El homenaje al intendente Raúl Silvano divide a los tunuyaninos

Para que todos los tunuyaninos pudieran escuchar tonadas y no sólo los que tenían vehículos para llegar hasta el Manzano Histórico, Silvano 'trasladó' en 1989 el Festival a orillas del río.

También tuvo la claridad de ver, en ese terreno que por entonces era un basural, una gran olla festivalera. Murió días antes de la 35 edición de la Tonada y gran parte de la comunidad hoy quiere homenajearlo colocando su nombre al 'escenario mayor' de Tunuyán.  

"Fue el primer intendente realmente popular. Todos lo querían, los aliados y los opositores", así define Silvana, una vecina de la villa tunuyanina a Raúl 'Pichiría' Silvano. Este justicialista gobernó el departamento valletano entre 1987 y 1995, convirtiéndose en uno de los personajes políticos de la región.

Su muerte, por un infarto al corazón, el pasado 25 de enero, conmocionó a la comunidad local. Enseguida, comenzaron a surgir voces en el ámbito político y en las redes sociales proponiendo su nombre para el escenario mayor del Festival Nacional de la Tonada. Días después, el bloque del PJ presentó en el Concejo Deliberante un proyecto para efectivizar el homenaje.

En un debate -no cerrado aún- el Concejo Deliberante discutió la propuesta. Sin embargo, no se llegó al acuerdo necesario con la UCR para dar este anuncio en la pasada edición del Festival.

La iniciativa se sigue estudiando en comisiones. Mientras que los justicialistas sostienen que -por el rol que cumplió en su creación- el escenario mayor debe llamarse ‘Pichiría’; los radicales argumentan que el predio tonadero ya tiene nombre y que el de Silvano debiera lucirse en una obra importante, como el nuevo auditorio municipal.

"A los días de su partida, hablamos con los familiares de Silvano para comentarles esta posibilidad y estuvieron muy de acuerdo. Entonces se armó un expediente", comentó Enrique Romero, secretario de Gobierno de la comuna. 

"Nos culpan de haber rechazado la ordenanza, pero sólo la derivamos a comisiones. No estamos en contra del homenaje, pero el predio de la Tonada ya tiene nombre y creemos que el de Silvano -por el afecto que se ganó en el pueblo- tiene que estar en un sitio de mayor nivel, como una calle importante o el auditorio municipal", sostuvo Paulo González, edil radical.

Sucede que, en la actualidad, la Peña tonadera (el escenario menor del Festival) y el anfiteatro ya tienen nombre. El primero lleva el de Elías 'Chiche' Mocayar, un escritor y referente cultural del departamento, y el anfiteatro municipal a la vera del río se llama Nicolás Battaglia, ex intendente radical que -según sostienen algunos- donó el terreno para construirlo.

Un poco de historia

El rol que jugó Silvano fue clave para otorgarle popularidad a este Festival. Hasta su desembarco en el actual anfiteatro, la Tonada era más bien una peña entre amigos folcloristas que se reunían y acampaban en el Manzano Histórico varios días. Allí actuaron bandas claves del folclore nacional, como Los Tucu Tucu, Antonio Tormo o Los Chalchaleros.

Sus orígenes fueron en 1972 y sus mentores un grupo de reconocidos tonaderos locales que idearon este espacio para compartir su música. Sin embargo, fue creciendo en importancia (en 1988 fue reconocido como Festival Nacional) y muchos tunuyaninos no podían acceder por las distancias.

Atendiendo a esta situación,  Silvano convirtió este basural a orillas del río y construyó allí el anfiteatro. Además, todo lo que hizo para embellecer el departamento y apostar a la cultura, lo convierten en un referente querido para los tunuyaninos.

Unos 60 mil espectadores en la Tonada

Los cuatro días del Festival Nacional de la Tonada dejaron como saldo un número de espectadores superior a los 60 mil espectadores. Las noches más convocantes fueron la de Abel Pintos y el domingo, con la vendimia Unión de los Tiempos, que finalmente resultó cortada por el temporal. Aunque, los funcionarios reconocieron la sorpresa de que no "hubo noches flojas".

Desde la comuna, dijeron que aún no tienen los números finales del balance económico. “De todos modos, todo el que hace festivales sabe que la recaudación en entrada no es la clave. Lo que nos importa es el derrame de ganancias turísticas que se da en la comunidad local: en negocios, estaciones de servicio, alojamientos, campings, etc... Genera un gran movimiento económico. Creemos que superó los 10 millones de pesos del año pasado”, señaló Enrique Romero, secretario de Gobierno de Tunuyán.

El funcionario destacó la “transparencia” de la organización, ya que desde hace cuatro años responde a las Normas Iso. “Esto nos obliga a tener todo perfectamente auditado”, señaló.

Según Romero, una de las cuestiones en las que pusieron mayor énfasis fue la venta de alcohol a jóvenes. “Clausuramos tres quioscos por vender fuera de los horarios pautados”, dijo.

También resaltó lo bien que se llevó a cabo la evacuación del predio el domingo, cuando la tormenta dio por tierra con la fiesta vendimial de los tunuyaninos. “El plan de emergencia y mostrar a cada hora el video con el mapeo de los puntos de encuentro y de Salud dio resultado”, dijo.