Conocido por sus representaciones clásicas de Mozart o Bach, el prestigioso festival de música de Salzburgo estrena este lunes una ópera contemporánea sobre la artista alemana Charlotte Salomon, que murió durante el Holocausto.
Durante su exilio en el sur de Francia, la artista de confesión judía relató su vida en cientos de pinturas, antes de ser deportada y asesinada por los nazis en 1943 en el campo de exterminio de Auschwitz, con solo 26 años.
Sus pinturas de cenas mundanas en Berlín o del éxodo de los judíos tras la llegada de los nazis reviven sobre el escenario.
El compositor francés Marc-André Dalbavie (de 53 años) ha interpretado en música el trabajo artístico de la berlinesa, en una ópera epónima presentada por primera vez el lunes por la noche en Salzburgo y puesta en escena por el suizo Luc Bondy.
"Toda la creación pictórica de Charlotte Salomon parte de la música. Cantaba siempre cuando pintaba y es el canto que desencadenaba su inspiración pictórica", explica Dalbavie en una entrevista a la AFP.
Aires de Georges Bizet o de Johann Sebastian Bach, junto a canciones infantiles que Charlotte Salomon ilustró con sus cuadros, van y vienen en la creación lírica moderna de Marc-André Dalbavie.
Esta ópera dista mucho de ser una simple crónica de los desarrollos políticos en Alemania y en Francia en los años 1930 y 1940. Cuenta la búsqueda de identidad de una joven y sus esfuerzos por escapar a una maldición familiar, tras el suicidio de su madre y de su abuela.
"Hace esta obra para reconstruir su identidad y para salvarse. No quiere suicidarse, quiere vivir", precisa el francés.
Su deportación a los campos de la muerte justo cuando recobra la voluntad de vivir "es una ironía muy dramática", estima el compositor.
La colección de pinturas de Charlotte Salomon en la que cuenta su vida, realizados entre 1940 y 1942 y titulada "¿Vida? ¿O Teatro?" ("Leben? Oder Theater?") está conservada en el Museo Judío de Amsterdam.
La ópera proyecta sus pinturas como telón de fondo y propone dos Charlottes: la mezzosoprano Marianne Crebassa, que canta en francés, y la actriz Johanna Wokalek, que narra en alemán.
Bajo la música dramática de Dalbavie, la madre y la abuela de la artista se suicidan y su padre es secuestrado por nazis con el rostro cubierto.
Al fondo del escenario las pinturas de Salomon muestran una cruz gamada, unas tropas desfilando y unos buques que recogen de noche a personas que huyen para llevarlas a un lugar seguro.
Pero Charlotte también descubre el amor. Su trabajo, una vez en el sur de Francia, está lleno de colores cálidos. Un humor difícil de trasladar en una ópera, según Luc Bondy.
"Su biografía ficticia tiene algo de muy alegre, a veces melancólico. Es muy difícil transmitirlo en una ópera, porque en el fondo, la ópera no es divertida", apunta el director de escena.
"Charlotte Salomon", un pedido del Festival de Salzburgo, es la segunda ópera de Marc-André Dalbavie, después de "Gesualdo" en 2010.