En 2016 cerraron el 4% de los tambos de Argentina

Son 460 establecimientos lecheros menos, de acuerdo a un informe del Observatorio de la Cadena Láctea. La cifra duplica la tasa promedio de los últimos años.

La tendencia al cierre de tambos se profundizó durante el 2016 por el impacto de las inundaciones y las dificultades financieras que enfrentan los establecimientos lecheros. Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) estima que desaparecieron 460 unidades productivas en la Argentina; es decir, el 4% de los tambos (sobre un total que era de 11.500, a principios del año pasado).

El porcentaje de 2016 duplica el ritmo promedio de los últimos años, que oscilaba en torno al 2%. La mayoría de los establecimientos que desaparecieron son de pequeña escala y no superaban los 2.700 litros diarios, una situación que los dejaba con menos margen económico para manejar situaciones adversas, como las secuelas de las inundaciones del otoño que castigaron a los productores de la cuenca lechera central, que atraviesa el centro de Santa Fe y Córdoba.

En el este de Córdoba, cerca de Las Varillas, Paola Paravarosco tuvo que cerrar un tambo por las constantes inundaciones. "Producíamos 2.500 litros diarios pero en los últimos años el campo siempre estaba anegado y así no se podía producir. Lo mismo les pasa ahora a dos tamberos conocidos de Las Varillas y Alicia, que están evaluando cerrar sus establecimientos", sostuvo.

Paravarosco no se arrepiente de su decisión porque al menos dejó de perder plata. “En esta zona de Córdoba hay problemas muy graves en el manejo del agua. Nos pasa que el río Segundo y el río Tercero están secos y, en cambio, los campos están inundados. Hasta que no se gestione bien la cuestión hídrica va a ser muy difícil producir leche, carne y hasta hacer agricultura”, insistió.

En esa misma zona, el productor Lucas Marenchino, que pasó de ordeñar 7.000 a menos de 2.000 litros, reconoce que están quebrados y que intentan no vender las vacas porque en este contexto no valen nada.

En Santa Fe hay una zona a la que los productores con ironía llaman "el cuadrilátero de la muerte", porque también llevan cuatro inundaciones seguidas. El "cuadrilátero" está ubicado entre la rutas 70 y 19, e incluye localidades como San Jerónimo Norte, Santa María Norte, Franck, Pilar, Las Tunas y Humboldt, entre otras.

“La gente está cansada y muy endeudada. Desde el 2015 veníamos trabajando a pérdida y después vinieron las inundaciones del otoño, que nos dejaron agua en los campos hasta agosto. Y ahora, vuelve a llover”, se desespera Liliana Meynet, que gestiona un tambo en San Jerónimo Norte, unos 40 kilómetros al oeste de Santa Fe.

Es un establecimiento que llegó a producir más de 2.500 litros diarios y que ahora no puede pasar de los 1.300 litros. “De vuelta está todo bajo agua, hasta los maíces que íbamos a cosechar dentro de 15 días. Es que en un semana cayeron 200 milímetros”, precisó Meynet.

Si los pronósticos se confirman y sigue lloviendo durante los próximos días, es probable que las pasturas se vuelvan a perder (la alfalfa no aguanta más de una semana con el lote encharcado) y todavía no se picaron los silos de maíz y sorgo, así que no hay reservas.

“El año pasado muchos tambos cerraron porque los productores estaban endeudados y en esa situación financiera les preocupaba tomar nuevos créditos para volver a sembrar, que es vuelve a pasar ahora. Si no nos ayudan va a ser muy difícil seguir”, se sinceró la productora santafesina.

Además, los números no ayudan. Los tamberos reciben 4,50 pesos por cada litro de leche que ordeñan y aseguran que necesitan unos 6 pesos por litro para que el establecimiento sea económicamente viable.

En este sentido, el informe del Observatorio de la Cadena Láctea explica que las tasas de rentabilidad de los productores se encuentran entre neutras o levemente negativas, por lo que el precio de la leche logra cubrir en promedio los denominados costos de mediano plazo, pero no permite retribuir el costo de oportunidad sobre el capital invertido en el proceso productivo.

El estudio además advierte que la producción de leche cayó 10% durante 2016. En 2015, en la Argentina se ordeñaron 11.313 millones de litros de leche y en 2016 se produjeron unos 10.182 millones de litros.

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