El Ejército de Nigeria informó ayer que unos 300 yihadistas de Boko Haram murieron esta semana durante una operación para recapturar ciudades del noreste del país, donde hace cinco años surgió este grupo islamista que ahora extendió su ofensiva a naciones vecinas en su objetivo de instaurar un califato.
El Ejército precisó en un comunicado que los milicianos fueron abatidos en Monguno, ciudad del Estado de Borno que el 25 de enero pasado cayó en manos de Boko Haram. “Más de 300 terroristas murieron y algunos fueron capturados”, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa, Chris Olukolade, en el texto.
El comunicado de Defensa precisó además que “dos soldados perdieron la vida mientras que otros 10 resultaron heridos” durante la operación militar, en la que también fueron capturadas “armas y equipamiento” en manos de los yihadistas.
Los incesantes ataques de Boko Haram en Nigeria contra militares y civiles, ya causaron miles de muertos desde que el grupo lanzó su violenta campaña por la creación de un Estado islámico a mediados de 2009, amenazando a la mayor economía de África y un importante productor de petróleo, al igual que a toda la región. Pero Boko Haram, que ya controla grandes territorios en el noreste de Nigeria, comenzó en enero pasado a realizar ataques en los países vecinos: Camerún, Níger y Chad.
La crítica situación llevó a que estos países y Benín integren una fuerza regional de 8.500 soldados para ayudar a Nigeria a combatir a los yihadistas. Hoy, las fuerzas de Camerún, apoyadas por la Fuerza Aérea de Chad, también realizaron ataques contra Boko Haram en el pueblo de Gourgouroon, cerca de la frontera de Nigeria.
