El único cine que hay en el Valle de Uco podría cerrar sus puertas

Es el Real de La Consulta, reabierto en 2011. El municipio aduce que no puede pagar el canon que los dueños exigen para renovar contrato. Artistas sugieren no invertir más en él.

El único cine que hay en el Valle de Uco podría cerrar sus puertas

Desde mediados del siglo pasado, sus paredes fueron el refugio para miles de sancarlinos que se animaron a soñar con una película, disfrutaron de un concierto, del teatro o festejaron juntos actos o eventos. Ahora, el último de los cines antiguos que supo tener el  Valle de Uco podría cerrar sus puertas.

Si no hay un acuerdo próximo entre el municipio, las entidades culturales y la familia propietaria, la emblemática sala Real de La Consulta pasará a formar parte de la lista de edificios patrimoniales destinados al olvido.

Después de 20 años de inactividad, volvió al ruedo para reactivar la movida cultural de San Carlos una noche de mayo del 2011. La Municipalidad hizo una gran inversión para reacondicionar sus instalaciones y una multitud se agolpó frente al viejo edificio de la calle San Martín para vivir -aunque sea desde la calle y haciendo frente a un frío aterrador- el resurgimiento de este espacio tan querido para la comunidad.

El panorama hoy es muy distinto. En octubre venció el contrato de alquiler que mantenía la comuna con la familia Bianchetti, propietaria del lugar, y desde entonces el futuro de la sala es incierto. En este lapso, se hicieron sólo unos pocos eventos escolares y artísticos, pero el sitio ha perdido su agenda y su magia. Hay quienes sostienen que su cierre es inminente.

El conflicto radica en un aumento del precio del alquiler que los privados pusieron como condición para renovar el contrato,  y que desde el municipio sostienen no estar en condiciones de afrontar.

Según apuntó el intendente Jorge Andrés Difonso, el precio subió de 20 a 30 mil pesos. “No es falta de voluntad. Nuestra comuna, como todas en Mendoza, está pasando por una grave situación monetaria generada por el fuerte atraso en la regulación de deudas que la Provincia mantiene con nosotros. Es un momento crítico y tenemos que dar prioridad a las prestaciones básicas”, señaló el cacique sancarlino.

Ambas partes coinciden en que se mantienen en negociaciones para buscar una solución, pero el acuerdo no llega. Se habló que el oficialismo pidió una rebaja del 40 por ciento del aumento, que no fue considerada. También que se estudiaron otras posibilidades legales de labrar el convenio, pero que tampoco llegaron a buen puerto.

“Nosotros no somos los culpables, hemos conversado siempre con la contadora. El Ejecutivo no ha mostrado voluntad de llegar a un acuerdo. Nos interesa que el cine siga funcionando, no tenemos otros planes para la propiedad”, adelantó Raúl Bianchetti, hijo de Luis.

Este fue el hombre que tuvo la visionaria idea de descartar el proyecto de construir un aserradero en ese terreno y, en cambio, erigió en 1950 este sitio, que se convirtió en el paladín de la cultura y el punto de reunión comunitaria de San Carlos.

El Real tuvo su época de esplendor en la segunda mitad del siglo XX y su pantalla acercó a este rincón valletano las grandes producciones nacionales e internacionales que ofrecía el séptimo arte. Este cine es el único patrimonial que queda en pie en el Valle de Uco, después de que el cine Artemisia de Tupungato fuera demolido en el 2011 para levantar allí un centro comercial.

Por dos décadas, el Real permaneció cerrado y sin mantenimiento. Fue cerca del 2010 cuando el municipio invirtió una fuerte suma de dinero (más de medio millón de pesos) para reacondicionarlo y convertirlo en una sala municipal.

En esta inversión hace hincapié Difonso: “Estaba abandonado, sin techo, bancas destruidas, todo deteriorado. Pusimos calefacción, le hicimos muchas mejoras porque lo consideramos un sitio de valor para los locales”.

La solución para el Ejecutivo está en una cogestión. Es decir, que su funcionamiento no dependa sólo del municipio sino compartido con una asociación que nuclee a las entidades artísticas y culturales que hacen uso del lugar (academias de danza, escuelas artísticas, grupos actorales, etc.)

Por su parte, los artistas sancarlinos manifiestan su preocupación sobre el tema. Mientras que algunos sostienen que se debe preservar este escenario de la calle San Martín, hay otros que se inclinan por la necesidad de que “el Estado no siga invirtiendo fondos en un sitio privado y construya una sala pública en condiciones”.

Esta es la mirada de Raúl Pardi, director de la escuela artística de San Carlos e integrante del grupo teatral Del Pago. “Si los dueños no entienden que el valor de esa sala es patrimonial e histórico y exigen cifras exageradas, el pueblo no tiene por qué seguir invirtiendo allí. La Consulta merece una sala propia, con gran capacidad y en buen estado”, arremetió el artista sancarlino.

Según señalaron algunos referentes culturales, el escenario del Real está muy deteriorado, hay más de cien butacas destruidas, no tiene parrilla para iluminación y le falta equipamiento. Incluso, tiempo atrás no pudo tocar allí la Orquesta Filarmónica de Mendoza porque el escenario no iba a resistir el peso.

“Es necesario reconocer a los que construyeron este lugar que tiene tanto valor histórico, pero sostenerlo ha implicado un retroceso para la cultura local. Yo integré la primera comisión de rescate del Real, después intervino la unión vecinal y después la Municipalidad, pero nunca logramos que los privados aceptaran que su valor es patrimonial”, dijo Pardi, quien no descartó que los hacedores culturales presenten un recurso de amparo para evitar que el Estado siga invirtiendo en este espacio privado.

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