El triunfo de la antipolítica

En dos meses, en el mundo han ganado diversas elecciones fuerzas que representan la antipolítica; falta esperar a ver qué sucede en los EEUU.

Por Rosendo Fraga -  Analista Político / Especial para  Los Andes

En mayo, en dos elecciones relevantes en el mundo occidental, se dieron triunfos de la antipolítica, entendiendo por ello el voto de protesta contra las fuerzas tradicionales, que confirmaron su fuerza creciente.

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Austria, el candidato neonazi fue derrotado por menos del 1% de los votos por un ecologista. Las dos fuerzas tradicionales del país -socialdemocracia y conservadores- dejaron de ser opciones de poder.

El mismo mes, en el otro extremo del mundo, en Filipinas -el único país del Asia de mayoría católica, que puede ser considerado una penetración de la cultura occidental en dicho continente- ganó las elecciones presidenciales un arquetipo de la antipolítica, que insulta al Papa, propone descuartizar a los delincuentes, matar a los periodistas que mienten y hace alarde de proezas sexuales a los setenta años.

Pero no han sido hechos aislados. El 19 de junio, el triunfo de la antipolítica en las elecciones comunales de Italia es una manifestación más de la crisis de las fuerzas tradicionales europeas.

Tanto en Roma como en Turín ganaron candidatas del Movimiento Cinco Estrellas, creado en la década pasada por el cómico Beppe Grillo, que llegó a tener una cuarta parte de los votos, desarrollándose sólo a través de las redes sociales. Entonces parecía que este movimiento de protesta política era fuerte como tal, pero no que tenía posibilidades de gobernar.

Ahora, se pondrá a prueba dicha capacidad, al quedar con el gobierno municipal de la capital (Roma) y una de las ciudades más importantes del país (Turín).

En los dos casos, las candidatas han sido mujeres jóvenes que irrumpen en la política sin antecedentes, mostrando un espíritu fuertemente renovador y de rechazo a las fuerzas políticas tanto de centro-izquierda -como la coalición que hoy gobierna con el primer ministro Renzi- y de centro-derecha que, representadas por la democracia cristiana, después se reformularon detrás de Berlusconi y que hoy están más cerca del oficialismo que del M5E.

No hay componentes nacionalistas, antiinmigración o de temor frente al terrorismo en la victoria de las dos candidatas ganadoras, sino más bien un fuerte sentimiento de cambio político. No se percibe en ellas un sentimiento antieuropeo, como en otras expresiones de la antipolítica en el continente.

Cuatro días más tarde, en el referéndum en el Reino Unido para definir si continúa o no dentro de la UE, se impuso por casi 4 puntos la salida de ella, ha sido denominada “Brexit”.

El asesinato de una legisladora laborista de fuerte impronta social y militancia proeuropea, pareció que había cambiado la tendencia a favor de la permanencia en la UE, pero no había sido así. Fue asesinada por un extremista nacionalista británico al grito de “Gran Bretaña primero”, la misma consigna que del otro lado del Atlántico plantea Trump de “América primero”.

La campaña de los europeístas, argumentando que el país tendrá una dura crisis económica si sale de la UE ha creado una expectativa que domina las decisiones de los inversores.

Cameron aprovechó el entierro de su colega laborista para mostrarse junto al líder laborista (Corbyn), con quien tiene fuertes diferencias ideológicas pero están unidos contra el Brexit, junto con el Partido Liberal y el partido Independentista Escocés.

Los argumentos de que Londres perderá su rol de centro financiero internacional si el país sale de la UE,fueron efectivos en los votantes medios. El triunfo del Brexit es la versión británica de la antipolítica, mientras que su derrota hubiera demostrado la vigencia de las fuerzas políticas tradicionales.

La elección general española que se realiza hoy 26 de junio puede no resolver el problema político central que enfrenta el país, ya que ninguna fuerza está en condiciones de formar gobierno por sí sola. En principio, el electorado está dividido en cuatro cuartos.

Dos de la política tradicional, el Partido Popular de centro-derecha -al que pertenece el presidente del gobierno (Rajoy)- y el Partido Socialista Obrero Español, de centro-izquierda. Ambos vienen ejerciendo el poder durante más de tres décadas alternativamente.

La antipolítica se expresa a través de Podemos, la nueva izquierda que, en esta oportunidad, ha sumado a la vieja izquierda del Partido Comunista, y Ciudadanos, de orientación liberal. El PP hace campaña exhortando a que se haga un “voto útil” dado que en los sondeos es la primera minoría.

El líder de Podemos (Iglesias) se manifiesta admirador del populismo sudamericano, aunque este esté retrocediendo electoralmente en su región y el chavismo, que en sus inicios lo financió, avance hacia su descomposición en el poder. El PSOE puede quedar relegado al tercer lugar, pero dice que no formará gobierno con ninguno de los dos primeros.

El mayor impacto sería el escenario improbable de que Podemos superara por un voto al Partido Popular. Sería el más peligroso para la gobernabilidad de España. El país está así frente a un avance o un triunfo de la antipolítica que se propaga.

Los sondeos para la elección presidencial de los Estados Unidos que se realizan el 8 de noviembre muestran hoy ventaja para Hillary Clinton. La reacción extremista y agresiva de Donald Trump frente a la masacre de la disco gay de Miami ha afectado su imagen negativamente. Antes de ella, el promedio de encuestas que difunde Real Clear Politics daba un virtual empate entre los dos candidatos.

Una ventaja de 6 puntos para Hillary Clinton. Trump ha reaccionado despidiendo a su jefe de campaña, buscando reorientarla. La violencia está cada vez más presente y un joven en un acto del candidato republicano intentó desarmar a un policía para dispararle.

Las declaraciones “islamofóbicas” de Trump parecen haberlo perjudicado, aunque el EI se adjudicó la masacre, su autor dice haberla hecho a su nombre y su padre manifiesta que la homosexualidad es un pecado para los musulmanes.

Propuestas como “etiquetar” a los musulmanes que entren a los EEUU para que puedan ser identificados por toda la población -a semejanza de las estrellas que los nazis ponían a los judíos para que todos los identificaran- parecen haber ido demasiado lejos.

Pero faltan cuatro meses y medio para la elección y hasta entonces muchas cosas puedan cambiar, a favor o en contra de Trump, aunque su campaña enfrente una crisis por falta de fondos. Es la versión estadounidense de la antipolítica, que desafía tanto a los demócratas como a los republicanos por los cuales es candidato.

En conclusión: en menos de dos meses, fuerzas que representan las antipolítica han ganado comicios de distinto tipo en Filipinas y Austria (presidenciales), Italia (municipales), el Reino Unido (referéndum sobre el Brexit), que las elecciones generales de España pueden confirmar; que Trump sea el candidato republicano y el UKIP- un partido nacionalista británico- el nuevo eje político en el Reino Unido, muestra que por primera vez en la historia los sistemas políticos del mundo anglosajón están en crisis; en este marco, la paradoja es que América del Sur está mostrando una clara tendencia electoral de salida respecto del populismo que predominó en ella en lo que va del siglo XXI.

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