Una junta médica del Vaticano validó ayer el segundo milagro por intercesión del beato José Gabriel del Rosario Brochero, más conocido como ‘Cura Brochero’, un paso importante para ser declarado santo a fin de año o en 2016.
“Por gracia de Dios, quiero comunicarles que el milagro ya pasó la parte de la ciencia y de la junta médica y, como se dice, ya se siente el galope de Brochero Santo”, confirmó desde Roma el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera.
El milagro atribuido a Brochero es la recuperación rápida y sin explicación médica de una niña sanjuanina que sufrió un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho tras ser golpeada brutalmente por su padrastro y su madre.
De cumplirse los pasos que restan en el proceso de canonización, Brochero puede ser canonizado a fines de este año o tal vez en noviembre de 2016, cuando es probable que Francisco visite la Argentina, a fin de que el pontífice presida la ceremonia en Córdoba.
Tras conocerse el veredicto de la comisión de siete médicos de la Pontificia Congregación para la Causa de los Santos, que estudió el milagro, el expediente pasa ahora a la comisión de teólogos, luego a los obispos y cardenales y, por último, el Papa debe firmar el decreto de canonización.
“Siguen otros pasos más sencillos: los teólogos, los obispos, los cardenales y, finalmente, la declaración del Santo Padre. Lo que podemos decir es que, pronto, Brochero será santo”, manifestó Olivera en diálogo con el canal TN.
El obispo de Cruz del Eje, postulador de la causa, sostuvo que el Papa tiene el “vivo deseo” de que avance la causa de beatificación de Brochero, a quien el pontífice considera “un cura con olor a ovejas” y el ejemplo del estilo pastoral que quiere para los sacerdotes.
Brochero, quien evangelizó a lomo de mula las sierras de Córdoba e hizo propias las necesidades de los sectores más pobres de la región, fue proclamado beato el 14 de setiembre de 2013 en una ceremonia multitudinaria en la localidad cordobesa que lleva su nombre.
A esa instancia llegó después de que Benedicto XVI, hoy Papa emérito, firmara el 20 de diciembre de 2012 el decreto del milagro atribuido al “Cura Gaucho”. Se trató de la recuperación sin explicación médica de un niño con pronóstico de “vida vegetativa” y problemas neurológicos severos tras sufrir un grave accidente vial.
Brochero vivió entre 1840 y 1914, y movilizaba a miles de hombres y mujeres -campesinos, delincuentes, olvidados- a través de caminos inhóspitos para participar de ejercicios espirituales; primero en la capital cordobesa, lo que demandaba tres días de marcha, y después en una casa propia en Villa del Tránsito.
El sacerdote tuvo un fuerte protagonismo social, al realizar gestiones ante las autoridades que hicieron posible la apertura de caminos, acequias, diques, una estafeta postal y un telégrafo.
Enfermó de lepra por compartir el mate junto a pacientes con esa enfermedad, y quedó sordo y ciego para, finalmente, morir en 1914.
Una curación en la que "se notó la mano de Dios"
El caso de la niña gravemente herida que recuperó su salud, considerado “sin explicación científica” y atribuido a un milagro del cura Brochero, ocurrió en octubre de 2013 cuando Camila Brusotti, que entonces tenía 9 años, ingresó a un sanatorio de San Juan con múltiples lesiones, que después se comprobó habían sido producto de una golpiza.
En aquel momento la madre de la niña le dijo a las médicas del Centro Integral de la Mujer y el Niño (Cimyn) de San Juan que las heridas fueron provocadas por la caída de un caballo, pero las profesionales desde el principio advirtieron que esto no era así y rápidamente hicieron la denuncia por violencia familiar.
La brutal golpiza que recibió la nena le valió quedar en grave estado y al borde de la muerte por dos meses, hasta que por un hecho que no pudo ser explicado científicamente, inició “una recuperación meteórica a principios de enero de 2014”, y apenas tres meses después del ataque, comenzó a caminar sola, hablar con fluidez e interactuar con su familia.
Valeria Pardini, una de las médicas que la atendió, dijo que nunca esperaron que Camila se recuperara como lo hizo y aseguró que “hubo algo mas allá de la ciencia que produjo este milagro”.
Pardini indicó que “fue algo que nos tocó mucho porque fue bastante shockeante, ya que más allá del actuar médico, todos en el sanatorio pensamos que hubo algo más, ya que era impensable que pudiera recuperarse como lo hizo”. Reconoció que “como la familia de Camila es muy creyente, especialmente la abuela que es una persona divina, rezaron mucho e hicieron que interviniera el cura Brochero”.
La médica recordó que “el momento bisagra del caso, cuando Camila hizo el click, fue cuando su bisabuela entró a la terapia y aunque ella todavía estaba con el respirador, fue la primera vez que Camila se conectó, habló, le contestó. Incluso, la señora le cantó una canción y Camila la siguió, empezó a mover las manos, abrió los ojos y fue un giro de 360 grados”.
Mientras el milagro ocurría, la investigación judicial y policial demostró que la nena vivía en un ambiente de tremenda violencia familiar, que sufría constantemente golpizas de parte de su madre y de su padrastro, que también golpeaba a su mujer.
Las audiencias del juicio posterior demostraron que el último ataque que recibió Camila vino de su propia madre, que fue señalada como la autora material del hecho, por lo que hoy está presa, al igual que su pareja en calidad de cómplice y coautor del ataque.
Ayer, el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, no dudó en calificar como “un milagro de Dios a través de la intercesión del cura Brochero” a la recuperación de la pequeña. “Es un hecho inexplicable, algo que no se da según las normas de la salud.
Fue una curación extraordinaria, sin explicación”, dijo el obispo que recordó que los dos milagros que se le adjudican al sacerdote de Córdoba “se trató de niños que estuvieron al borde de la muerte, donde se notó la mano de Dios”.