El derroche del gasto no tiene límites

El gobierno nacional sigue acelerando el ritmo del gasto y continúa generando erogaciones superiores a los niveles de ingresos que registra.

Según el balance del Banco Central (BCRA) la emisión monetaria de agosto alcanzó una cifra superior a los 29.000 millones de pesos. Esta cifra es récord e incluso superó a la emisión de diciembre de 2013 (mes estacionalmente alto por los pagos de fin de año) que fue de 21.780 millones.

Hasta ahora, el BCRA como medida compensatoria venía emitiendo letras para absorber los excesos de liquidez, pero este mes -el primero de la gestión de Alejandro Vanoli- cambió la estrategia porque el ente emisor ya agotó prácticamente en su totalidad la capacidad de asistencia financiera al Estado.

Por eso, ahora es el Tesoro el que salió a colocar bonos para absorber liquidez. De hecho, acaba de emitir un bono por 983 millones de dólares, que se tomó en pesos ajustables por la variación del dólar oficial.

Por esa razón, en las últimas licitaciones de letras, el BCRA sólo consiguió absorber 2.100 millones de pesos en el mes, contra los más de $ 18.000 del mes anterior. Hay que tener en cuenta que la situación del BCRA es muy compleja porque el stock de letras emitidas ya supera los 240.000 millones de pesos, lo que le daría patrimonio neto negativo.

Lo peor de todo es que no se vislumbra que el gobierno intente bajar el nivel del gasto, sobre todo en lo referido a los niveles de subsidios a los servicios públicos. El subsecretario de transporte acaba de reconocer que los subsidios, que representan el 70% del costo del boleto, alcanzan a la suma de 28.000 millones de pesos. A esto debe sumarse luz, gas y combustibles.

Cumpleaños del cepo
Las medidas restrictivas a la compra de dólares cumplieron tres años esta semana. Las razones que se argumentaban eran impedir la especulación y se consideraba que ahorrar en dólares era contrario a los intereses nacionales.

Por eso se prohibió la venta de billetes norteamericanos a particulares, para atesorar, quienes debieron empezar a pedir autorización a la AFIP. También se pusieron trabas a las importaciones.

El resultado ha sido muy magro, porque la restricción sólo hizo acelerar la salida de dólares por todo tipo de vías. La medida generó consecuencias que han generado una caída en el nivel de actividad.

El sector más perjudicado fue el inmobiliario ya que no se permitieron más operaciones en dólares, pero también se cortó el ingreso de capitales al prohibir la remisión de utilidades a las empresas extranjeras.

Las mismas restricciones generaron que los argentinos decidieran gastar aprovechando que el dólar estaba atrasado. Así, se vivió un récord de ventas de automóviles, especialmente de los importados de alta gama.

También se registraron salidas récord de turistas que aprovecharon a gastar con tarjetas de crédito, pese a que se les puso un sobrecosto con impuesto a las ganancias.

Todo este movimiento, más los pagos de deuda externa, superaron los ingresos y, entre el 28 de octubre de 2011 y la misma fecha de 2014, las reservas del Banco Central disminuyeron en 20.200 millones de dólares. Por supuesto, este aniversario no fue conmemorado por el gobierno.

Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes