El regreso de José María “Pepe” Monje, un actor solidario

Tras seis años de ausencia de la pantalla chica, el actor volvió a la tevé en la tira infanto-juvenil “Heidi, bienvenida a casa”, que emite la señal de cable Nickelodeon. Y sigue con la misma pasión en su trabajo de bombero voluntario.

Sus comienzos televisivos se remontan a 1982 cuando debutó en “Pelito”, la tira juvenil en la que compartía cartel con Adrián Suar, Julián Weich y Gustavo Bermúdez, entre otros entonces adolescentes.

A punto de cumplir 50 años (pasado mañana), José María “Pepe” Monje cierra el círculo reapareciendo ahora en otra serie infanto-juvenil con la que regresa a la televisión después de seis años de ausencia de la pantalla chica.

En “Heidi, bienvenida a casa”, que el pasado 13 de marzo estrenó el canal de cable Nickelodeon, Monje comparte elenco con flamantes talentos jóvenes surgidos de un gran cambio generacional en el mundo de la actuación.

Según afirma el mismo actor: “Desde Mariano Martínez a estos chicos ha habido un cambio generacional muy abrupto, que no sé en qué momento se dio pero por suerte estoy inserto en él”.

En “Heidi, bienvenida a casa”, creada por la escritora argentina Marcela Citterio (también autora de “Patito feo”, “Amor en custodia”, “Como vos y yo” y otras), Monje se pone en la piel de Gerardo, un padre de familia que representa el mundo real “dentro de ese universo fantástico que puede llegar a tener Heidi y el resto de los personajes”, describe el actor, refiriéndose al “mundo en el que hay que comer todos los días, en el que la gente tiene responsabilidades y obligaciones, en el que los chicos tienen que estudiar y no estar -como él entiende- jugando un absurdo con perros y cabras”.

El elenco de “Heidi...” lo encabeza Chiara Francia Citterio, hija de la autora, con apenas 13 años, a quien acompañan Mercedes Lambre, Victorio D'Alessandro y Victoria Ramos, entre otros actores.

"Nunca me retiré"

Monje reaparece en la tevé después de una participación especial en la serie “Tiempo de pensar” y de su protagónico en la primera temporada de “Los Únicos”, ambos proyectos de 2011.

Sin embargo y más allá de las declaraciones que circularon sobre su inactividad en la televisión y que hablaban de depresión y de su reclusión en el Cuartel de Bomberos de La Boca, del que sigue siendo miembro activo, Monje recalca: “en realidad nunca me retiré de la actuación.

Decían que yo solo me dedicaba al cuerpo de bomberos cuando en realidad se trata de un voluntariado y todos trabajamos de otra cosa. Evidentemente di un paso al costado porque todo el mundo entendió que yo no estaba trabajando más.

No sólo no trabajé en ficción sino que tampoco hice teatro. Después de dos o tres años volví al escenario teatral con el unipersonal ‘El patova’ (que trajo a Mendoza en setiembre del año pasado) y ahora apareció la propuesta de Heidi”.

-Además de volver a la pantalla chica también regresará en mayo a las tablas de la mano de Luis Brandoni con "Justo en lo mejor de mi vida". ¿Qué le ofrece la televisión y qué el teatro?

-La televisión te llena de tics y de vicios que el teatro te quita. Uno puede llegar a creer que la televisión te da más oficio porque tiene otro vuelo y además todos los días se graba un capítulo distinto, mientras que en el teatro es cada noche lo mismo. Pero la preparación de ambas es completamente diferente y el público también.

La televisión quizá tiene muchos más recursos para resolver cuestiones artísticas y es más condescendiente con el espectador, porque va creciendo a medida que va creciendo el personaje y entiende la historia como la entiende el personaje. No entiende la ficción de entrada, es un proceso que te da tiempo a vos para poder reafirmar tu personaje.

-En esta vuelta a la televisión ¿cuál es su expectativa?

-Lo que me interesa como actor es poder saber que existe una segunda y tercera temporada de “Heidi” y que a uno lo inviten, porque sabés que tu trabajo va a estar en distintas partes del mundo y, en lo personal, me resulta productivo e interesante. Hay ganas de volver a recuperar lo que teníamos, de reinsertarnos y de que haya más posibilidades para las próximas temporadas y para poder ganar mercado.

-¿Cómo ve el panorama de la ficción nacional?

-El espectador argentino va a tener que ayudarnos, y mucho, porque si nosotros esperamos que el resto del mundo le dé lugar a la ficción nacional estamos complicados.

El espectador es el único que va a tener la posibilidad de volver a nivelarnos para volver a ser competencia tras el golpe del año pasado que fue muy fuerte. Entiendo que ya no se puede adolecer más, que hay que superar el cambio y que tenemos que estar en la medida de las posibilidades. Hay gente que va a tener que defender ciertos lugares, pero otros vamos a tener que adelantarnos.

-¿Hay algo que envidiarle a las producciones extranjeras?

-Es una autocrítica que hay que hacerse en algún momento, sobre todo cuando venimos con los mismos moldes desde hace años. La televisión modificó la estética cuando vino Pol-ka y cambió el eje. Hubo un movimiento de los actores y la ficción que pasó a tener otra vida y que se estancó un poco.

El espectador se durmió, doña Rosa se murió hace muchos años o viró a las ficciones extranjeras, que ya no son como las primeras que eran más localistas... Hoy son producciones masivas que tocan todo pero no tocan nada, están para venderse y la gente a veces quiere eso.

Pero lo que necesita el público es sentirse identificado. Si con los artistas que tienen no se sienten identificados no van a ir a buscarlos, nosotros tenemos que representarlos, tenemos que estar un paso más adelante.

-¿Cómo se articulan sus vocaciones de ser bombero voluntario y la actuación?

-Uno a veces se va de boca y dice que hay que poner el cuerpo. En el escenario, a mí me parecía bastante frívolo y distante; es un espacio en el que te van a aplaudir y te colocan a otra altura. Veo gente que aporta y modifica desde un lugar mucho más simple y grupal y no con una respuesta tan independiente y egoísta, y yo decidí buscar ese espacio.

Pero la felicidad que a mí me da ir a ensayar no es la misma que me da cuando voy a una guardia en el cuartel de bomberos. No existe una lógica porque voy a un lugar del que todos quieren salir corriendo.

Pero ahí me puso la vida, porque yo desde los 5 años quiero ser bombero, y recién a los 6 quise ser actor. Cada vez que escucho la sirena siento que estoy en el lugar correcto, me siento más útil que arriba de un escenario.

De Argentina para el mundo

"Heidi, bienvenida a casa" está realizada íntegramente en la Argentina con la intención de reinsertar la ficción local en el mercado internacional.

Versión renovada del clásico de la escritora suiza Johanna Spyri, la tira protagonizada por Chiara Francia, Victorio D’Alessandro y Mercedes Lambre, entre otros, mixtura humor, romance y música en una historia que, aunque “aggiornada”, conserva el espíritu de la historia original acerca de una niña llena de alegría que vive en la montaña junto a su amado abuelo, su mejor amigo y sus animales, hasta que su tía Dete decide un día llevársela a vivir a la ciudad.

Se trata del primer protagónico de Chiara Francia Citterio, la joven de 13 años hija de la autora del libreto, Marcela Citterio, quien ya había debutado en la pantalla chica a los 4 años con una participación en “Patito feo” y luego en “Atracción por 4” y “Consentidos”, también de la autoría de su madre.

"Heidi...", que tiene 60 capítulos y ya anunció segunda y tercera temporadas, marca el regreso de las ficciones argentinas al mercado internacional porque tendrá su correlato en Italia, España y Francia, países hasta el momento confirmados.
Se emite de lunes a viernes a las 20 por Nickelodeon.

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