El estado de salud de Nicolás Quintero (31), el joven sanrafaelino que se accidentó en Florianópolis el 29 de diciembre pasado, sigue siendo de extrema gravedad.
A 55 días del accidente que le provocó 23 fracturas en su cara, Nicolás continúa internado en estado de coma que "puede ser irreversible. Puede despertar en días, meses o nunca" confió Carolina Quintero, hermana del chico, en diálogo con Los Andes.
Los médicos brasileños le diagnosticaron muerte cerebral y lo iban a desconectar. Se lo comunicaron incluso a la familia. Sin embargo, un tercer estudio demostró actividad cerebral y dieron marcha atrás.
Gracias a la solidaridad de los mendocinos la familia consiguió $ 240.000 para pagar el avión sanitario y que el paciente continúe su recuperación en el hospital Central.
Pero hay un "pequeño inconveniente". Desde el hospital Universitario Santa Catarina, donde permanece internado el mendocino, "ponen todo tipo de trabas que nos impiden el traslado", denunció Carolina.
“Nicolás está estabilizado, el avión sanitario es una ‘terapia intensiva voladora’ y el médico que lo acompañaría en el viaje está altamente capacitado”, enumeró la hermana.
La familia del chico, con su hermana médica terapista Estela a la cabeza, solicitaron el traslado adjuntando una nota en la que ellos se hacían cargo de cualquier inconveniente en el vuelo. Nuevamente se lo negaron.
“Nico tiene un riesgo inminente de muerte y puede fallecer en el traslado, pero no nos podemos quedar eternamente acá (hospital Universitario), menos con la pésima atención que brindan”, agregó Carolina.
Teleconferencia y confusión
Médicos de la isla brasileña y mendocinos se comunicaron vía teleconferencia. La tarea de los primeros era comunicarle a los segundos el estado real de Nicolás para preparar el eventual traslado.
Los profesionales de vecino país mostraron dos estudios que, según su entender, certificaban la muerte cerebral. Si bien faltaba un tercer análisis, comunicaron a Mendoza su decisión de desconectar al paciente.
“A mi hermana Estala (médica) no le dejaron entrar a la reunión. Nosotros nos enteramos de la supuesta muerte cerebral por los médicos mendocinos. Fue devastador para todos”, confesó Carolina.
"Juegan con nuestros sentimientos", dijo entre lágrimas la hermana.
“Ahí comenzamos a gestionar el traslado ya no de un paciente sino de un cuerpo”, agregó.
Sin embargo, el resultado del estudio faltante demostró que “tiene fluidos y que por ley no lo pueden desconectar”.
Gracias a una nota firmada por el consulado argentino, la familia pudo acceder a la historia clínica y Carolina, que está junto a su hermano en Brasil, es la encargada de recibir el parte médico y pasar la información a los doctores de Mendoza. Aunque aseguró que estos informes “son un desastre, se contradicen todo el tiempo”.
"Si no te gusta, volvete a Argentina"
Desde el primer día, los Quintero han denunciado un alto grado de negligencia médica que llevaron al paciente al grave estado en el que se encuentra hoy.
A tres noches de 2017, Nicolás se cayó desde una altura de más de 5 metros que le provocó múltiples fracturas en su cara, no detallaron en qué circunstancias.
Con 23 fracturas en su cara llegó al hospital Celso Ramos donde lo sometieron a una compeja operación que duró casi 10 horas. Luego lo trasladaron al Universitario.
“La intervención salió bien. El médico que lo operó lo visitaba periódicamente en el Santa Catarina aunque no le correspondía”, destacó Carolina.
"Él está así por la negligencia médica", no se cansan de decir sus allegados.
En casi dos meses, el paciente sanrafaelino tuvo que sobreponerse a innumerables complicaciones ya ajenas a la fuerte caída que lo llevó a suspender sus vacaciones.
El momento más critico fue cuando Nicolás sufrió dos paros cardíacos y su propia hermana Estela fue la que lo mantuvo con vida. “Mi mamá fue corriendo hasta los médicos y de rodillas les suplicó que lo atiendan. Ellos le respondieron ‘si no te gusta como trabajamos, vovete a Argentina’. Esto es un infierno”, dijo Carolina.
Una odisea
Por la falta de movilidad, a Nicolás se le formó una escara que le abarca parte de la espalda y la cola. Esto derivó en una grave infección por una "bacteria que se encuentra en el mismo hospital y que es muy difícil de combatir".
Sus riñones comenzaron a fallar y lo tuvieron que dializar. Luego otra infección le provocó meningitis.
“Lo único que nos queda es que intervenga el Estado Argentino para que autoricen el traslado. Sé que se están comunicando con la embajada de Brasil”, adelantó Carolina.
Demandarán a la clínica por "daños morales, abandono d de persona y negligencia".
Nicolás, padre de una nena de 2 años, tuvo una leve mejoría gracias a que su hermana gestionó una máscara de oxígeno pero entró en un coma profundo el 6 de febrero y no despertó más.
“Él está vivo y nosotros vamos a seguir luchando. Agradezco a todos los mendocinos por el apoyo”, finalizó Carolina Quintero.