El smartphone aprende a conducir

Google y Apple han ideado interfaces con las que el contenido del teléfono se refleja en el visor del sistema del coche. Desde la pantalla táctil, o el volante del vehículo, se le pueden dar instrucciones.

Imposible pensar en la vida actual sin ellos. Tampoco en el coche la gente quiere renunciar a su música, ni a las Apps de mensajería o de navegación que ofrecen los smartphones. Por eso los fabricantes de automóviles empezaron a trabajar en el asunto. “Hay dos principios para el ‘infotainment’ en el auto”, dice Axel Kossel, de la revista especializada “c't”: un sistema fijo del fabricante conectado con Navegador e Internet o el teléfono como ‘pieza intercambiable de ese sistema de infotainment’”, según Kossel. La ventaja es que se puede cambiar el teléfono cuando se hace viejo.

Lutter también remarca los diferentes ciclos de innovación entre la industria del automóvil y la de la telefonía: “En los smartphones son claramente más cortos”.

También cambian muy rápido las necesidades del usuario. “La consecuencia lógica es por lo tanto que se lleve el teléfono al coche”, dice Lutter. Para ello existen básicamente tres sistemas: Apple Carplay, Android Auto y MirrorLink. El último nace del trabajo conjunto de diversas automotrices para desarrollar su propio sistema.

Los tres funcionan igual. Se trata de una interfaz con la que el contenido del teléfono se refleja en la pantalla del sistema de ‘infotainment’. “Se puede manejar desde la pantalla táctil, con un botón para presionar y girar o desde los botones del volante”, explica Kossel. Pero las Apps, la conexión a Internet y la capacidad de cálculo las aporta el teléfono.

Un componente esencial es la gestión por voz, que permite dictar y enviar mensajes o introducir destinos en el navegador. “Comprende telefonía, mensajería, audiostreaming y navegación”, explica Kossel. Además de los SMS normales, el usuario también puede enviar mensajes de WhatsApp u otras aplicaciones. Servicios de música online como Spotify o Google Play, y también libros narrados y aplicaciones de radio como TuneIn funcionan igual.

En Android Auto un elemento esencial es el servicio Google Now, que por ejemplo aconseja destinos en el navegador en función del calendario de citas. O por ejemplo se muestra el tiempo de trayecto a una meta habitual, como el lugar de trabajo.

En cuanto a las Apps de música en streaming, Apple Carplay está ligeramente por delante, según Kossel, mientras que en Android Auto el número de Apps de mensajería es mayor. También funciona mejor la navegación por Google Maps que por el Maps de Apple. Aún no existen Apps para la navegación offline, lo que es importante en el extranjero dado el gran volumen de datos que requieren. “Hay que dejar claro que ambos sistemas sin tarifa de datos carecen de sentido”, dice Kossel.

La principal condición para poder usar una de las interfaces es un teléfono actual. El Apple el Carplay está integrado a partir del iPhone 5; con Android hay que disponer al menos de la versión 5.0 del sistema operativo. MirrorLink sólo está apoyado desde determinados teléfonos, como HTC, Samsung y Sony.

Pero el principal obstáculo es el propio coche. Aunque casi todos los fabricantes han anunciado que integrarán al menos Apple Carplay y Android Auto en sus vehículos, el proceso aún está en marcha.

Volkswagen ya tiene los primeros modelos que permiten el uso de Android Auto, Carplay y también MirrorLink. Mercedes presentó hace poco Carplay en la Clase A y aún se trabaja en la integración de Android Auto. Poco a poco le seguirán otros modelos.

Volvo los tiene para el gran SUV XC90, Ford trabaja en su propia interfaz y Hyundai ya los integró en su modelo Sonata para Estados Unidos. En Porsche, el 911 es el primer modelo que integra Carplay, pero no prevé hacerlo con Android Auto. “Hicimos una encuesta entre nuestros clientes y el 80 por ciento de ellos usa Apple”, explica la decisión el portavoz de la marca, Tim Bravo.

En BMW aún se estudia su uso. “Hemos renunciado conscientemente a Apple Carplay en la versión actual porque no vemos que sea un valor extra para nuestros clientess”, dice la portavoz Silke Brigl. Toyota se ha decidido a desarrollar su propia interfaz, por lo que también descarta Apple y Android.

Quien no se quiera comprar un nuevo vehículo encuentra pocas ofertas en el mercado de componentes. Pioneer y Alpine ofrecen aparatos que hay que conectarlos con un cable USB, más complicado que por Bluetooth como los otros.

“Por nuestra experiencia, Carplay funciona con menos problemas que Android Auto”, afirma Kossel, que agrega que cuando se superan las dificultades de conexión de Android 5.0, las diferencias luego son mínimas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los sistemas aún se encuentran en una fase de desarrollo muy temprana, explica. “En el futuro aún se podrán hacer muchas más cosas”, pronostica Kossel.

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