El ítem Aula se flexibiliza y casi todos lo cobrarán

Mañana se tratará una modificación y en el Gobierno dicen que sólo quedarán afuera los que tengan licencia gremial. Las faltas se cuentan desde fines de marzo.

“Quiero poner especial atención en premiar a quienes están frente al grado” decía  el 9 de diciembre, ante una multitud, el recién asumido gobernador Alfredo Cornejo. “Necesitamos privilegiar a ese maestro y optimizar recursos. No es justo que haya tres o cuatro suplencias por cargo pagadas por el Estado”, seguía.

Así anticipaba la que sería una de sus más polémicas medidas: el ítem Aula. Un adicional que terminó imponiendo por decreto a los docentes, que siempre lo rechazaron y nunca lo vieron como un “premio”.

En estos meses, el ítem pasó de ser “absolutamente restrictivo” a tener ahora una amplitud tal que -de aprobarse mañana en Diputados- prácticamente todos los docentes lo cobrarán, ya que sólo quedarán afuera los que falten más de tres días, un mes o diez días en el año y los gremialistas.

“Desde el principio la concepción filosófica era premiar al docente frente al aula, en el hecho educativo”, resaltó el director de Administración de la DGE, Gabriel Sciola.

El funcionario asegura que también, desde un principio, “el SUTE sabía de qué se trataba pero siempre lo negó”.

Fue el 15 de febrero cuando el Gobierno se lo presentó al gremio, en el marco de la paritaria. Quedaban afuera los que faltaban -por cualquier razón-, los que estaban en misiones especiales, los que tenían cambios de funciones, y los que gozaban de licencia gremial.

El rechazo fue categórico y el oficialismo, que nunca pensó en resignar ese cambio, prometió mejoras.

“En el inicio no dimensionamos cuántos eran los que no lo cobrarían”, confesó Sciola sobre esa primera oferta.

En la siguiente reunión (17 de febrero), el ítem tuvo su primera ampliación. Pasó a ser remunerativo y a incluir a los que tenían inasistencias justificadas por licencia ordinaria, por maternidad, por accidente o enfermedad profesional.

El 21 de febrero llegó la última oferta. El ítem lo cobrarían también los que tuvieran tres faltas no consecutivas al mes, algo que Dalmiro Garay, ministro de Gobierno, consideró “un gran avance”.

Un nuevo rechazo hizo que Cornejo considerara “fracasada” la paritaria y emitiera el decreto 228 (14 de marzo), refrendado después por la ley 8.847. Allí se definió el aumento, que totalizó, según el Gobierno, un 32%, contando los incrementos propios al básico, complementos nacionales (Fonid) y el ítem Aula. Éste abarcó el 10% de cuatro ítems: sueldo básico, antigüedad, zona y estado docente.

Así, el ítem Aula lo terminaron cobrando los que figuraban en la última propuesta y el decreto aclaró que si bien lo percibirían quienes tuvieran hasta tres inasistencias mensuales, al año sólo podían ser 10 las faltas, y no acumulables.

Cabe resaltar que, para este año, esos 10 días corren desde fines de marzo (no desde enero), cuando la Legislatura ratificó el decreto, por la no retroactividad de la norma, por lo que no entran en la cuenta las faltas anteriores.

La ampliación actual

De un total cercano a 60 mil docentes, hasta ahora, unos 3.600 no cobraban el ítem, por estar en “cambio de funciones”, es decir, con otra tarea en lugar de dar clases.

Sin embargo, ahora se sabe que la mayoría sí participa en el hecho educativo porque suelen estar en las escuelas y, “casi siempre” tienen esa condición por alguna situación de enfermedad. Al menos así lo reconoce el Gobierno.

“En marzo, no sabíamos cuál era la composición de los cambios de funciones”, se sinceró Sciola, que coincidió con las autoridades en que “siempre hubo intenciones de ampliar” el ítem Aula.

“El sistema que heredamos estaba enormemente desordenado, por eso era imposible hacer lo que había que hacer, y que incluso marca la ley”, agregó el propio director general de Escuelas, Jamie Correas.

“Salud Laboral otorgaba los cambios de funciones, pero nunca se hacían los seguimientos”, completó Sciola. Fue por eso que se decidió hacer la reevaluación de estos maestros.

El relevamiento implicó exámenes de salud y revisiones administrativas. De ese modo se llegó al número de 3.600 trabajadores en estas condiciones y se confirmó que la mayoría trabaja en las escuelas. Sólo 44 están en condiciones de regresar a las aulas. “De todos modos, hay 300 que aún no tienen resoluciones”, indicó Sciola.

"En función de esa revisión es que ahora pudimos decidir que se los incorpore a cobrar el ítem aula", resaltó Correas.

Así entonces, si mañana se aprueba la ley que refrendará el decreto 986 (ampliación del ítem aula) -que ya tiene media sanción del Senado-, quedarán en condiciones de cobrarlo todos los docentes que están en cambios de funciones.

“También quedará formalizado que lo cobren los que padecen enfermedades terminales, algo que hasta ahora se venía haciendo de oficio”, admitió Correas.

De ese modo, sólo los que faltan más de tres días al mes y los que tienen licencia gremial no cobrarán el ítem Aula.

Una discusión interminable

Definitivamente el ítem Aula divide las aguas. Y eso se refleja en la lucha política que, por estas horas, se da en la Legislatura, donde mañana los diputados deben decidir la suerte de su ampliación, en sesión especial.

De un lado, el oficialismo, impulsor de la norma, convencido de que “sigue siendo un premio” y de que “mejora la calidad educativa”.

Del otro, la oposición, partidaria o gremial, que no deja de verlo como “un castigo para los trabajadores”.

Según el Gobierno la ampliación “no varía las características de premio” que el ítem tiene. Y hasta se regocija con “el ejemplo que está siendo para otras provincias y para la Nación”, como destacó Correas.

El PJ, en tanto, considera la nueva norma como un signo de debilidad del Ejecutivo. “A mi criterio ahora el Gobierno tiene mano blanda”, dijo el diputado Jorge Tanús. Además, consideró “antidemocrático” al ítem Aula, porque salió por decreto -a pesar de haber sido refrendado por ley-. Anticipó el voto negativo de su bloque.

Desde el SUTE, su titular, Adrián Mateluna, insiste en que el ítem discrimina. “Siguen quedando muchos docentes afuera, no sirve”, indicó el gremialista. Además, señaló que el Gobierno “va para atrás”, porque “antes el hecho educativo era estar frente al aula y ahora permite los cambios de funciones”.

Para Correas, en tanto, “el hecho de que haya habido sólo 2% de ausentismo en el paro del jueves demuestra lo que significa el ítem Aula”.

En detalle

Adicional. Se aplica cada mes sobre cuatro ítems del bono de sueldo. Implica el 10%, el básico, de la antigüedad, de la zona y del estado docente.

Beneficiarios. Según el decreto 228 (ley 8847), los docentes que asisten siempre a clase; los que tienen licencias ordinarias, por maternidad, por accidente o enfermedad profesional, que tenga hasta tres inasistencias mensuales (como máximo 10 al año).

Ampliación. Desde ahora lo cobrarán quienes tengan cambios de funciones. También -aunque ya lo venían haciendo "de oficio-", quienes padecen enfermedades terminales.

Suplencias. Si un docente falta más de tres días un mes o diez en la suma anual, pierde el ítem, pero quien lo remplaza cobra el proporcional por los días trabajados.

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