El derrame del blanqueo en la economía

La AFIP consiguió una recaudación extraordinaria de $ 106.760 millones pero los frutos del sinceramiento podrían tardar en llegar de la mano de la obra pública. El camino que hace el dinero.

El blanqueo de capitales, que hasta ahora le reportó a la AFIP una recaudación extraordinaria de $ 106.760 millones, ayudó al Tesoro Nacional a reducir el voluminoso déficit fiscal de 2016 que, sin las ayudas del Banco Central y Anses, alcanzó al 6,9% del PBI. Y sin los ingresos del impuesto al blanqueo hubiera trepado al 8,3% del PBI. También inyectó más de US$ 7.200 millones al sistema financiero por los depósitos de dólares en efectivo y empezó a mover el mercado inmobiliario, muy afectado por la recesión y la caída del poder de compra de los ingresos de la gente.

El total blanqueado al 31 de diciembre de 2016 fue de US$ 97.842 millones, de los cuales US$ 84.127 millones son bienes o dinero en cuentas bancarias alojados en el exterior y los restantes US$ 13.715 millones son activos radicados en el país. Sobre esta base, la AFIP considera que la nueva base imponible en el exterior es de US$ 110.527 millones. Una cifra que está por debajo de la mayoría de las estimaciones sobre el capital fugado por los argentinos a lo largo de varios años y diferentes gobiernos.

De los US$ 13.715 millones declarados en el país, se abrieron 112.000 nuevas cuentas en bancos locales con depósitos por US$ 7.200 millones, de los cuales US$ 1.000 millones fueron "liberados” para la compra de inmuebles, autos u otros bienes registrables.

Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein, señala que “con lo ingresado hasta el momento, el blanqueo de capitales muestra números muy por encima de las proyecciones más optimistas barajadas en un inicio, y todavía falta computar el grueso del blanqueo de propiedades en el exterior -se estiman US$ 20.000 millones adicionales- y algún adicional de cuentas en el exterior, por lo que el impacto fiscal de esta operatoria podría sumar $ 35.000/45.000 millones adicionales.

Entre ambos tramos son más de $ 150.000 millones, casi un 8% de la recaudación de 2016. A esto se suma que el ingreso de dólares en el fin de año para pagar la multa contribuyó a estabilizar la corrección del tipo de cambio inmediata al resultado electoral de EEUU de principios de noviembre”.

Dal Poggetto considera que “el impacto sobre la economía real no es lineal, aunque dada la magnitud de los números, seguramente no es neutra. El canal más directo está dado por los fondos cerrados de inversión, cuya operatoria todavía está abierta a la espera del ajuste en la normativa, y que funcionan en los hechos como un abaratamiento del costo de fondeo de proyectos, que en no pocos casos se hubieran realizado de todas formas. Pero también es cierto que una vez “blanqueada”, es probable que parte de los fondos se vuelque a la demanda de bonos locales para limitar el pago de impuestos sobre cuentas que empiezan a tributar, contribuyendo a financiar el programa financiero de la Argentina. También es esperable un impacto mayor sobre la operatoria local del sector financiero que canalizaría parte de estos movimientos, y sobre el sector inmobiliario y otros bienes durables como los autos, cuya demanda se empieza a dinamizar en los últimos meses.

Impacto económico

Para Martín Redrado, director de Fundación Capital, y su equipo el blanqueo de capitales implicará ingresos al Fisco por 1,6 puntos del PBI entre 2016 y 2017, reduciendo las necesidades de financiamiento para este año en US$ 3.000 millones y, además, le daría un impulso a la actividad económica que recién comenzará a sentirse a partir del segundo trimestre y provendrá fundamentalmente de la obra pública.

“El efecto sobre la actividad económica recién se sentiría a partir del segundo trimestre, con el uso del espacio fiscal para financiar obra pública. De hecho, en diciembre parte de los recursos se utilizaron para multiplicar por más de 2,5 veces los gastos de capital, financiando una porción del 4% del PBI comprometido en el presupuesto.

La urgencia del rebote de la actividad económica se observa en las licitaciones de obras públicas, que comenzaron a mostrar ritmo y en diciembre rozaron los $ 25.000 millones con un récord mensual de actos (en promedio, 20 actos diarios). No obstante, la puesta en marcha de las obras tiene un rezago de cuatro a seis meses”, dice Redrado.

Además, señala que "los US$ 7.275 millones en efectivo declarados en el país, deberán permanecer en el sistema financiero hasta el 31 de marzo. Una vez finalizado este plazo, podrían volcarse a la compra de inmuebles y bienes durables, aunque la magnitud del impacto en la actividad dependerá de las alternativas de inversión disponibles (reales y financieras). Por su parte, la apuesta a los fondos comunes como alternativa directa para canalizar el blanqueo a la inversión, la infraestructura, y el mercado inmobiliario continúa teniendo un impacto incierto, con sólo cuatro fondos aprobados por la CNV a la fecha e incertidumbre en cuanto a su tratamiento tributario". CC

Repatrían fondos depositados en Uruguay

A falta de dos meses para que expire el plazo de adhesión al régimen de sinceramiento fiscal promovido a mediados de 2016, los argentinos declararon depósitos bancarios en Uruguay por US$ 5.749 millones, según datos divulgados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

De acuerdo a estadísticas del Banco Central del Uruguay (BCU), publicadas por el semanario Búsqueda, personas que no viven en Uruguay, en su mayoría de nacionalidad argentina, tenían a fines de noviembre US$ 4.119 millones depositados en bancos y casas financieras uruguayas.

A partir de que se anunciara la ley 27.260, en la que figura el régimen de sinceramiento, esta cifra viene disminuyendo sostenidamente, ya que muchos propietarios de cuentas bancarias, en las que resguardan parte de su capital, comenzaron a repatriar fondos -de a poco y fragmentados- hacia Argentina, para volcarlo al sistema financiero local. Este movimiento les permite usar el dinero para adquirir bienes muebles e inmuebles. Si bien no hay cifras oficiales, se estima que, por esta movida, el nivel de depósitos de no residentes en el sistema financiero uruguayo cayó en más de US$ 80 millones.

En el pasado mes de setiembre, medios de prensa de ambas orillas habían informado que autoridades de la AFIP estaban negociando con sus pares de la Dirección General Impositiva uruguaya (DGI) para que la entidad presidida por Alberto Abad pudiera acceder a información tributaria de forma retroactiva, con el objetivo de que el dinero de argentinos depositado en Uruguay sea transferido a otro país para eludir el blanqueo.

Si bien el tema estuvo sobre la mesa, fundamentalmente para casos puntuales en que la AFIP quiere llegar lo más a fondo posible, lo que fue a negociar a Uruguay el titular de la entidad fue el cúmulo de contribuyentes que podrá pedir información al azar a la DGI (la AFIP uruguaya), sin que haya una inspección. Aún no ha habido resolución de qué cantidad de personas o empresas podrán ser indagadas con esa modalidad.

Debe recordarse que el tratado de intercambio de información tributaria entre Argentina y Uruguay comenzó a regir hace justo cuatro años, en febrero de 2013.

"Si la AFIP está haciendo la inspección a alguien en Argentina, y quiere pedir información a Uruguay, sólo puede ir hasta esa fecha, concretamente hasta el 8 de febrero de 2013, con intervención de la justicia cuando hay información bancaria", dijo Leonardo Costa, profesor de Fiscalidad Internacional.

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