El recambio ya tiene nombres

Argentina pierde a Manu y Chapu, pero hay muchos jugadores de calidad que quieren ocupar su lugar. Pase y lea.

El último juego olímpico dejó de alimentar al básquetbol argentino de la dinámica de lo impensado -porque el propio equipo a lo largo de los años demostró que no tenía techo- y pasó a acercarse en los últimos meses al arte de lo más planificado.

En ese sentido, en las próximas horas la Confederación Argentina firmará un nuevo vínculo con Sergio Hernández para que conduzca los destinos del Seleccionado en una etapa nueva, con pocos históricos, y un recambio que era necesario para que aquello que se denominó ‘Generación Dorada’ en su momento, y ‘El Alma’ más acá en el tiempo, tenga continuidad en cuanto a protagonismo en los diferentes torneos internacionales que se avecinan.

“Vencimos a un gran equipo, a un programa, una cultura. Con uno de los grandes entrenadores del básquet global, quizá tan bueno como cualquier otro”, contó Mike Krzyzewski, el coach que llevó a que Estados Unidos recuperara su mística.

Y esa alusión fue para Argentina cuando finalizó el cruce de cuartos de final de las Olimpíadas de Río, el cual marcó el final de las carreras en la Selección de Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni.

Tremendas bajas, pero ¿qué se les puede reclamar? Absolutamente nada. Y para muestra de ello, el coach ‘K’ añadió: “Quiero felicitar a Argentina por la magnificencia que le mostró al mundo en las últimas dos décadas. Manu es un jugador del Salón de la Fama. Fue un honor competir contra él”.

Y ese legado que dejaron estos dos hombres, entre tantos otros como Oberto, Sconochini, Montecchia, Sánchez, los Gutiérrez (Leonardo y Juan Pedro) y Wolkowyski, es el que tendrá como pavada de objetivo tratar de mantener en el futuro Sergio Hernández. Ahora bien.

No será tarea sencilla, aunque si Luis Scola y Carlos Delfino deciden seguir ligados un tiempo más, esa experiencia será vital para la nueva camada, algunos con un roce internacional -en cuanto a competencias FIBA-, como son los casos de Facundo Campazzo, Marcos Delía y Nicolás Laprovíttola, y otros que tratarán de ganarse un lugar en la consideración del Oveja.

Y es precisamente en este punto donde queremos enfocar la nota sobre el material que hay con vistas al futuro.

Por un lado cabe decir que jugadores. Nicolás Brussino y Patricio Garino parecen ser otras fijas si reciben el permiso de sus equipos estadounidenses, Dallas Mavericks (NBA) y Austin Spurs (Liga de Desarrollo), respectivamente.

A ellos deberíamos agregar, como posible convocado, a Fabricio Vay, un alero de 25 años (2,04 metros) que se desempeña en el Arkadia Lions de Austria. También en el Viejo Continente están Bruno Cerella y Bernardo Musso, entre otros.

En segundo lugar, no menos importante, es saber si otros jugadores que están en EE.UU estarán disponibles para que Argentina se mantenga dentro del top five FIBA. A continuación, los que piden pista.

Están más cerca

Bahía Basket es uno de los equipos que está realizando un trabajo impecable con sus fuerzas básicas, con grandes referentes del básquetbol argentino: Pepe Sánchez, Juan Espil y Ale Montecchia. Y dentro de ese equipo están Juan Pablo Vaulet, el mendocino Martín Fernández y Máximo Fjellerup.

El primero ya tuvo convocatorias al seleccionado, mientras que el segundo está llamado a ser -salvando las distancias- el nuevo ‘Manu’. El pibe tresarroyense tiene condiciones de sobra y quienes lo conocen en el día a día, sostienen que será seleccionable en el corto plazo, aunque como en todo proceso, habrá que llevarlo de a poco, para que una vez que sume la experiencia necesaria pueda llevar sin ningún tipo de problemas una camiseta pesada.

También en nuestro país están Lucio Delfino y Lucas Vildoza. El hermano de Carlos se recupera de una operación ligamentaria y podría estar disponible recién en 2018. Diferente es el caso del base, un puesto donde Argentina tiene mucho recambio y dos fijas como Campazzo y Laprovíttola.

De todas maneras, el hombre que pertenece al Baskonia (España) y que juega cedido en Quilmes, tendrá su estreno de fuego, como también podrían tener una nueva chance el Lobito Fernández o Nico Richotti (escolta).

Mirando al norte

Hernández y la dirigencia de la CABB saben que la Selección tiene recambio, pero que habrá que trabajar más duro que nunca para que esos nombres estén a la altura. Por eso ya se sigue mirando a chicos que se desempeñan en el básquetbol universitario de Estados Unidos.

Uno de esos casos es el de Erik Thomas (New Orleans Privateers), Ayan Carvalho (Universidad de Temple) y Daniel Amigo (Denver Pioneers),  todos compiten en la División 1 de la NCAA. Pero ¿quiénes son éstos jugadores?

Erik Thomas. Es un ala pivot que transita su último año como jugador universitario. Actualmente juega en los Privateers y las campañas anteriores había defendido los colores de Baton Rouge Community College, con porcentajes interesantes en la Southland Conference y puede ser una alternativa para Scola.

Nacido en Entre Ríos, es hijo de Jimmy Thomas (ex jugador de la Liga Nacional) y su hermana Sthefany ya jugó en la Selección femenina. Si bien Erik juega en uno de los equipos más pequeños y la conferencia es por más modesta, el ala pivot o ‘3’, tiene mucho protagonismo y es uno de las principales opciones de ofensiva.

En su caso, Carvalho, como todo debutante pelea por minutos en cancha. Sin embargo, por condiciones y progreso físico, puede ganarse un lugar en la Selección. Su equipo, Temple (donde fuera campeón Pepe Sánchez), compite en la American Conference (ex Big East), donde Ayan y sus compañeros se enfrentan a universidades de mayor jerarquía como Cincinnati, Connecticut y SMU.

Más allá de todo ello, su presencia despierta ilusión para Argentina. Tiene 19 años y es un escolta que cuenta con una capacidad atlética destacada, a lo que le suma buenos números defensivos y de tiros. Ya jugó un Mundial (U17 -2014-) con Argentina y también integró un seleccionado mayor en una Copa Stankovic (China).

El tercer punto de atención en la División I de la NCAA está puesto en Amigo. Daniel es nacido y criado en Estados Unidos pero hijo de padre argentino. Es un pivot de 2.08 mts que tiene su gran oportunidad esta temporada en la competencia universitaria con Denver Pioneers (Conferencia Summit League).

Su equipo no tiene mucha historia, pero lo positivo es que este argentino nacionalizado es un jugador de tercer año, con buenos minutos en cancha, algo que Hernández siempre tiene en cuenta en sus citaciones.

Gracias a la gesta de la Generación Dorada en Atenas 2004 se abrieron las puertas de la NBA y ligas universitarias para los argentinos. La hazaña en el Mundial del 2002 (Indianápolis -subcampeonato-) y los laureles conseguidos tiempo después provocaron que el mundo FIBA y los casa talentos de Estados Unidos fijaran más su mirada hacia nuestro país.

Y otro de esos casos está en la División 2 de la NCAA. Allí juega Kevin Buron, un ala pivot de 2.01 mts, oriundo de Buenos Aires, que se desempeña para Queens College de New York. Está en su primera temporada y puede ser otra carta a tener en cuenta.

Aunque todo debe analizarse cuidadosamente dentro de diferentes contextos (rival, torneos, lesiones, etc), quien sea convocado debe tener presente que tendrá que llegar con vocación colectiva de aprendizaje, pero mucho más de competitividad.

“Nosotros ganamos cosas jugando juntos y hay que seguir haciendo eso sin pensar en las individualidades. Hay que seguir jugando juntos, esa es la real mística de la Selección”, dijo hace poco Carlos Delfino.

Y esa es la cuestión. Algunos le dicen química, otros con mayores halagos, un programa argentino, y más acá en el mapa, simplemente sangre criolla. Cualquiera sea el calificativo, Argentina necesitará de todos.

Nombres sobran

Para el recambio generacional hay más nombres. Pablo Bertone,  Julián Chiera, Sergio Rupil, Álvaro Merlo, entre otros, son algunos de los casos que se pueden mencionar. Apellidos y más apellidos, donde resalta uno que en la Liga Nacional es figura: Gabriel Deck. Tiene experiencia en torneos internacionales y aparece como otra de las fijas.

De todas maneras, haciendo una rápida lectura y dependiendo de los resultados que obtenga la Federación Internacional (presidida por el argentino Horacio Muratore, ex titular de la Confederación Argentina) en cuanto a los procesos convocatorios para las ventanas internacionales, habrá que prestar mucha atención para ver lo que Hernández y Silvio Santander tendrán a disposición.

Cantidad vs. calidad

Muchos son los jugadores que seguirán apareciendo. Más allá de trayectorias o roce internacional, el coach argentino tendrá un arduo trabajo para confeccionar un equipo que le permita a nuestro país mantenerse en los primeros planos del ámbito internacional. Pero no hay que distraer el foco con las bajas que se dieron.

Esa cantidad de basquetbolistas no reemplazan a la calidad de los que ya no estarán físicamente dentro de una cancha. Por caso, Garino, Deck, Brussino o Franco Giorgetti no son Ginóbili y menos un Chapu Nocioni.

El problema en el corto plazo, a priori, no aparece en el eje de cancha, donde también se puede sumar como variante al mendocino Federico Aguerre. El tema está en el trapecio. Scola no estará de por vida -más allá de sus ganas- y Delía deberá hacerse dueño del poste bajo.

Amigo surge como alternativa, Tayavek Gallizi o Roberto Acuña son otros que pueden sumar. Pero no hay mucho más que eso, al menos, con roce internacional. Y es el problema de siempre para Argentina: la escasez de centímetros en el trapecio.

Preguntas sobran y respuestas también. Hasta que no arranquen los procesos nada se puede aventurar. El tiempo, como en todos los ámbitos de la vida, será el responsable de poner las cosas en su lugar, de ver quienes acompañarán a Luifa, ¿Lancha?, Lapro, Campazzo, Delía, Brussino, Deck y Garino, como fijas.

Lo que viene

Campeonato Sudamericano. Será la primera cita para la 'nueva' Selección. Todavía no está confirmada su sede, pero la fecha de inicio está programada para el 1 de junio.

Copa América. Comenzará a fines de agosto y será clasificatoria para la Copa del Mundo (China 2019) y los Juegos Olímpicos (Tokio 2020). Los equipos que participarán de la misma, son: Canadá, Estados Unidos, Puerto Rico, México, República Dominicana, Panamá, Islas Vírgenes, Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia.

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