El Green Market también sedujo a los sanrafaelinos

Vino, frutas secas, miel, cerveza artesanal, fueron algunos de las cosas que se presentaron en la primera feria de productos orgánicos que se denominó San Rafael Green Market.

Más de 25 expositores formaron parte de este encuentro que tuvo lugar en el parque Hipólito Yrigoyen, a donde la gente asistió no sólo a conocer y degustar los productos, sino también a disfrutar de un rato al aire libre y de la música, ya que se ofrecieron recitales de músicos locales.

“Muchos de estos productos son de nuestra región, por eso está bueno que la gente lo sepa y que apueste por fruta, verduras o vinos orgánicos locales”, contó a Los Andes, una de las expositoras.

Como ella, se unieron a esta feria de productos saludables y agroecológicos 24 expositores -entre productores y comerciantes- que armaron su stand con el objetivo de dar a conocer tanto su producto como esta filosofía de vida.

El buen tiempo acompañó y los sanrafaelinos y turistas pudieron recorrer la feria con tranquilidad. La iniciativa tiene antecedentes en otros lugares como Buenos Aires o Gran Mendoza, y  se enmarca dentro de la efervescencia de la alimentación orgánica y natural.

La finalidad es promover la alimentación saludable, tal como explicaron sus organizadoras. Así se sumaron a la feria diversas actividades como espectáculos artísticos, talleres de cocina, incluido uno para niños, yoga y gimnasia, entre otros atractivos.

Panes caseros y fruta desecada por un lado, productos sin gluten aptos para celíacos para otros, convivieron en esta feria que fue abierta al público y gratuita.

La propuesta contó con la presencia de diferentes stands con alimentos de origen natural y sano, a lo que se sumaron actividades de promoción de la vida saludable. Así lo explicó José Villegas, otro de los organizadores, quien destacó la participación de la gente en el encuentro en el predio detrás del teatro griego Chacho Santa Cruz.

La variedad de cosas ofrecidas se conjugó a la perfección con las distintas actividades.

“Vinimos a ver y terminamos bailando en la clase de zumba”, contó Lorena (46), una turista que se enteró de la feria y no quiso perdérsela.

“Suelo comprar distintas semillas; por lo general en las dietéticas, pero hay una cantidad de productos que uno no tiene idea que existen o para qué sirven”, agregó.

“Que tratemos de comer más sano, de volver a los orígenes es un desafío, por eso celebro que haya gente que organiza estos encuentros”, expresó Gabriela, que llegó con sus hijas, reposeras y canasta con el infaltable mate.

“Comer sin tanta azúcar, sin colorantes o aditivos, evitar las grasas y además rico se puede, y acá lo podés ver”, explicó.