El negocio hotelero se concentra por la ofensiva de las cadenas

Los colosos nacionales e internacionales del sector tratan de sumar hoteles independientes a sus operaciones.

La hotelería resurge en paralelo con el negocio turístico. Según un relevamiento del Ministerio de Turismo, este año están previstas inversiones por $ 17.762 millones para la construcción de 141 nuevos hoteles.

En este contexto, el dato principal es que las grandes cadenas (nacionales e internacionales) lanzaron una ofensiva para captar hoteles independientes. Se trata de una tendencia global (la concentración), que en la Argentina viene bastante demorada, según coinciden fuentes de la industria.

“La penetración de las cadenas en el país es de apenas el 15%, en contraposición con lo que ocurre en los mercados desarrollados, donde se observan niveles mayores al 40%”, dijo Fabián Rodríguez Suárez, managing director del grupo Hilton. “En todo el mundo, el negocio del alojamiento se va concentrando en pocas cadenas. Para los hoteles independientes, estar bajo el paraguas de una marca, les permite maximizar la rentabilidad en la gestión de ventas y hospedaje”, completa Damián Habib, director de InverTur, un club de inversores vinculado al turismo.

"Es una tendencia que se va a profundizar por una lógica de eficiencia y escala. Eso va de la mano de un proceso necesario de reconversión en las prestaciones que brinda el hotel, de acuerdo con las demandas del turista actual , que es un cliente más exigente", explica Sebastián Slobayen, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Turismo.

En tal contexto, las grandes cadenas aseguran que existen muchas oportunidades para crecer en dos sentidos: en la construcción de nuevos hoteles y en la captación de nuevos socios para expandir la operación.

Las cadenas hoteleras, tanto nacionales como internacionales, agrupan varias marcas. En el país, sobresalen las norteamericanas Wyndham (Howard Johnson, Days Inn), Marriott y Hilton, y la francesa Accor. Y varias locales, como Amerian, Álvarez Argüelles y el grupo Alvear. Todas tienen planes similares.

Así lo explica Hugo Desenzani, vicepresidente para la región del Marriott: "La estrategia consiste en sumar hoteles nuevos como también afiliar hoteles ya existentes que hoy operan de forma independiente", dijo.

En todos los casos, "la propuesta se basa en incrementar la tarifa y ocupación, además de reducir sus costos de forma importante", añade el ejecutivo. Se trata de una necesidad mutua, tanto para las cadenas como para las firmas independientes, una alianza que intenta capitalizar el incremento del turismo interno (ocio, negocios y convenciones).

En este último caso, con el viajero de cabotaje, la Argentina es considerada el segundo mercado más importante de la región, después de Brasil.

"La demanda doméstica representa alrededor de 40 millones de personas, esto sin computar los 6 millones de turistas extranjeros", grafica Rodríguez Suárez, del Hilton. Añade que los clientes argentinos son muy exigentes y tienen una mirada muy aguda con la relación precio/calidad. "Viajan mucho, conocen varios destinos y comparan", sentencia.

Álvarez Argüelles tiene 11 hoteles propios, entre ellos el Costa Galana. La empresa tiene previsto inaugurar tres hoteles este año: Buenos Aires, Salta y Santa Rosa (La Pampa). “Nos llegan muchísimas propuestas de propietarios para sumarse a la cadena, que estamos analizando”, dijo Federico Huberto, gerente de Proyectos de la compañía.

“Las cadenas ofrecen un paraguas, una marca y una central de reservas que garantiza una demanda. Las empresas independientes representan una mayor cantidad de habitaciones para capitalizar”, subraya Habib. Los acuerdos comerciales, explicaron fuentes del sector, varían según la ubicación y la categoría del servicio.

“El hotel independiente tiene el know how, pero no el traccionamiento de la demanda de una gran cadena”, sostienen. “Es un caso de mutua necesidad. Hay hoteles de primera, pero tienen problemas de ocupación y de tarifa.

Les falta una gran vidriera”, proclama Rodríguez Suárez, y agrega que “los mismos propietarios se dan cuenta de que es más conveniente y rentable ser parte de una cadena”.

El desarrollo de la infraestructura hotelera es despareja y varía según la región o el destino. "En Buenos Aires hay capacidad excedente, sobra la oferta. Efectivamente se hicieron muchos hoteles, pero concentrados en algunas ciudades. Por caso, hay mucha capacidad en destinos como El Calafate y Salta. Pero hay una estructura deficiente en El Chaltén, Esteros del Iberá, Saltos de Moconá o en el Valle de la Luna”, remarca Arturo Navarro, CEO de Aadesa, una empresa que administra 13 hoteles de diversas marcas, entre ellos el Wyndham de Nordelta.

Según datos oficiales, en el país hay 5.789 hoteles, que representan un total de 429.962 alojamientos. La mayoría (1.838) están localizados en la provincia de Buenos Aires. En líneas generales, en la industria resaltan que los principales destinos turísticos y las capitales de provincia tienen una cobertura adecuada.

Las mayores deficiencias se encuentran en muchas ciudades del interior del país, un dato relevante si se tiene en cuenta el crecimiento exponencial que vienen registrando los viajes de negocio, los congresos y los eventos empresarios.

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