El dólar llegó a $18,10 y ahora preocupa el traslado a precios

La tendencia alcista se mantiene por la incertidumbre pre electoral, la poca atractividad de las tasas bancarias y el excedente de pesos. Advierten que puede impactar en la inflación.

El dólar sigue subiendo y ayer llegó a $18,10 en las casas de cambio de Mendoza y marcó el cuarto récord de cotización de los últimos siete días. Para los economistas es una situación "controlada" por el Gobierno Nacional, pero el temor del traslado a precios parece inevitable.

Lo preocupante, más allá del valor en sí, es el ritmo de la devaluación. En los primeros seis meses del año se registraron algunas subas y bajas, pero el dólar nunca llegó siquiera a los $ 17. De hecho, el 15 de junio pasado el precio de venta de las casas de cambio era exactamente el mismo que el del primer día hábil del año ($ 16,40).

A partir de entonces comenzó a subir el precio de la moneda norteamericana y ya no paró. En el último mes y medio se acumula un aumento de $ 1,70 y 10,36% en el mercado local.

Además, gran parte de esa suba se registró en los últimos siete días. El martes 18 de julio las pizarras marcaron por primera vez $ 17,45 como valor de venta del dólar, luego saltó a $ 17,90 y a $ 18 el viernes. Con los $ 18,10 se concretó el cuarto récord de la semana y la situación ya comienza a inquietar un poco.

Los disparadores

El paso de la estabilidad de los primeros seis meses del año a la suba constante de las últimas semanas no es casual.

Pablo Salvador, economista de Fundación Ideal, explicó qué fue lo que cambió para que el dólar reaccionara de esa manera.

“La suba del dólar tiene que ver con la relación de oferta y demanda. Por un lado, la incertidumbre de las elecciones legislativas aumentó el interés por el dólar y por el otro, comenzó a caer el ingreso de divisas por parte del sector exportador”, comentó.

“Además, la tasa de interés del Banco Central, valor que se usa de referencia para plazos fijos y otras inversiones, no logra captar del todo el interés de los inversores, quienes están prefiriendo volcarse al dólar”, apuntó.

“Otro disparador es la cantidad de pesos que circulan en el mercado. En julio se cobró el aguinaldo y el Banco Central liberó muchos pesos en los últimos meses. Ante la falta de propuestas más atractivas, ese dinero se vuelca al dólar”, agregó Salvador.

Similar fue la explicación de José Vargas, economista y director de la consultora Evaluecon. "Lo que mantiene la dinámica del dólar es la suba de la demanda, tanto en el mercado minorista como en el mayorista", indicó.

“Ese repentino interés por el dólar tiene que ver con la incertidumbre de las elecciones y el resultado de las encuestas que favorecen a Cristina Kirchner”, comentó.

Coincidió con esa opinión el economista Sebastián Laza. "Se mantiene el ascenso de Cristina y baja la aceptación de Cambiemos. Eso genera incertidumbre y como siempre, el mejor resguardo a los ojos de los inversores es el dólar", señaló el experto.

Más allá de la situación, los tres economistas coincidieron en que “el Gobierno tiene herramientas para controlar el dólar”. A modo de ejemplo señalaron la “amplia disponibilidad de reservas”, que hoy alcanzan los 48.115 millones de dólares y la variación de las tasas de interés del Banco Central.

El impacto en la inflación

La suba de la cotización favorece al sector exportador, pero preocupa la incidencia que puede tener sobre la inflación.

Laza, Salvador y Vargas señalaron “es esperable un impacto sobre el precio de artículos importados y productos con alta dependencia del dólar, como los combustibles y los inmuebles”. No obstante, recordaron que el valor de los destilados se define de forma trimestral, por lo que la suba recién se vería en setiembre.

“El resto de los productos no debería subir, pero muchas veces se hacen ajustes especulativos por miedo a más devaluación”, lamentó Salvador.

Impacto en el sector inmobiliario

A la hora de analizar el impacto de la suba del dólar, no puede dejarse de lado el sector inmobiliario. Es que el aumento de la cotización tiene incidencia directa sobre los precios de las propiedades y hace temblar a muchas operaciones de compra-venta.

Miguel Astorga, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Mendoza, explicó que la devaluación tiene un fuerte impacto sobre las compras que se hacen con créditos hipotecarios, porque los precios de los inmuebles se miden en dólares.

“Los créditos hipotecarios generalmente demoran 120 días en concretarse desde que se aprueba la solicitud hasta que se entrega el dinero. Si en ese tiempo el dólar sube, el precio de la vivienda también aumenta en pesos y puede quedar fuera del alcance del comprador”, indicó.

“Es muy difícil que un vendedor congele el precio en pesos, cuando el dólar sube constantemente”, agregó Astorga.

Para entender mejor el problema vale analizar un ejemplo. En junio una persona podía adquirir 61 mil dólares con un préstamo de $ 1 millón. Hoy, en cambio, solo accede a 55 mil dólares con ese crédito.

Por lo tanto, si tenía en vista una vivienda de 60 mil dólares en junio, pero cobra su préstamo en julio, ya no le alcanzará para comprarla.

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