Juan Luna no tiene dudas de que, hoy, el contexto es el mejor para el desarrollo científico en Argentina. “El éxodo científico ha disminuido, y eso es principalmente porque acá se puede trabajar. De hecho, la salida laboral es mejor acá que en países como EEUU o los europeos, puesto que el Conicet sigue contratando gente. Además, Argentina tiene proyectos interesantes. Uno de ellos es el Llama, que es un radiotelescopio que se va a instalar en Salta -junto a Brasil- en 2017 y que será uno de los mejores radiotelescopios de Argentina. Además, hay un proyecto chino en el norte de San Juan y también está el proyecto Géminis, que trabaja con dos telescopios de 8 metros de diámetro que están ubicados en Chile y en Hawai”.
Del mismo modo, habla del auge de la astronomía: “La gente va descubriendo la carrera porque hay mayor difusión, más noticias sobre el tema. Además, es importante saber que hay becas para estudiantes, sólo hay que gestionarlas”.
Y recuerda una anécdota: “En 2000-2001 yo estaba trabajando en el quiosco y me quedaban algunas materias para rendir. Una amiga me había comentado de esas becas y el Viti Fayad -era legislador nacional en aquel momento- siempre compraba en el quiosco. Un día yo le conté que estudiaba astronomía y le pregunté por las becas del Congreso. Quedó en que me iba a averiguar y me pidió el certificado. Cuando ya estaba en Brasil, me dijeron que me había salido la beca y eso me ayudó mucho para poder seguir estudiando allá. Sé que mi papá alguna vez se lo agradeció, pero yo me quedé con las ganas de hacerlo”.