Mientras los restos de Florencia Abril Di Marco (12), ahora descansan en paz en el cementerio de San Martín, su padrastro, Lucas Matías Gómez, único detenido por el abuso y asesinato de la pequeña, desde ayer deberá esperar el juicio tras las rejas de la Penitenciaría provincial (en el kilómetro 8 de la ruta nacional 146), compartiendo ese tiempo y el espacio con otros setecientos y tantos presos, tras el dictado de prisión preventiva.
Así lo firmó la Jueza de Instrucción en lo Penal N° 3, María Virginia Palacios, en el expediente 208.313/17, conocido en las primeras horas de la tarde de ayer lunes y fue después de tener, una vez más, en su despacho al hombre de 32 años, quien, como ya había ocurrido el domingo, se mantuvo en silencio.
Acusación y razones
El padrastro de la menor fue acusado formalmente de: "Abuso sexual con acceso carnal, doblemente agravado por la calidad de guardador y el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente, en concurso real con homicidio agravado criminis causa, por perpetrarse con alevosía y mediar circunstancias de violencia de género", según los artículos 119 y 79 del Código Penal.
Y después que Gómez fuera retirado del Juzgado camino al penal, la jueza resumió la calificación explicando que ha quedado probado que "resulta irrefutable que la menor Florencia Di Marco, al momento de ser ultrajada y ulteriormente asesinada se encontraba exclusivamente bajo la órbita de resguardo y custodia del aquí encausado Gómez Lucas Matías...”.
Más adelante señaló que para la imputación "se ha tenido en cuenta que fue la ultima persona que tuvo contacto en la víctima”, para lo cual tuvo vital importancia el testimonio de cuatro personas (entre ellos tres pescadores) de Saladillo, a los que calificó como “sólidos”, cuando el día y a la hora de lo ocurrido “reconocieron al imputado y al vehículo, un Renault Megane, en que este conducía".
Las cámaras
Además de los testigos presenciales, la jueza confirmó que las cámaras de seguridad del peaje Los Puquios (ubicado sobre Ruta Provincial N° 9, en el Kilómetro 16), registraron el momento en que el hombre pasó por el camino, esa misma noche.
Añadió que también se consiguió material fílmico en cercanías del baldío (detrás del supermercado Aiello) donde encontraron la mochila de la niña y que se ve cómo el vehículo pasa dos veces el día del crimen, a las 10 y a las 10,12 del día miércoles. Poco después a las 10,52, pasó la vecina que encontró la mochila, mientras que el tío de la víctima reconoció al auto como perteneciente al padrastro.
Después de confirmar que las pruebas son coincidentes en determinar que Florencia habría sido violada y asesinada en Saladillo, la jueza Palacios, señaló que "todo nos conduce a pensar que la menor salió con vida de su domicilio y que fue hasta la localidad de Saladillo, donde se consumaron ambos delitos".
Para la magistrada el "perfil de la víctima es compatible con el delito que se está investigando. como así lo es también el del victimario. Este tenía en su historial de navegación de su celular, durante toda la noche, a excepción de la franja de las 3 a las 6 de la mañana, más de 400 entradas a páginas pornográficas. La niña por su parte, tenía desgarros en su vagina y ano, de larga data, que nos hacen presumir que los abusos eran de carácter intrafamiliar".
Finalmente la jueza le pide al Superior Tribunal, que "atento a la conducta asumida por el médico forense Ricardo Torres, por la información vertida a los medios de comunicación (con relación a las lesiones de la nena), cuando la causa se encontraba en plena etapa de investigación, pudiendo haber puesto en serio riesgo los fines del proceso en orden al descubrimiento de la causa".