perdió la tendencia de crecimiento exhibida en el período 2005/2010. De este modo, es que si hasta 2015 se hubiera mantenido el ritmo y la tendencia de ventas, la realidad del país en los mercados internacionales hubiera sido otra.

Es así que en 2005, Argentina colocó en el exterior 140 millones de litros de vino fraccionado. El crecimiento fue positivo hasta 2010 (230 millones de litros) y con posterioridad a ese año comenzaron a caer las ventas. En 2015, perforaron el piso de los 200 millones de litros.

Este análisis se desprende del libro presentado la semana pasada: “La vitivinicultura Argentina en el mundo. Equilibrio, crecimiento y desarrollo”, llevado a cabo por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el Observatorio Vitivinícola Argentino.

De hecho, de la investigación “Vectores de competitividad de la vitivinicultura argentina”, surge otro análisis similar, pero considerando los dólares que perdió el país al no mantener el ritmo exportador. En este sentido, el dato que se desprende es que dejaron de ingresar al país alrededor de 840 millones de dólares. Así fue que en cinco años, Argentina perdió el equivalente a un año de exportaciones de vino fraccionado.

Se perdió la base de la pirámide

Para los representantes de las Cámaras, durante esos cinco años, Argentina básicamente dejó de enviar vinos de la base de la pirámide. 
Juan Carlos Pina, gerente general de Bodegas de Argentina indicó que durante 2003 y 2011 la situación del país fue bastante normal. Sin embargo, "a partir del último año comenzamos a vivir un proceso inflacionario ascendente. En paralelo el dólar avanzó muy por debajo de la inflación".

En este marco, “es que los incrementos de costos provocaron que las líneas de vinos que se ubicaban en la base de la pirámide ya no fueran rentables, por lo que las bodegas dejaron de exportar en esa gama de precio”, contó Pina. De hecho, agregó que hace 9 años el promedio de la caja de vino argentino era de 22 dólares y hoy se ubica en los 35 dólares.

Por lo tanto, sintetizó: “Hemos dejado de vender volumen. Ahí están los 435 millones de litros de vino que menciona el informe”. Para Pina, Argentina tiene que recuperar mercado, impulsado por el valor agregado. De hecho, esto que menciona es similar a lo que propuso Macri durante la gira a China, en donde indicó que “Argentina no quiere ser el granero del mundo sino el supermercado”.

En la misma línea fueron las opiniones de Daniel Rada, quien dijo que “a pesar de haber perdido gran parte de la base y de la relación precio-calidad de vinos más económicos, Argentina al menos ha podido mantener lo que es el valor de las exportaciones”.

Concordó con ello Alberto Arizu, presidente de Wines of Argentina, quien agregó que en lo últimos años Argentina cerró mercados. Es así, “que ahora es el momento de ampliar y volver a conquistar a los consumidores con la identidad de vino de calidad que tenemos”. De hecho, “esto es lo que notamos durante la gira en China y en la feria de alimentos y bebidas Sial, donde el país es muy valorado”.

Frente a esta pérdida de competitividad, es que Daniel Rada indicó que se está trabajando en conjunto con entidades y gobiernos para amenguar estas problemáticas, como incrementar 100% las alícuotas de reintegros o brindar soluciones de logística, uno de los ítems que impacta sobre el precio final del vino, “así como también algún beneficio fiscal para la industria hasta que la economía local se acomode, o la devolución del IVA en no más de 60 días”.

Qué sucedió

Para entender qué pasó durante esos años, y por qué Argentina perdió competitividad y share de mercado -ganado por otros vinos- es que el informe expone algunas de las problemáticas.

En primer lugar describe que entre otros factores, la caída del tipo de cambio redujo los ingresos. En este sentido, considerando como valor inicial el correspondiente a 2011, el tipo de cambio real argentino en términos de índice ha caído desde 1 a 0,77 en seis años, lo que implica una desmejora en las condiciones para exportar. Esta disminución, a su vez, provocó el incremento del índice general de precios de la economía argentina (inflación) respecto del aumento del precio del dólar (tipo de cambio nominal).

Pero por otro lado, Daniel Rada explicó que dos vectores también perjudicaron en la caída de las ventas. Estos fueron logística y aranceles.

En este sentido, precisan en el informe por ejemplo que el costo por logística e ingreso (aranceles) del vino argentino, por botella (750 cm3), a la Costa Este de Estados Unidos (Nueva York), en 2016, fue de 0,31 dólares si se hubiese despachado por el puerto de Buenos Aires y de 0,32 dólares si hubiera salido por el puerto de Valparaíso (Chile). Estos mismos costos para el vino español fueron 0,26 dólares y para el vino chileno 0,18 dólares.

Esto significa que para España y Chile el costo de exportación del vino fraccionado a Nueva York, con carga paletizada, considerando el flete interno, el flete marítimo y el arancel de importación, fue 16% y 43%, respectivamente, menor al de Argentina. La principal diferencia estuvo en los valores del transporte terrestre y además, en el caso de Chile, en el arancel de importación, ya que los vinos de este país ingresan con arancel cero a los Estados Unidos.

Además de ello, Rada indicó que también el flete interno aparece como un elemento central que influye negativamente en la competitividad siendo los impuestos -IVA, impuesto a los combustibles y contribuciones y aportes patronales-, los que explican casi el 30% del costo.

Mejora en las exportaciones

Según un informe difundido por la Subsecretaría de Alimentos y Bebidas, del Ministerio de Agroindustria de la Nación, las exportaciones de alimentos y bebidas regionales cerraron el primer trimestre del año con una disminución del 5% en volumen, comparado contra el mismo período del año anterior. Si bien se exportaron menos toneladas, las ventas en valores tuvieron un alza del 11,1%, debido a que el precio promedio por tonelada exportada se incrementó un 17% respecto de 2016, según publicó El Cronista.

El informe destaca que desde el 1 de enero de este año, rigen para las economías regionales nuevos reintegros a las exportaciones que “permitieron mejorar la competitividad de los productos con mayor valor agregado”. Estos se ubican entre 3% y 6%. Además, afirma que se incorporó un 0,5% adicional para los alimentos orgánicos, que cuenten con el sello Alimentos Argentinos o una denominación de origen (DO), según El Cronista.

En los primeros tres meses del año, las exportaciones de alimentos y bebidas regionales totalizaron U$S 1.508,1 millones y 967.300 toneladas, a un precio promedio de venta de U$S 1.559,15 por tonelada.

Los productos que lideraron las exportaciones, en valor, fueron los productos de la pesca (29,2%), vino (11,4%), preparaciones de maní (8%), pera (8%), garbanzo (6,6%), ajo (6,3%), carne aviar (4,3%), otros maníes crudos (3,1%), azúcar de caña (3%) y arroz no parbolizado (2,6%). En conjunto representaron el 82,6% del total de las ventas externas de productos regionales.

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